jueves, 22 de diciembre de 2011

A vuelo de Neblí Aligero I

Columnista Carlos Herrera Rozo.

A PROPOSITO DE ESTE PERIODOICO DIGITAL

He leído con detenimiento y reflexivamente los artículos que ha venido publicando Estudiantes Doxa (ver artículos), y me he llevado una inmensa satisfacción. De la lectura y la relectura de algunos artículos, querido lector, me han traído a la memoria algunas frases escritas por Franz Kafka, allá por el año de 1922, en la ciudad de Praga. Su texto, que te invito a leer con detenimiento, es el siguiente: “Todo lo que las alegorías* tratan de decir es simplemente que lo incomprensible es incomprensible, y eso ya lo sabemos. Pero los problemas con que nos enfrentamos todos los días son otra cuestión”.

Sobre ese tema preguntó un hombre una vez:

-¿Por qué tanta terquedad? Si siguierais únicamente las alegorías, os convertiríais vosotros mismos en alegorías y de esa manera resolveríais vuestros problemas cotidianos.
-Otro dijo: “Apuesto cualquier cosa a que también eso es una alegoría”.
-El primero dijo: “Haz ganado”.
-El segundo respondió: “Pero, desgraciadamente, solo alegóricamente”.
-El primero replico: “No. En la vida real. Alegóricamente has perdido.”

El texto, lector, nos deja el amargo sabor de no haber comprendido nada, la inquietud real de que cualquier interpretación que hagamos sobre él es falsa. Pero, detrás de estas primeras reacciones se esconde la verdad escueta y llana, la de que debemos leer con ánimo dispuesto, reflexivamente, buscando siempre la verdad que se esconde detrás de las palabras, solo así conseguiremos conocer que algunas lecturas son mejores que otras: más informadas, más fiables, más agradables, más estimulantes o más perturbadoras. Es comprensible, siempre, cuando leemos, que nos encontramos entre dos caminos o varios, dos interpretaciones o varias de un mismo texto: Es decir, que nos enfrentamos a lo que dice el texto y a lo que interpreta quien lo lee.

Ernest Pawell, en su esplendida biografía de Kafka afirma que, los estudios sobre el autor exceden los 15.000 volúmenes y Alberto Mangel agrega: “a Kafka se lo ha leído literal, alegórica, política y psicológicamente”. El hecho trascendente de que un lector se desespere, otro sonría y otro llore sobre la lectura de una misma página nos enseña algo sobre la naturaleza del acto de leer. KafKa escribió alguna vez que, “solo debiéramos leer obras, escritos, que nos muerdan y nos arañen” y es justamente eso lo que se desprende de la lectura de las páginas de este periódico digital.

Queridos lectores, en estas páginas solo HE ENCONTRADO hechos objetivos, verdades que pueden ser cotejadas y analizadas por todos sin sufrir extravíos del rumbo. Los problemas cotidianos de nuestra patria, del mundo y de todo aquello que nos trascienda, pero que de una u otra forma nos afecta. Páginas que seguramente causaran sorpresa y perturbación pero que jamás os llevaran por el camino de la incertidumbre. Se alejan de todo lo posible de lo “políticamente correcto” usando el lenguaje apropiado para que se le interprete con arreglo a los hechos y no al baturrillo truculento de las palabras: llaman al pan, pan, y al vino, vino.

Ahora bien, aprovechando la acogida que me han brindado en estas páginas, pretendo, siendo fiel a sus principios, llenar un vacío que, a mi juicio, es irrenunciable en el mundo en que vivimos: la comprensión del sistema Democrático en el siglo XXI. Pretendo, estimado lector, dar al ciudadano, así sea a vuelo de neblí alígero, las herramientas básicas que le permitan comprender el momento político en que vive y las implicaciones prácticas en la toma de decisiones.

¿qué es democracia? Democracia el la libertad de poder elegir a nuestros propios dictadoresTrataré de elaborar una breve exposición sistemática de los textos sobre la Democracia y la tradición del pensamiento político. Seguramente no estarán todos los textos, habida cuenta de la limitación de tiempo y espacio, pero citaremos los más importantes. Haré una rápida exposición de los textos clásicos y nos detendremos en lo concerniente al mundo contemporáneo para tratar de comprender la universalización de la Democracia tanto en el ámbito de las instituciones internacionales, como en lo que dice relación a la Democracia en el entorno político domestico.

Estoy convencido de la importancia del tema que nos ocupara en lo sucesivo, tanto más cuanto que, hoy vivimos una época de grandes divergencias. Divergencia del mundo en que vivimos y la idea que tenemos de él, entre nuestros ancestros y nuestro devenir, entre nosotros mismos y el otro que aspira a la equidad y a la justicia, entre las riquezas que producimos, la influencia que ejerce dentro de los grupos sociales y la desigual redistribución del ingreso, entre el vertiginoso desarrollo técnico y nuestra incapacidad para controlarlo y ponerlo al servicio de todos los seres humanos. En el ínterin de muy pocos lustros hemos visto como el mundo que conocíamos se desdibujaba y aparecía ante nuestros ojos otro totalmente distinto para el cual no estábamos preparados ni intelectual, ni conceptualmente por lo que, aún hoy, no hemos sido capaces de aforar y comprender dicha mutación.

Para cerrar esta página quiero dejar a modo de reflexión, sobre el mundo en que vivimos y su dolorosa transición, de la que aun arrastramos jirones indeseables la afirmación de Mario Vargas Llosa, en relación con la novelística de Louis Fredinand Celine y su visión general del mundo que: “bajo las apariencias ordenadas de un mundo que guarda las formas, anidan toda clase de monstruos: maridos que se desquitan de sus fracasos golpeando a sus mujeres, empleados y policías coloniales que maltratan con brutalidad vertiginosa a los nativos, el odio al otro – sea forastero el barrio, o de distinta raza, lengua o religión-, el abuso de autoridad, y, en el ánimo de esos espíritus enfermos, en resumen, la secreta esperanza de que algo, alguien, venga por fin a poner orden y jerarquías a pistoletazos y carajos** en este burdel degenerado en que se ha convertido la sociedad”.

Por todo ello, respetado lector, lo invito a continuar leyendo estas páginas con el ánimo de que sustituyamos la ruda política de la espada y las complejidades malsanas de la corrupción y el soborno por la sana convivencia y la dialéctica en contraposición a la sofística: buscaremos la contradicción no en el argumento del contrario sino en la naturaleza de las cosas.


*.-Alegorías: “Ficción en virtud de la cual una cosa representa o significa otra diferente”.
**.-Carajo: (loc. verb. coloq.) Echarse a perder, tener mal fin; (loc. verb. coloq.) Rechazarlo con insolencia y desdén.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Reeditar la historia de la infamia… para no olvidarnos de la historia

Columnista Carlos Herrera Rozo.

No es difícil seguir esta trayectoria. Son muchos los seres humanos los que se han empeñado en hacerla amplia y extensa. Unos por lástima y misericordia, otros por aviesos instintos y torcidos intereses, y otros, por la execrable necesidad de hacer el mal. Me propongo presentar un recorrido rápido, sucinto, sobre la historia de la infamia. Veamos como ha sido el comportamiento de algunos congéneres a lo largo de su existencia; apuntaremos algunos momentos interesantes: en el año 925 los unos irrumpieron en la biblioteca benedictina de Saint Gall con la intención de saquear los metales preciosos y destruir la biblioteca. Nada encontraron, ni libros, ni joyas preciosas. Tampoco sospecharon que la monja que cuidaba dichos bienes, la cual fue vejada, violada y asesinada, había tenido una visión la noche anterior y salvo de la hecatombe la biblioteca y los bienes que allí se encontraban. Wilborada, que así se llamaba, fue elevada a los altares en el año de 1047. En 1517 el padre Bartolomé de las Casas tuvo lástima de los aborígenes americanos que sucumbían en los laboriosos infiernos de las minas auríferas, y propuso al Emperador Carlos V, la importación de negros (¿?) para sustituirlos, y cuenta Jorge Luis Borges que, a esa curiosa sustitución, solicitada por el filántropo, debemos infinitos hechos: el tamaño mitológico de Abraham Lincoln, los quinientos mil muertos de la guerra de Secesión, la admisión del verbo Linchar etcétera. Shi Huandi, emperador de China, mando construir la Gran Muralla y ordenó la destrucción masiva de libros anteriores a su mandato, la retaliación a quien desobedeciera con la muerte y el destierro. El Cristianismo también se ha distinguido por la censura, utilizando todos los medios, condenando al índice de lo que no se debe leer obras científicas y artísticas, y tratando, además, de suprimirlas utilizando los alcances de la moral, de lo bueno y de lo malo, según su propia ideología, alcanzando con la inquisición su mayor expresión de fanatismo y criminalidad. Los Árabes, musulmanes, no se han quedado a la zaga, ellos, según parece, ordenaron la destrucción de la biblioteca de Alejandría, y hoy padece el mundo entero su fanatismo enloquecido.

Fernando Báez participó en la comisión respaldada por la Unesco que visitó Iraq para evaluar los daños en la Biblioteca Nacional de Bagdad, después de la guerra de Irak, y cuenta que, entre otros textos, desaparecieron ediciones antiguas de Las mil y una noches, de los tratados matemáticos de Omar Khayyam, los tratados filosóficos de Avicena (en particular su Canon), Averroes, Al-Kindi y Al-Farabi, las cartas del Sharif Hussein de La Meca, textos literarios de escritores universales, manuales de historia sobre la civilización sumeria... Francisco Franco en su tumbaEl secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld, a manera de excusa ante estos hechos, comentó que "la gente libre es libre de cometer fechorías y eso no puede impedirse" (¿?).

Francisco Franco (1892-1975) militar, católico y tirano, de extrema derecha, fascista, tiene en su haber 30.000 muertes y también hizo desaparecer muchos niños. Gobernó a España durante 40 años, apoyado por las armas, él solo constituía el poder y cometió incalificables crímenes.

Benito Mussolini (1883-1945) Político italiano en 1919 fundó Fasci italiani di combatimento embrión del partido fascista. Tras de invadir Albania en 1938 y ayudar a Franco, luego detenido por los partisanos fue ejecutado en 1945.

Adolf Hitler (1887- 1945), Fuhrer de III Reich alemán Sin lugar a dudas fue el peor de los asesinos, el más malvado de todos. Ultra nacionalista, de extrema derecha, racista y violenta y por demás totalitario en la lista de asesinos ocupa el primer lugar. Reunía todos los requisitos para ello: era frío y calculador, tenía un plan para cometer sus atrocidades, fue sin duda el perfecto canalla, sus defensores los espíritus mesiánicos de siempre, y que aún quedan, alaban sus éxitos económicos logrados a base de exportación de un gigantesco rearme y de la ayuda internacional proveniente de Inglaterra y Francia.

A su triunfo no son ajenos quienes más lo denostaron después del conflicto, ingleses y franceses que veían en Hitler el freno a la expansión comunista y por eso les interesaba su existencia. Una vez en el poder, Hitler acabó con toda disidencia externa (Exterminio de la oposición de izquierdas) e interna. El 30 de Junio de 1934 asesinó a dirigentes de la S.A. organización que él mismo había creado, instaurando un régimen totalitario de partido único militarista y expansionista. Antes de la guerra ocupó Austria y parte de Checoslovaquia y después intentó someter a toda Europa, provocando la guerra más sangrienta de la historia. Cincuenta Millones de seres humanos murieron en la guerra y en los campos de concentración más terribles de los que jamás se haya oído hablar…

Adolf Hitler, ¡Cómo voy a llegar a dictador si nadie me ayuda!Heinrich Luitpold Himmler (Múnich; 7 de octubre de 1900 - Luxemburgo, Baja Sajonia; 23 de mayo de 1945) fue el Comandante en Jefe (Reichsführer) de las SS y más tarde Ministro del Interior y fugazmente Comandante de los ejércitos del Rin durante el sitio de Berlín. Gestionó no solo la orden de la matanza metódica y sistemática de millones de judíos, polacos, gitanos y homosexuales, sino también de miles de prisioneros Bibelforscher (testigos de Jehová), y rusos, muchos de los cuales fueron usados en experimentos.

Con los mimbres ya señalados, como telón de fondo, abordemos ahora el presente en que vivimos, maltrecho y ambiguo para las mayorías y un lar de ambrosia para unos pocos. La idea de borrar la identidad cultural de un pueblo para luego hacerlo desaparecer de la faz de la tierra es un perverso acierto: el pensamiento único, el fanatismo, el fundamentalismo, el mesianismo, la sin razón, el autoritarismo, el miedo y el terror son las enseñas del “Estado democrático” de hoy, y toma asiento en preclaros ejemplos, Fernando Báez nos da su testimonio: “es un trauma terrible. El primer efecto evidente es el miedo; el segundo, el pesimismo que introduce. La destrucción de vidas y bienes culturales opera como un programa de intimidación y confusión. Hay que insistir en que el patrimonio cultural impulsa un sentimiento de afirmación y pertenencia, puede afianzar o estimular la conciencia de identidad de los pueblos en su territorio, lo que permite resguardar acciones culturales propicias a la integración. Y como el patrimonio es, etimológicamente, "lo que recuerda al padre", el ataque contra el patrimonio y la vida enfrenta a una sociedad con su orfandad más contundente y su consiguiente destrucción”.

Liga de las nacionesAhora bien, visto lo visto, con el prolegómeno que antecede estas letras, hablaremos de los personajes a los que quería llegar, con lo que queda dicho quería explicar un poco su carácter, quizás, también, sus ancestros culturales, no en balde han sido buenos letrados. Es un error atribuir la destrucción cultural y la muerte de seres humanos a hombres ignorantes, inconscientes de su odio. Cuanto más culto un hombre, cuanto más esta embebido de una ideología, más dispuesto está a eliminar sentimientos culturales y hombres bajo la presión de mitos apocalípticos o aviesas necesidades políticas. Colombia ha sido un país flagelado, esquilmado y desangrado desde la conquista. Revisar la historia en este lugar sería demasiado farragoso, pero no por ello dejaremos de traer a cuento algunos momentos fulgurantes que darán luz a algunas mentes olvidadizas: Bolívar, en el congreso anfictiónico de Panamá, llevado a efecto el 22 de Junio de 1826, se propuso la unión del conjunto de naciones de Sur América y el Caribe, como fundamento necesario para impedir la injerencia de Estados Unidos en los nuevos territorios independientes como respuesta a la Doctrina Monroe.

Cuando los países de América Latina acceden a la independencia, la antigua metrópoli, España y sus aliados europeos comienzan a desarrollar planes con miras a reconquistar los frágiles nuevos estados. Es así, que en esa primera etapa, Estados Unidos perfila su Doctrina Monroe, con el objeto primordial de defender la libertad americana. Cuando estos países logran consolidarse como estados soberanos a mediados del siglo XIX, el país norteño propuso el llamado "Panamericanismo", como mecanismo para lograr la confraternidad latinoamericana, en torno al liderazgo de Estados Unidos.

Así, la Doctrina Monroe y el Panamericanismo buscaron, bajo diversas vías, llevar a la práctica el propósito estadounidense de hacer de Latinoamérica un subcontinente que respondiera a sus propósitos e intereses, la despensa en el patio trasero, lo cual fue demostrado por el devenir histórico y las acciones concretas que el país norteño llevó a cabo en estas dos últimas centurias.

El 2 de diciembre de 1823, en su mensaje anual al Congreso, el presidente James Monroe formuló una serie de principios de la política exterior de Estados Unidos, que recibieron el nombre de Doctrina Monroe. En esta importante declaración se proclamaba que: "el continente americano no puede ser en adelante objeto de colonización por parte de las potencias europeas... absteniéndose de intervenir en los asuntos de Europa, Estados Unidos, considerará como acciones hostiles cualesquiera intentos de los estados europeos de injerencia política o de otra índole en los asuntos de los países del continente americano. Así, la Doctrina Monroe se convirtió en bandera de la política de Estados Unidos en el Hemisferio Occidental por muchos decenios y, con el tiempo, han cambiado los presidentes y los nombres de las diferentes formas de intervención en cualquier lugar del mundo.

Doctrina MonroeLa actuación del Presidente de Estados Unidos James Monroe, estaba dictada por los intereses a largo plazo, de lograr una posición dominante en el hemisferio occidental: lo que Estados Unidos buscaba no era fortalecer la independencia de América Latina, ni menos mezclarse en la guerra contra España: el móvil real de la política de Monroe era establecer las bases de la hegemonía de Estados Unidos en el continente. De hecho, Monroe declaró a todo el hemisferio occidental "zona de los intereses vitales y de seguridad de Estados Unidos". Por ello, su doctrina no tenía carácter defensivo, sino que estaba dirigida, en esencia, contra los países de América Latina, así como contra otras potencias europeas rivales de Estados Unidos en la lucha por las esferas de influencia en esta región del mundo y el manejo de las riquezas naturales que pudieran explotar en el futuro inmediato, como ha sido.

¿Se puede ser independiente, libre y democrático dentro de este contexto? La respuesta es que sí. Desde luego. Muchos pueblos lo han demostrado a pesar de los desmesurados intereses económicos de los países llamados del primer mundo y de sus tortuosas formas de conseguir el sometimiento aniquilación y saqueo de las riquezas naturales de otros pueblos utilizando en su favor las instituciones internacionales tales como la ONU, el FMI, el Banco Mundial y las nuevas tendencias económicas a favor de los aviesos intereses del los tiburones financieros. El ejemplo más lacerante de esta forma de actuar es África donde los pueblos colonizadores no han dejado viva ni la cultura ancestral, ni escuelas, ni hospitales, ni universidades, ni infraestructuras que dignifiquen la vida, sino hambre, miseria, zaqueo, muerte y desertización. Los pueblos han sido sometidos a sangre y fuego en nombre de la libertad, de la soberanía y de la democracia para ser expoliados y martirizados por apátridas y mercenarios.

¿Es con esta urdimbre infranqueable y oscura que algunos presidentes colombianos han tratado de construir el futuro de los colombianos?

Al hombre se le juzga por sus actos, no por sus palabras. Y los actos de algunos gobernantes indican que el país les importaba más como una forma de salvar sus nebulosos intereses y ocultar sus yerros que como la nación que juraron defender tanto en sus principios constitucionales, como en la defensa DEL BIEN COMUN DE TODOS LOS COLOMBIANOS. El estado lo convirtieron en una sociedad policial sujeta al miedo y al terror desplegando a lo largo y ancho del país a grupos de ciudadanos armados, los paramilitares, formados por los grupos mafiosos de la cocaína, apoyados por las fuerzas de seguridad del estado, por parlamentarios, comerciantes y terratenientes, jueces y funcionarios venales, creando un ambiente de confusión que le ha permitido anular a los individuos mediante la polarización política, la desinformación, la manipulación de los medios masivos de comunicación y la destrucción consiente del sentido de patria y pertenencia para hacer accesible el ingreso de las compañías multinacionales , los tiburones financieros internacionales y el modelo capitalista de los NEOCON, causante de la última crisis económica internacional, en detrimento de los intereses nacionales. Al Capitalismo le interesa la liquidación del concepto de nación, la desaparición de leyes y reglamentos internos que puedan obstaculizarle su movilidad y el imperio de saqueo, a precios de feria, de las riquezas naturales de los pueblos donde logran imponer su voluntad. El nuevo Capitalismo no desea el pleno desarrollo de los pueblos del mal llamado tercer mundo, lo que realmente quieren es continuar adquiriendo las materias primas a precios de saldo y luego vendérnoslas como artículos, cachivaches de primera, a elevados precios.

Los colombianos lo que realmente desean es que el gobierno abandone su política de guerra abierta y abra canales que permitan el entendimiento entre los ciudadanos; que dedique más tiempo a buscar un modelo económico diferente al impuesto desde Washington y que sea más acorde con los intereses sociales de los colombianos; que se evite, cumpliendo con la constitución y la ley el total DESCUADERNAMIENTO DEL PAIS, la perdida de los valores democráticos para conseguir, mediante el esfuerzo mancomunado de todos los colombianos, sin excepciones de ninguna índole, un país viable, dejando de pertenecer, con ello, al grupo de países fracasados, donde actualmente figuramos, en los anales de la geopolítica mundial. Hoy, los colombianos confiamos en el buen hacer del señor Presidente, para que saque al país de la espiral de violencia en que la misma clase dirigente lo ha mantenido durante más de cincuenta años.

sábado, 10 de diciembre de 2011

La primera medida económica es la Justicia Social

Columnista Carlos Herrera Rozo.

El desempleo en Colombia supera el 14.2%, en el caso del paro juvenil esa cifra se eleva al 20%, es más, en el caso de jóvenes de edades comprendidas entre los 16 y 18 años ese porcentaje es mucho más elevado. Si se tiene en cuenta que se considera un trabajo estable aquel que desempeñan por las calles de nuestras ciudades los vendedores de baratijas, especias, frutas, sexo, etc., etc. - entonces nos encontramos no con datos estadísticos, sino con la constatación de una catástrofe que el Estado oculta haciéndonos creer que el subempleo es un trabajo digno. Pero –y aquí está la sorpresa– no estoy hablando de porcentajes de 2011, sino de un problema larvado desde el siglo pasado.

Lo que está poniendo de manifiesto esta realidad, entre nuestro pasado y nuestro presente, es su desoladora gravedad: cada vez que el mundo desarrollado avanza o se ve sumido en una grave crisis económica, Colombia, en lo que al ciudadano se refiere, no retrocede unos pocos años sino que vuelve al punto de partida, es decir, de donde nunca hemos salido jamás porque las estadísticas, manipuladas por los gobiernos de turno, siempre mienten. Es como si el país entero estuviera atrapado dentro de una infernal máquina del tiempo que no nos deja abandonar el pasado, nos condena a la supervivencia en el presente, y no nos deja avizorar el futuro con esperanza.

Colombia un país felizEn este círculo vicioso dentro del cual no hacemos otra cosa que caminar en círculos, como Dante en el infierno, se imponen espurios intereses económicos sobre cualquier otra consideración y nos lo presentan como la panacea que nos ha de salvar de la miseria, sin percatarnos de que de la miseria no se sale mientras no haya justicia social. La sociedad colombiana, al parecer, no tiene memoria. No cae en cuenta de que lo que nos ofrecen, ya lo hemos vivido y que, como Prometeo, no paramos de subir y bajar la cuesta con nuestra carga de desesperanza al hombro, empezando siempre desde cero.

Este hecho me hace recordar con dolor al ángel vengador creado por los hermanos Coen que, implacable, acorralaba a sus víctimas y momentos antes de matarles les formulaba una pregunta: “Si la norma que has seguido te ha llevado hasta aquí, ¿de qué te ha servido?”.

Lo que termina por engrandecer o destruir a una nación no son los ciclos económicos que evolucionan al margen de lo humano y al vaivén de los intereses de los especuladores financieros, sino el buen funcionamiento de sus instituciones. Y, especialmente, de aquellas que tienen que ver con la Justicia social y el correcto funcionamiento del Estado de derecho

En nuestro caso, la “norma” es continuar en el pasado y la vamos a seguir también en el presente. Se limita a sanear las cuentas y a tratar de reactivar la economía independientemente de las penurias sociales y sus nefastas consecuencias, toda vez que ellas derivan a la desesperanza, hacia la criminalidad forzados por la necesidad. Cualquier otra reforma estructural que vaya más allá de lo estrictamente económico no tiene cabida en la cabeza de nuestros mono-sabios. Pero es un error. El progreso y la prosperidad futura no sólo van a depender de las reformas económicas, de la reforma del mercado laboral, del aumento de la competitividad, del saneamiento y la reestructuración del sector financiero, de la reducción de nuestra deuda pública y privada, sino que están ligada al buen o mal funcionamiento de la sociedad en su conjunto. Porque, en última instancia, lo que termina por engrandecer o destruir a una nación no son los ciclos económicos que evolucionan al margen de lo humano, sino al buen funcionamiento del Estado de derecho y, especialmente, de todo aquello que norma y regla la Justicia social y el Estado de derecho.

Si algo se está poniendo en peligro es el Estado de derecho en nuestro país- Además de las deficiencias ya conocidas de nuestro sistema político, económico y social, es la enorme corrupción que hemos desarrollado en estos últimos 50 años, desde la creación del pacto de Sitges y de Benidorm entre Alberto Lleras Camargo y Laureano Gómez, el 24 de Julio de 1956, para alternarse en el poder, cuyo coste, por si aún no nos hemos percatado, además de amoral y de pésima imagen internacional es fundamentalmente económico que ha lastrado y continua lastrando el desarrollo y el buen funcionamiento del país. Si fuera posible hacer un cálculo de lo que la corrupción representa en pérdidas económicas, tarea esta que se me antoja farragosa, seguramente el resultado sería una cifra colosal.

Para tener conciencia de la categoría del problema que nos consume y nos agobia, hay que entender que en Colombia la corrupción no sólo procede de una selecta minoría que hace y deshace a su antojo y que se reparte los negocios y el dinero público. Se trata de una enfermedad muy extendida que ha alcanzado todos los estamentos de la sociedad convirtiéndose en una verdadera plaga. Durante estos años, el país se ha desangrado en un torrente incontenible de “mordidas” cuyos montantes económicos son cada vez más disparatados. Y las prácticas corruptas han devenido en un ejercicio de puro y duro saqueo del erario público en el que están implicados políticos, lobbies empresariales, multinacionales, banqueros, concejales, sindicalistas, asociaciones “sin ánimo de lucro”, los cuerpos de seguridad del estado y grupos de personajes de todo tipo y pelaje que medran al lado, y sirviendo de mano ejecutora de quienes gobiernan. En consecuencia, la corrupción es el principal problema, muy por encima del movimiento subversivo y al cual el gobierno debe hacer frente con todos los medios que el Estado de derecho le otorga para erradicarlo. Es posiblemente, en mi concepto, este problema económico, el más grave que aqueja a los colombianos, especialmente a las nuevas generaciones de ciudadanos.

Por todo ello, si de verdad queremos salvar a Colombia del desastre económico y social, debemos, en primer término, contrarrestar el problema de la inseguridad jurídica, la parálisis crónica de los tribunales, la injerencia indebida y constante del poder político en la vida judicial, y particularmente, en determinadas sentencias que tienen que ver con la corrupción y los grupos paramilitares que han recibido un trato de excepción por parte del estado, consiguiendo con ello una justicia cojitranca que no le merece ningún respeto a la sociedad. Esta justicia a debe desaparecer del concierto nacional. Desde esta perspectiva, la primera y más urgente reforma de todas cuantas atañen directamente a la economía debería ser la de la Justicia como fundamento, sin el cual, el Estado de derecho y la democracia dejan de existir. Sin esta reforma fundamental, la prosperidad que tanto añoramos y que solo alcanzaremos, como dijera Sir Winston Churchill, “con sangre, sudor y lágrimas”, nunca estará a salvo: Y Colombia será por siempre el país del paro, de la violencia, del analfabetismo, de la condena a la supervivencia de las nuevas generaciones de ciudadanos y del riesgo de la quiebra económica. Un Estado fallido, tal como nos consideran internacionalmente algunas instituciones dedicadas al análisis de los países en vías de desarrollo, atrapado en la máquina del tiempo.

lunes, 5 de diciembre de 2011

La reforma de la ley 30 nos recuerda cosas

Por Sofía Usman Salazar.

Reforma a la Ley 30En este periodo del año se ha venido agitando una cuestión de gran polémica en los últimos días. Claramente mantengo mi posición al respecto.

Se trata de la reforma a la ley 30. Que es un conjunto de puntos que, si bien podrían traer alguno que otro beneficio, ponen en peligro, en gran parte, la forma de financiación de las universidades públicas y su autonomía. Explicaré esto.

A pesar de que no se menciona directamente la privatización de universidades públicas, si hay un punto de la reforma que puede ser el eslabón para que desencadene la privatización de las universidades. Este hace referencia a las formas de financiación. Según este aspecto, los dineros que el Estado otorga a la universidad directamente, ahora serían entregados a fondos de cooperativas como del carácter de Colciencias. Éstos cederían los dineros a la universidad pero en forma de créditos, teniendo esta última que asumir el pago de ciertos intereses, además de no recibir directamente los fondos necesarios para su funcionamiento. Así podría avanzarse considerablemente la deuda hasta el punto de tener que cerrar la universidad pública o cederla al sector privado, que pudiera saldar su cuenta.

Por otro lado está la cuestión de la autonomía. Afirmo que se disminuye la autonomía porque al pasarse los dineros a estos fondos, se va a implementar una bolsa de competencias que consiste en otorgarle capital financiero a la institución que más se acomode a los intereses de la cooperativa. De este modo decisiones administrativas y académicas que debería tomar principalmente la comunidad educativa, quedan relegadas bajo la subordinación de estas cooperativas. Por ejemplo: la gama de posibilidades de las investigaciones se deberá ceñir al escenario que propongan las cooperativas, es decir a sus necesidades e intereses, para obtener su financiamiento.

Sin embargo veo que no todo está perdido. Después de haber erradicado el proyecto en el congreso, han pasado una serie de airosos acontecimientos que alivian la agitación sufrida por muchos estudiantes y personas en general del país. Hemos presenciado una consecución de marchas que a medida que se llevaban a cabo, mayor es la población que apiñan y más variados los estilos de protesta. Esto realmente me tiene sorprendida, confieso que nunca hubiese imaginado a los estudiantes que tanto queremos a los tombos, besándose con ellos como símbolo de una protesta pacífica. BesatónLa besatón, la marcha nocturna, carnavalesca y el desnudo, fueron algunos de los aspectos más sobresalientes que identifico como atípicos de las marchas que en general he presenciado. Sobretodo estas nuevas características me parecen hasta conmovedoras, pues participando de ellas no se ve como un sufrimiento el reclamar derechos propios de todo ciudadano, sino como un incentivo para aclarar dudas, construir lazos sociales y, desde mi perspectiva sociológica, sobretodo, ver directamente el momento, así parezca efímero, en que la sociedad se une en torno a un objetivo y pone todos sus esfuerzos, creatividad y disposición para conseguirlo por los medios que cree adecuados, realmente esa experiencia me pareció muy enriquecedora.

De otro lado están todos los altibajos que esto puede tener. Por ejemplo darse cuenta de la situación en otros países como en Chile, en donde el paro se ha extendido un largo periodo y un problema principal es la no formación de las masas estudiantiles en lo referente a buscar salidas de su crisis. Los cándidos malentendidos conyugales al presentarse situaciones como la Besatón. El asombro de gran parte de la población al ver el desnudo como forma de protesta, y en la otra mano la perspectiva y conciencia global que tienen los que lo hacen, sabiendo que es ya una forma asimilada de protesta en varios países de Europa. Estudiante besa a un policiaY no puede faltar el cuadro tan conmovedor que es ver un policía dejándose besar por una estudiante, que significa para mí visualizar esa figura fetichizada de monstruosa, insensible, violenta y opresora, como un simple ser humano con iguales posibilidades de sentir, añorar y aspirar y soñar cosas como nosotros. Y que puede también estar siendo afectado por las medidas del gobierno, así le toque asumir aquel trabajo ya estigmatizado.

Por último me alegra saber que felizmente la reforma se retiró del congreso el día 16 de noviembre, demostrando con esto la fuerza potencial que tiene la sociedad civil y sobretodo recordándonos que la tiene, siendo ésta como un suelo casi inagotablemente fértil en el que se pueden formular y construir organizadamente múltiples proyectos para mejorar las condiciones de vida de la misma. También nos recuerda que está en todo el poder y tiene todas las posibilidades de ser escuchada por su agente representante que se es el Estado.

EL TLC con EE. UU.: ¿para quién es bueno?, ¿para quién es malo?

Por Luis Miguel Carvajal.

Así se titula una entrevista que le hizo María Isabel Rueda a Alberto Carrasquilla para el periódico “El Tiempo”. En dicha entrevista, se destaca que los mayores beneficiados son los jóvenes y los consumidores (especialmente de leche y arroz).

Tratado de Libre Comercio entre Colombia y Estados UnidosEn mi casa, se consume demasiada leche y también arroz, tanto así que entre 4 personas gastamos alrededor de una bolsa de leche diaria. De pronto se podrían beneficiar mis padres, al ser ellos los que la mayoría de las veces compran la leche porque sería más económico aun comprarla. Sin embargo, no estoy seguro de la medida en que una bolsa de leche (o de pronto el paquete de 12) pueda disminuir su precio. Efectivamente, gran parte de las personas consumen leche en las ciudades, tanto así que es el primer alimento que consumimos cuando nacemos (leche materna –de pronto también nos beneficia el TLC en ese aspecto-). Por otro lado, también consumismos arroz (demasiado): arroz con pollo, arroz con carne, arroz con salmón, arroz en el sancocho, arroz cuasi-chino, arroz con huevo, empanada de arroz, etc... no es el primer alimento que consumimos al nacer, pero forma parte de nuestras vidas. Además de los alimentos, también manejamos automóviles y electrodomésticos, por mi parte, no puedo esperar el momento en que me compre un automóvil (40% más económicos con el TLC -después de 10 años según “El Tiempo”-) o en que comience a manejar mi primera lavadora, incluso me encantaría poder hacerme un jugo con la “Jack LaleyPowerJuicer”, pero tendré que esperar a tener empleo, ganar mucho dinero (para el carro, la “Jack LaleyPowerJuicer” y más aún para la gasolina, de pronto no tanto para el arroz y la leche) y entonces voy a agradecerle al presidente Santos y al presidente Obama por seguir las tendencias neoliberales que rigen el mercado global.

Haciendo un paréntesis (más adelante vuelvo a hablar sobre la leche y el arroz), me pregunto qué pasaría con las series de televisión o con las emisoras radiales. Según Holman Morris, tengo entendido que los canales de televisión estarían obligados a emitir 50% de programación nacional y otro 50% de programación estadounidense. En términos de Alberto Carrasquilla, supongo que ese aspecto incentivaría a actores y productores de la televisión nacional a ser más competitivos para poder ganar más rating. Por mi parte, podré verlos con un plato de changua mucho más barato que antes del TLC y por eso no me quejo. De igual forma, voy a poder jugar “Xbox 360” y comprarme todos los juegos de forma totalmente legal. Lo único que me preocupa es que pase lo que en las tiendas de comida de los colegios o las universidades, en donde cuando el producto baja de precio, lo que venden cuesta lo mismo que siempre o un poquito más porque “todos necesitamos vivir de algo”.

EL TLC con EE. UU.: ¿para quién es bueno?, ¿para quién es malo?Más que depender de aranceles y otra clase de impuestos, el consumo de bienes depende de quienes lo consumen, de que tan legítimas crean que sean los distintos medios de obtener dichos bienes. Si por comprar una “Pony Malta” en la universidad Icesi de Cali me cobran $1.700, el problema comienza cuando la compro y me gasto parte del dinero que tenía para el bus de vuelta a mi casa, no comienza cuando le suben el precio. También tenemos un problema cuando los jóvenes que en Colombia comen galletas “Oreo”, jugamos “Xbox”, tienen automóvil, toman jugo que hacen en la “JakLaleyPowerJuicer” no constituyen ni el 20% de la población colombiana. Entonces me pregunto en realidad ¿El TLC a quién beneficia y a quién perjudica?

domingo, 4 de diciembre de 2011

¿Para qué sirve la política?

Columnista Carlos Herrera Rozo.

A fuerza de oír a muchas personas de diversas edades, jóvenes y viejos, hombres y mujeres que la política no sirve para nada, que no les interesa, que es un rollo, que solo sirve para que algunos desaprensivos se aprovechen de los bienes públicos, tengo la sensación de que algo está fallando en el concierto ideológico y practico de los partidos políticos, en la educación política de las nuevas generaciones de ciudadanos y en la estrategia general del Estado para acercar al ciudadano a las responsabilidades que le exige la sociedad como miembro de la colectividad en que vive.

Desde luego que si la concepción de la política fuera para los partidos y sus militantes la de su simple aspecto inmediato, transeúnte y mecánico; si la concepción de la política se encerrara en el ominoso cerco de las habilidades tendenciosas, malabaristas y espurias que suele ser a veces el contenido de propósitos de dirigentes a los que les falta esa pulsión dinámica y palpitante de saberse parte integral del conglomerado social al que representa; si la política fuera para quienes la ejercen tan solo la manera de concitar fuerzas y voluntades con la perspectiva de logros inmediatos, para encausar intereses económicos, para favorecer apetencias personales o simplemente electoralistas de pequeñas camarillas, podría haber razón para el desconcierto y el desanimo general de los ciudadanos. Pero, creo en mi fuero interno que, nada más alejado del propósito común de la política, no es ni puede ser la descrita sino aquella que busca el bien común y lo aplica equitativamente entre los ciudadanos. Por ello no cabe el quebrantamiento de la voluntad, ni la suplantación de los ideales y sus predicados, ni el desfallecimiento en la batalla en la consecución de resultados óptimos, frente al legitimo contradictor, que nos permitan acceder al poder.

Estabilidad políticaTenemos la obligación de insistir machaconamente que la más noble de las expresiones de los hombres que viven en sociedad es la política y acotar, a renglón seguido, que estamos en las antípodas de quienes creen ingenuamente que elevando plegarias -desde la más rancia antigüedad, para que cesen entre los hombres odios y rencores, el contraste de las pasiones, de las ideas diversas y de la formas como enfrentamos- concebimos y proyectamos la vida en sociedad.

Es verdad que hay espíritus generosos que quisieran que se evitará el enfrentamiento ideológico entre los partidos. Que fuera posible lo que algunas personas, seguramente con buena fe y poco análisis, han dado en llamar: “gobierno de unidad nacional”, “pacto de gobernabilidad”, etc., etc. sin comprender que estos buenos propósitos solo conducen, por falta de partidos de oposición bien organizados, al silencio de las conciencias olvidadas y angustiadas para repartirse, sin ningún control, la cosa pública en provecho de turbias ambiciones económicas y sociales. De ahí la importancia de acceder al poder con el respaldo de las mayorías.

La existencia de los partidos políticos, de sus fuerzas contrapuestas, de sus diversas ideologías, de su concepción diversa del mundo y de la vida obedece a un proceso de razón de lógica social profundo sin el cual el devenir histórico de las naciones se vería truncado o permanentemente paralizado a falta del impulso vital de las ideologías.

La pervivencia de los contrastes ideológicos de los partidos se arraiga profundamente en los albores de la civilización occidental y explica, por ello, la existencia equilibrada de los pueblos sujetos a este proceso. La razón de los partidos y de las ideas encontradas cuando ya se mueven por verdaderas causas y conductos ideológicos, tienen tanta razón de ser en el proceso de la integración social como las fuerzas del amor y el odio en las relaciones interpersonales, porque solo la razón del encuentro de fuerzas contrapuestas logran la unidad y el equilibrio que los conglomerados sociales necesitan para su subsistencia y sin las cuales sería inevitable la carnicería permanente.

La política, los partidos no son invenciones momentáneas. El contraste de las ideas, la lucha dialéctica, no son valores de paso que puedan ponerse al margen, ni es posible, cuando los partidos, o uno de los bandos en conflicto tienen un impedimento en el plano de las ideas, caso en el cual una de las fuerzas en liza le arrebate el liderazgo, las banderas al otro, indicando sin lugar a dudas que el otro bando claudico o abandono sus lineamientos ideológicos, por lo que su persistencia dentro del conglomerado político y socialmente civilizado deja de tener vigencia. Es entonces cuando el contraste ideológico tiene mayor razón expresando, sin lugar a otras interpretaciones, la validez del presupuesto democrático. Ni los Estados totalitarios, ni las fuerzas opresoras que siempre han existido a través de la historia, han podido anular el contraste beligerante de la ideología entre los partidos, por ser ellos los intérpretes de las diversas concepciones de la vida social a lo largo de la historia y en todos los lugares del mundo.

Democracia: gobierno en que el pueblo ejerce la soberaníaLa democracia reside perentoriamente en la existencia de unos partidos políticos poseedores de una ideología con la cual gobiernan, y otros partidos, con unas ideas con las que se sitúan en la oposición, de ahí el valor de su pujanza y permanencia malogrando las transitorias debilidades de dirigentes estrechos de mentalidad y con desmedidas ambiciones. El partido opositor vive y debe vivir para la oposición, con el idealismo de sus mejores convicciones poniendo un freno y un dique natural a las ambiciones desmedidas y a la abulia que se apodera siempre de los hombres que gobiernan. Y entre el equilibrio ponderado del gobierno y sus razones de mando y la controversia que brota de la oposición que censura, critica, lucha y hace de fiscal de la sociedad en los cuerpos colegiados se forma, como en una labor de ganchillo, el progreso social de la nación, siempre y cuando los partidos no se presten a los juegos marrulleros de los grupos de presión que siempre están ahí, queriendo meter basa buscando canonjías bajo las sombras del poder.

Tan esencial y necesaria es en la vida de los pueblos la actividad política, la lucha ideológica como la pugna por el poder. El progreso de los pueblos se mide por la valía de sus dirigentes, por la mesurada concepción de sus estadistas, por el impulso y la vitalidad vehemente de los partidos que gobiernan y por la racional oposición de quienes se oponen para impedir la degradación o la pereza de quienes gobiernan. Por todo ello es incomprensible, no se entiende o no tiene razón de ser, la pulsión reiterativa de un alto porcentaje de la sociedad en el sentido de que LA POLITICA NO ME IMPORTA. No es agradable escucharlo porque nos llevamos el amargo presentimiento de que las nuevas generaciones de ciudadanos están nutridas en la inanición pasional de las ideologías políticas. Para ellos la política no existe. Para ellos la política es la expresión de la corrupción. Para ellos la política esta ejercida por demagogos y ladrones. Para ellos la política es la satisfacción de desmedidas ambiciones. Para ellos los políticos deben ser puestos al margen de la vida pública y social. A todos ellos, a los que tienen la concepción de que la política no sirve para nada los invito a que en lugar de silenciar sus gargantas nos acompañen, con su concurso, a cambiar lo que no nos gusta y a mantener vigentes todas aquellas conquistas conseguidas en duras luchas sociales: Seguridad social, educación, salud, pensiones, igualdad de derechos etc., etc... Nunca se debe olvidar que el pueblo, los ciudadanos, son superiores a sus dirigentes como tantas veces defendió Jorge Eliecer Gaitán. Que podemos cambiar las cosas pero que estos procesos no se dan por generación espontanea sino mediante la lucha activa y coordinada del organismo social, que es un proceso histórico que no está en las manos individuales transformar o modificar, por ello es importante tu presencia permanente en las actividades sociales orientadas a mejorar las colectividades en las que nos ha tocado vivir... Y por fin, después de un trabajo honesto, concienciado y meditado, con nuestra presencia en las urnas por ser el único lugar donde podremos transformar y mejorar, para nosotros y para las nuevas generaciones, nuestro medio de vida.

El mercado laboral y la vulnerabilidad de los jóvenes caleños

Por Luis Alejandro Espinosa García.

Más de la mitad de homicidios cometidos en Santiago de Cali tienen como víctimas a personas jóvenes en situación de riesgo que habitan las zonas más marginales de la ciudad. La ausencia de oportunidades reales en el mercado laboral para una gran cantidad de jóvenes es la causa de que la asociación con pandillas sea una alternativa económica o de vida, sobre alguna carrera técnica, tecnológica o profesional o cualquier tipo de actividad política, al igual que sobre la vinculación a organizaciones civiles de juventud. Estos factores, sumados a una profunda tradición delincuencial, hacen que la juventud caleña sea presa fácil para incurrir en la violencia.

Delincuencia juvenilCuando hablamos de juventud no nos referimos únicamente a una condición física o biológica, sino como un proceso de construcción social e imaginarios colectivos que nacen del entramado social y cultural en el que se encuentra inmersa la persona. Tales construcciones se hacen más complejas y particulares en dicha etapa, pues es cuando el sujeto se junta con sus pares construyendo nuevas relaciones en las cuales adquiere más importancia su papel en la sociedad, la pertenencia a un grupo y la construcción del yo a partir de lo social.

Con respecto al mercado laboral, el DANE publicó que la tasa de desempleo disminuyó en enero del 2010 comparándola con la del 2009, pasando de 14,1% a 12,8%. Si bien, esta tasa es menor, el sub-empleo sigue siendo un problema relevante en Cali. Los subempleados son quienes ocupan un puesto que no corresponde a las expectativas del trabajador ni ofrece condiciones que posibiliten el mejoramiento de su calidad de vida. Este fenómeno es el reflejo de la incapacidad del mercado para satisfacer de forma significativa los requerimientos de las personas que constituyen la fuerza laboral, en términos de horarios, salario o cualificación. Así, el subempleo comprende a todos aquellos quienes desean trabajar bajo condiciones más ajustadas a sus intereses, sean cuales sean. Este se mide teniendo en cuenta dos dimensiones, el sub-empleo subjetivo y el objetivo. El primero -sub-empleo subjetivo- toma en cuenta la opinión manifestada por el trabajador acerca de la optimización de sus ingresos, su horario o de tener una labor afín con sus aptitudes. En Cali, el subempleo subjetivo pasó del 32,9% en enero del 2009 a 37,1% en enero del 2010. Por otro lado, el sub-empleo objetivo comprende a aquellos que tienen el deseo de mejorar sus ingresos y han hecho una gestión para ello y están en disposición de efectuar el cambio. En nuestra ciudad, la tasa de subempleo objetivo pasó de 27,6% a 30,2%. (Alonso, 2010).

Continuando con las cifras del DANE, de los desempleados a nivel nacional un 22,6% son jóvenes, es decir aproximadamente 1.228.000 personas. Si bien no encontré información acerca de cuál es la proporción de jóvenes desempleados en Cali específicamente, no es difícil imaginarse que puede ser cercana al promedio nacional, ya que ha tenido, durante los últimos años, una de las tasas de desempleo más altas en el país.

Oportunidades de empleoActualmente Cali cuenta con aproximadamente 379.280 jóvenes entre los 15 y 24 años (Cali en Cifras, 2009), que representa el 17% de la población total de la ciudad. Entre ellos, se pueden distinguir diferentes tipos de grupos juveniles. Uno de estos lo constituyen las pandillas, que son los más notorios por sus manifestaciones violentas. Estas constituyen un conjunto de jóvenes que comparten tiempo y se reconocen como parte del grupo, tienen un nombre que los identifica y los diferencia de otros grupos, cuentan con una historia de enfrentamiento con otros grupos juveniles y frecuentemente, y de manera coordinada, ejecutan acciones que transgreden el orden, entendido como las normas y las costumbres, lo que a veces se enmarca en conductas delictivas (Solís, 2007). A ciencia cierta no existen cifras que muestren qué porcentaje de jóvenes están involucrados y hasta qué punto con este tipo de grupos. No obstante las pandillas son uno de los principales motores de violencia y delincuencia, no sólo en Cali sino en todo el país. De esta forma, la población juvenil de Cali se ha convertido en blanco fácil para la violencia debido a que la situación económica no llena las expectativas de los jóvenes que, al ver improductivo su acceso a la educación y al mercado laboral regular, optan por formar parte de las pandillas o relacionarse con grupos delincuenciales, lo cual aumenta su situación de riesgo y los hace más vulnerables a la violencia.

Durante los últimos quince años, transcurridos entre 1995 y 2010, Cali reporta una tasa promedio anual de homicidios de 83 por cada 100 mil habitantes, lo cual indica que existe un problema estructural con raíces muy profundas tanto en la delincuencia como en la violencia. En el 2010, de los 1.860 homicidios registrados, el 54% estuvo asociado a diferentes tipos de delincuencia y el otro 46% al uso de la violencia como un medio para resolver diferencias entre ciudadanos del común.

Jovenes: blanco fácil para la violenciaEs importante mencionar que el 42% de los homicidios ocurrieron en zonas marginadas del oriente y suroriente de la ciudad de Cali, especialmente en las comunas 13, 14, 15, 21, 7 y 6, y que precisamente los homicidios que más se incrementaron (85%) fueron los ocasionados por enfrentamientos entre pandillas, integradas por jóvenes armados involucrados en disputas por micro-tráfico de estupefacientes y otras actividades ilegales que derivan en luchas por control territorial que terminan en muerte. La segunda zona de la ciudad que sigue en concentración de homicidios es la ladera, donde se reportó un 22% de los homicidios del 2010. De la misma forma es notorio, que en promedio en toda la ciudad y en particular en estas dos zonas el 60% de las víctimas y victimarios son jóvenes (Cali Cómo Vamos, 2011).

Sería insensato pensar que la falta de políticas efectivas contra el desempleo es la única razón por la cual los jóvenes se ven involucrados en la delincuencia y/o victimizados por la violencia. De hecho, siempre he sido partidario de que el principal factor que inicialmente pone a los jóvenes en riesgo, es la educación que se da en la familia. Es esa socialización primaria la que nos da bases fuertes para enfrentarnos a las situaciones inclementes de la vida en el espacio público, en la calle. Y muchas de las familias de los jóvenes en situación de riesgo fallan significativamente en la educación de sus generaciones más jóvenes, pero ese no es el tema en cuestión. Pese a esto, es una tarea muy difícil para las familias entregar o legar valores fuertes y sensatos a un joven que tiene que salir a enfrentar situaciones injustas, como las malas condiciones de un mercado laboral que podrían ser subsanadas mediante políticas administrativas efectivas. Tiene que ser un proceso simultáneo de educación y mejores políticas laborales y económicas, por no hablar de las educativas. Existe una gran variedad de programas y proyectos sociales que involucran a la población joven en riesgo (Conviviendo Sin Pandillas, Cali actuando Frente a las Drogas, las Ciudadelas Educativas, entre otros) pero, en mi opinión, esto sólo actúa como paños de agua tibia sobre un problema mucho mayor que, como ya lo expresé, se relaciona directamente con las condiciones laborales.

En conclusión, Cali es una ciudad con una población joven bastante vulnerable en términos sociales debido a que se encuentra muy expuesta a grupos delincuenciales y por ende a la violencia. Esto se debe a múltiples factores de tipo social y económico, pero principalmente la carencia de oportunidades laborales explica que los jóvenes busquen alternativas económicas ilegales para suplir las necesidades o las de su familia. Esto solo aumenta su vulnerabilidad y los hace más propensos a ser víctimas mortales de la violencia relacionada con el narcotráfico y la delincuencia común, caminos cuyo sendero es cercano a ellos porque se encuentra en el mismo lugar donde viven. De esta forma, es necesario que el Gobierno implemente políticas realmente efectivas contra las excesivas carencias del mercado laboral, porque de otra forma los proyectos sociales que ha puesto en marcha solo representarán registros en los archivos y pérdidas monetarias del dinero público. Con la optimización de las oportunidades que ofrece el mercado laboral se estaría quitando la base del problema, lo cual haría más posible su solución en un futuro. Sin embargo, como ya lo mencioné no es suficiente atacar este problema desde un solo flanco. Así, esto constituye un proceso largo que requiere compromiso por parte de la Administración Nacional y Local y también por parte de toda la sociedad civil, y sus esfuerzos para seguir educando a las siguientes generaciones y preparándolas para las difíciles condiciones que les esperan.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Crónica de una suerte re-anunciada.

Por Luis Alejandro Espinosa García.

Aún recuerdo la primera vez que asistí al Festival Petronio Álvarez. Corría el mes de agosto del año 2007 y una amiga llevaba un par de meses hablándome de él al mismo tiempo que me insistía en que la acompañara al dichoso festival. Pronto llegó el día del evento, del que sinceramente no sabía qué esperar en lo más mínimo, porque no me gusta hacerme expectativas que posiblemente puedan resultar falsas o engañosas. Así, al llegar al Teatro al aire libre Los Cristales (primera sede del evento) fui testigo de una experiencia difícil de describir con palabras. Teatro al aire libre Los CristalesLo primero que sentí fue el olor a pescado frito mezclado con una esencia dulzona pero pesada que en el momento no lograba descifrar, pero que más tarde me enteré que provenía de las empanadas de camarón (las cuales no pude probar porque soy alérgico a los mariscos). Cuando toda mi atención estaba puesta sobre la comida que allí vendían, me percaté de los sonidos que llegaban a mis oídos: la marimba y los tambores jugueteaban rápidamente sobre la tarima alegrando a un centenar de personas que trataban de seguir el ritmo con sus aplausos. Cuando nos acomodamos dentro del público, compramos una caneca de viche por 5 mil pesos y nos dispusimos a disfrutar del espectáculo, bailando y cantando, que duró hasta alrededor de las once y media de la noche. La vestimenta de los anfitriones era muy parecida a la de los artistas que se subían a tocar a la tarima: las mujeres con sus polleras de colores llamativos y sus cabellos recogidos, y los hombres con camisas entreabiertas de colores claros, en perfecto contraste con la tez oscura de sus cuerpos. La combinación entre la gastronomía, la música, las artesanías y la gente hicieron de este lugar y ese momento, una verdadera galería cultural donde era posible caminar de puesto en puesto para degustar una muestra de comida con un currulao de fondo, mientras conversaba amablemente con la gente que se encargaba de recibir y atender a los asistentes, los anfitriones del pacífico.

Festival Petronio ÁlvarezPara nadie es un secreto la condición actual y las dimensiones del festival hoy día. Relato esta experiencia anterior porque hay una cuestión particular sobre la fiesta que me intriga y sé, que al igual que yo hay varios, que se preguntan lo mismo: ¿a qué se debe semejante cambio en tan poco tiempo?

Este año, inexplicablemente una grandísima cantidad de conocidos tenían planeado asistir y me invitaron cordialmente a que los acompañara. Como no podía acompañarlos a todos al mismo tiempo, decidí hacer algo parecido a lo que había hecho 4 años antes. Escogí una amiga y me fui con ella al evento, esperando reunirme con más gente en el lugar. Afortunadamente, antes de salir para allá estuvimos en un conversatorio realizado en la Universidad Icesi con algunos artistas que se presentaban este año en el Festival, y para mi sorpresa prácticamente todo el tiempo discutiendo sobre la misma temática: los artistas consideran que el Petronio ha cambiado en su estructura, ha perdido elementos primordiales de su esencia e incluso se ha degenerado a causa de esta masificación la cual, creen ellos, ha sido impulsada por las élites políticas para hacer del festival un circo más para la masa de votantes. Para que entiendan de lo que les hablo, voy a continuar con mi relato.

Llegamos al lugar aproximadamente a las 6 de la tarde del miércoles 24 de agosto de 2011, con nuestras maletas colgadas en la espalda como dos típicos universitarios caleños. Como las calles aledañas al Estadio Pascual Guerrero estaban cerradas con vallas de contención de la policía a causa del evento, el taxi nos dejó cerca de la Iglesia el Templete y tuvimos que caminar hacia el lugar. Mientras me acercaba iba entendiendo lo que decían los artistas en el conversatorio, los ríos de gente que se vertían en el estadio eran gigantescos, la fila para entrar me tomó casi una hora y mientras la hacía me repartieron aproximadamente unos 15 volantes de publicidad política que nunca miré ni siquiera de reojo, sino que a medida que me los iban entregando los iba botando a la basura. Iglesia El Templete by Fabian Andres RuizCuando llegamos a la primera entrada, en las extenuantes requisas de la policía me hicieron deshacerme de mi lapicero, portaminas y resaltador, al igual que una cajetilla de cigarrillos y un encendedor; la multitud de asistentes parecía más cercana a lo que uno puede ver en un concierto de salsa o reggaetón en la Feria de Cali que a la experiencia de autenticidad cultural que habíamos vivido hace cuatro años en Los Cristales. Al cruzar la entrada el tumulto se hacía más evidente, los cientos de personas que estaban entrando en ese momento caminaban al mismo paso despacioso dirigiéndose hacia la fuente del sonido, al interior del estadio, donde se escuchaba una canción del pacífico que sonaba por los parlantes, pude identificar un bajo eléctrico armonizando detrás de las marimbas y los tambores, por lo cual me percaté de que la música no era en vivo, lo que quería decir que no había empezado el concurso musical todavía, algo de suerte para nosotros. Sin embargo, al entrar al estadio definitivamente el primer olor que sentí fue el de los baños públicos que quedan justo al lado de la puerta del lado occidental de la tribuna, la única entrada habilitada ese día para la audiencia. A medida que avanzaba me sorprendía cada vez más la cantidad de gente que veía en el lugar, y otra cantidad que estaba allí a causa de la primera: es decir, más de 500 policías custodiando cada rincón del estadio con la ayuda de otros 300 guardas cívicos que hacían lo mismo.

Lo primero que hice cuando entré fue contactar a un grupo de amigos que ya estaban adentro esperándonos, así que pasamos a los pasillos que están atrás de las tribunas para encontrarnos con que allí habían ubicado todos los puestos de licores artesanales, por lo cual decidimos comprar algo para empezar a aclimatarnos. Fue entonces cuando me llevé la ingrata sorpresa de que la caneca de viche costaba 12 mil pesos, y que inclusive a un amigo extranjero le habían cobrado ese día 15 mil pesos por la misma caneca. Después de regatear como buen colombiano, logramos que nos la vendieran en 10 mil pesos; sólo entonces nos dispusimos a acomodarnos en el público, ya que en contados minutos iba a empezar el festival y, con él, la música en vivo. Cuando por fin llegamos a la parte interior del estadio experimenté una mezcla de emociones. Por un lado, me sentí muy a gusto con la remodelación que le hicieron por motivo del mundial juvenil que recién se había jugado en Colombia. Ya que me considero un gran fanático del fútbol, no pude evitar sentir cierta satisfacción al saber que nuestra ciudad goza actualmente de un escenario tan hermoso y vanguardista para el deporte local, como es el nuevo Pascual Guerrero. Estadio Pascual GuerreroPor otro lado, no podía dejar de pensar en las críticas que los conferencistas del pacífico habían hecho en uno de los pequeños auditorios de mi universidad a medida que mi experiencia en el Petronio se iba convirtiendo más en lo que había vivido en Rock al Parque en Bogotá: una multitud sofocante que se reúne para ver al ídolo hacer su magia. Con la diferencia importante de que aquí seguramente no más de un 2% de los asistentes sabían realmente el nombre del artista que tenían al frente.

Cuando nos acomodamos en la tribuna occidental nos encontramos con seis amigos que a pesar de tener dos canecas de viche casi acabadas, estaban sentados en las sillas como si estuvieran presenciando un partido de la primera B, o algo muy aburrido. Acto seguido les pregunté por qué estaban tan cabizbajos, y ellos me hicieron caer en cuenta de que el espacio en la tribuna era demasiado reducido como para que un grupo de 6 personas pudiera interactuar, ni siquiera bailar, cómodamente. Entonces me di cuenta de que la pista atlética estaba habilitada para el público y decidimos bajar allá a probar si era más cómodo, lo cual comprobamos cuando llegamos abajo. Apenas llegamos pudimos sentarnos en el suelo, formando un círculo en el cual podíamos comunicarnos fluidamente, cosa que era imposible en la tribuna debido al ruido y a la ubicación lineal en la que estábamos. Cuando estuvimos abajo, tuvimos la oportunidad de bailar un buen rato aproximadamente hasta las 11 de la noche, cuando dieron por terminado el primer día del XV Festival Petronio Álvarez, y de la misma forma nosotros dimos por terminado nuestro día al irnos a nuestras respectivos hogares para interiorizar y reflexionar sobre la experiencia que acabábamos de tener. Sin embargo, yo me sentía incompleto.

Platos típicos del pácificoPor ningún lado había visto los puestos de comida y ni siquiera había sentido los olores de la cocina pacífica surcar la brisa que fluye en los alrededores del barrio San Fernando. Por eso, al otro día en la Universidad pregunté a cuanta persona había visto el día anterior, que si sabía de la existencia de la muestra gastronómica, a lo que todos me contestaron que efectivamente, la muestra gastronómica estaba ubicada en la parte de atrás de la tribuna norte del Estadio. El jueves fue imposible ir al Festival por cuestiones académicas, pero el viernes decidí ir porque no podía creer que el Petronio hubiera perdido esa capacidad de conmoverme estimulando cada uno de mis sentidos. Me negaba rotundamente a que fuera así.

Ese día llegué más tarde al estadio, aproximadamente a las 8 de la noche. Para mi asombro, no estaban permitiendo la entrada de más público al interior del Pascual, porque según ellos ya estaba copado. La historia del día anterior se había repetido, pero esta vez multiplicada por tres. Había tres veces más gente, y por tanto había tres veces menos espacio para caminar, tres veces mayor cantidad de policías y el triple de basura tirada en el piso. En la parte de atrás, donde estaban ubicados los puestos de comida, en la Plaza de Banderas habían ubicado un segundo escenario que también estaba totalmente repleto y al que tampoco estaban permitiendo la entrada por esa misma razón. Entonces nos ubicamos en un pequeño parque justo al lado del escenario, lleno de grandes árboles y en el cual hay una estación de policía que da la cara a la avenida quinta. Compramos de nuevo la consabida caneca de viche y nos sentamos a escuchar el distorsionado ruido mezclado de los dos escenarios, cosa que hacía poco placentero mi segundo día en el Festival. Cuando sentí un poco de hambre me dirigí hacia la zona de comidas, y que sorpresa me llevé cuando me pidieron 15 mil pesos por un plato de pescado frito. Precio que me quitó enseguida las ganas de estar allí. Volví al lugar donde estaban mis amigos, justo en el momento en que a unos 30 o 40 metros se formaba una pelea entre dos grupos de jóvenes, precisamente detrás de la estación de policía de la que salieron unos diez agentes a controlar la situación golpeando a diestra y siniestra a los implicados en la pelea. Afortunadamente no pasó a mayores y el evento continuó sin percances. Pero ya no había ninguna razón para quedarme en ese lugar. Haciendo un balance rápido, el viche costaba lo mismo que el aguardiente y te deja una resaca diez veces peor, la comida costaba más del doble que el año pasado y realmente la aglomeración de gente no era algo muy cómodo porque eso había evitado nuestra entrada al festival. Ahora estábamos sentados en un parque, tratando de adivinar qué era lo que estaba cantando la banda que tocaba en el escenario más cercano a nosotros a partir de un sonido por demás indefinible. Allí estuvimos hasta las 12 de la noche. En ese momento decidimos irnos para la Calle del Pecado a empezar una fiesta que creímos iba a comenzar con nuestra llegada al estadio, pero en lo cual nos equivocamos.

La Calle del PecadoLa Calle del pecado es una cuadra larga conformada en su mayoría por hoteles de 7 u 8 pisos que se llena de gente alrededor de los artistas que salen a tocar sus tambores después de que termina la “fiesta” en el Petronio Álvarez. Es una continuación de la fiesta, más no del festival. Es decir, no venden comida típica ni tiene relación formal con el evento, pero la gente que acude es en su mayoría gente que salió del estadio y quiere continuar su noche con un ambiente más o menos parecido. Había alrededor de mil personas (demasiadas para una sola cuadra) tomando, fumando, comiendo y bailando al ritmo de los tambores que imprimían la única alegría a la calle. Los olores más evidentes eran los de la comida callejera que allí se vendía, la cual no tenía nada que ver con el pacífico. Eran chuzos de res, chorizos y pinchos asados al carbón, cuyo aroma se mezclaba con el del cannabis que un gran número de personas estaban disfrutando en ese momento.

Mientras tomábamos viche en la Calle del pecado, me puse a pensar si habría alguna forma de responder mi interrogante y llegar a una conclusión. Tenía que recoger opiniones de varias personas y a partir de ahí construir mi propia conjetura. Estaba seguro de que no me sentía a gusto con el cambio, ya lo había experimentado en carne propia, pero mi objetivo era descifrar la razón por la cual el Festival había pasado de ser una muestra cultural bien organizada y auténtica, a un “monstruo” cultural casi que amorfo y muy desorganizado. Ya contaba con las opiniones de los maestros que las habían expuesto en un espacio académico, y las cuales resumían que el cambio estructural del Festival se debía a influencias políticas que habían descubierto en él un espacio perfecto para hacer campaña electoral. Era hora de recoger algunas opiniones en la calle acerca de lo que las personas habían vivido este año en el festival. Decidí preguntarle a varios conocidos que sabía que habían asistido a versiones anteriores. Mi pregunta fue bien clara: quería saber por qué ellos creían que el festival se había convertido en lo que es actualmente.

A pesar de que todas las respuestas eran claramente diferentes había algo particular en todas. De ahí saqué mis primeras conclusiones. El festival se había hecho gigantesco por sí solo. La misma experiencia maravillosa que yo había vivido hace 4 años, había atraído cada año más y más gente. De la misma forma, los propios anfitriones se dieron cuenta de que la sociedad caleña es un gran consumidor en potencia (cosa que explica la subida exponencial de los precios). Hecho que no fue ajeno a las élites políticas, las cuales se decidieron a impulsarlo como “un espacio para mostrar y compartir la cultura del pacífico”. Lo que vino después es en definitiva lo que el mercado le hace al arte: masificación mediante la mercadotecnia. Y con la masificación se pierde calidad, organización y autenticidad. Es el precio que debieron pagar los dueños del Festival (la comunidad afro-pacífica) por crear un evento grande que les permitiera sacar el mayor provecho económico a su cultura.

A propósito de los discursos vacíos en el acontecer político

Columnista Carlos Herrera Rozo.

Ha sido corta la respuesta pero significativa: "La condigna sanción en las urnas se verá cuando se derrote a los legítimos contradictores con el voto de los que no creen en discursos vacíos sino en la solución concreta a la problemática colombiana".

Yo entiendo que el mundo en que vivimos es el mismo y que cada cual lo ve de una manera diferente de acuerdo a su ideología o a la suma de intereses que nos acucian; de todas maneras cuando lo entendemos como una carrera, como un desgaste, como una competición somos incapaces de comprender, a la luz de la fría razón, los hilos que lo mueven. La forma en que definimos los problemas es esencial para descubrir las soluciones. Las metáforas con las que definimos la vida, la existencia, determinan como la vivimos. Así, pues, existen metáforas que resultan útiles para la convivencia y otras que serán devastadoras, destructivas. Los discursos vacíos son aquellos carentes de contenido o aquellos otros que el contenido induce a error. También existe un discurso vacío cuando en lugar de buscar la contradicción en las causas de las cosas o de los hechos, pretendemos, por razones de conveniencia y ocultación de la verdad, buscarlas en el argumento del legítimo contradictor. Practicada así la dialéctica induce a errar tanto al desprevenido lector como a quien así la práctica.

Seguridad democráticaSolo cuando nos damos cuenta, a través del análisis desinteresado, frió y racional, de que los esquemas sobre los que se sustenta el humano vivir están distorsionados por intereses ajenos a la colectividad es cuando se produce la verdadera liberación. Es cierto que la vida, individualmente vista, es una guerra sin tregua en la que morimos con las armas en la mano; pero la guerra colectiva, el enfrentamiento social armado es el sometimiento de la razón a la barbarie, tanto más grave si quienes desde el Estado de derecho orquestan estos hechos patrocinando el viaje, de muchas generaciones de ciudadanos, al corazón de las tinieblas. Es difícil, cuando leemos la prensa o escuchamos los medios de comunicación, no recordar la tremenda exclamación de Kurz, el personaje de Konrad, en el Corazón de las Tinieblas: "¡Ah, el horror! ¡El horror! Y es que dan vértigo y escalofrió los miles de desplazados, los miles de muertos anónimos, los falsos positivos, los grupos armados sin ningún control y un estado de derecho cojitranco dando palos de ciego. Se equivocan quienes creen que la solución de los problemas colombianos está en la guerra, en el combate cuerpo a cuerpo entre colombianos, hasta cuando gane el más fuerte por la imposición de las armas.

Mientras no se combatan las causas de la descomposición social del país, nada se conseguirá fuera de seguir incrementando la violencia y la sin razón que tan buenos resultados electorales les ha deparado a las huestes de los Partidos Políticos, toda su gestión, su manera de empezar sus mandatos como ultra liberales de extrema derecha, recortando el bienestar social, educación y salud pública, abriendo las puertas al libre mercado a expensas de los intereses nacionales, entregando las tierras a las multinacionales agrícolas o a las mafias, sacrificando el medio ambiente y a los campesinos, la sesión a empresas extranjeras de los recursos hídricos, las siete bases norte americanas, son tan sólo la punta del iceberg de la política de lo inconfesable, de la guerra sucia y de la trastienda que se oculta y legitima detrás de la política de Seguridad democrática.

Seguramente sigo navegando dentro de un discurso vacío de contenidos pero sigo pensando, y convendrán conmigo, que la vida no es una carrera, sino un tiro al blanco, que lo que importa no es el ahorro de tiempo para llegar primero, sino la capacidad que se ha de tener para encontrar la diana. "El arte de la guerra" del general Sun Tzu, es un libro sobre practica militar de dos mil años de antigüedad. Aunque es un libro sobre la guerra, son muchos los ejecutivos que lo leen porque ven útiles sus consejos para su profesión. En la política, la guerra también lo impregna todo, pero esta guerra tiene que ser dialéctica comprendiendo, sin atajos, que el avance de la vida de los Estados y de la de sus ciudadanos es un viaje en el que no existen caminos llanos sino pendientes pronunciadas y bajadas de vértigo que hay que aprender a manejar con tacto y mejor razonamiento. Afirmaba Proust que el verdadero viaje de descubrimiento no consiste en buscar nuevos paisajes sino en mirar con nuevos ojos.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Latinoamérica: La región más próspera del mundo

Por Camilo Medina.

Es curioso ver cómo nos lamentamos constantemente de la condición socioeconómica de nuestro continente, aun más sabiendo de nuestras privilegiadas condiciones tanto de suelo como de ubicación geográfica; personalmente yo me pregunto, dejando por fuera tanta teoría y especulación, por qué los del norte se “desarrollaron”, será ¿la gente?, ¿suerte?, ¿territorio?, ¡No! o por lo menos eso creo yo.

Latinoamérica: La región más prospera del mundo.Los del norte, y con esto me refiero a países del mal llamado “primer mundo”, han tenido procesos de industrialización más prósperos y precoces que los países latinoamericanos. Aquí es menester dejar claro que este proceso lo tomo de forma anacrónica. En mi concepto, este rápido desarrollo ha sido gracias a un factor clave, la integración regional. Un arma poderosa pero de doble filo, es utopía y realidad, es tenerlo todo y a la vez nada. Puede sonar a cliché pero reitero que nuestro gran tesoro es nuestra gente. Esto es cierto y a veces por ingenuos pecamos, sin embargo allí está uno de los factores que en el caso de proponérnoslo realmente nos hará grandes, fuertes y unidos ya que tenemos una sola raíz, un mismo mito fundacional. No nos dejemos engañar por esos imaginarios que lanzan y vemos a diario impulsados generalmente por países desarrollados para conservar su mano de obra, los que hacemos el trabajo sucio y recibimos menor retribución.

Hay cientos de artistas, políticos, obreros y ciudadanos que sueñan y luchan por ver este continente unido, trabajando mano a mano, sin embargo, ciertas riñas ideológicas, algunos incidentes y un fuerte tráfico de influencias no han permitido en los últimos años que ese gran sueño al final del túnel se convierta en realidad.

Latinoamérica tiene todo para ser un gran pueblo, de hecho lo es, pero no podemos vivir divididos, en Mercosur, Unasur, CAN, entre otros. Estas organizaciones más que unión nos crea barreras. Es cierto todo tiene un comienzo pero ¿no creen que estamos tratando de comenzar hace muchos años?, no podemos esperar más mientras vemos que las naciones industrializadas nos roban nuestra materia prima, nuestras ideas y nuestra gente. Tenemos todo para ser una gran región. Quiero dejar claro que no estoy proponiendo un supra-estado estilo URSS, sólo algo de integración real, efectiva y eficiente. Que en vez de quitarnos mercados, bombardearnos, robarnos y discutir, pongamos lo de mejor de cada nación a servicio de una cooperación regional que busque el beneficio de nuestro continente. El estilo de la Unión Europea no está mal para empezar, y si esa cantidad de países enanos, con suelos improductivos y poco territorio pudieron ¿por qué nosotros no?

sábado, 26 de noviembre de 2011

¿Qué es hacer etnografía?

Por Daniel Hidalgo.

Desde que comencé este avatar disciplinario, de un bachiller atareado de indecisiones a un estudiante universitario de antropología, parte de mi tiempo se ha enfocado en explicar ¿qué significa, cuál es el campo laboral y qué hace la antropología? Estas y más preguntas con respuestas que varían de persona en persona me han llevado a enfrentarme a preguntas y respuestas que ni siquiera en mi mente se habían resuelto. Una de ellas ha sido, como me lo preguntó una vez un amigo que estudia ingeniería de sistemas en la ICESI, -bueno y ¿qué es etnografía?-

Qué es etnografía y qué es hacer etnografía, ambas remiten a diferentes respuestas, sin embargo el hacer etnográfico seria la pregunta que respondería con más seguridad. Hacer etnografía es... no sé, pero cuando alguien relevante para mí me lo pregunta (como mi amigo), la respuesta que me evoca está inundada de experiencias, de emociones, de risas, de desilusiones y desafíos. Tal vez es fácil sintetizarlo todo en una definición, la más clásica, o tal vez no, pero sin embargo, me toma unos segundos mientras me avasallan los recuerdos de mis experiencias pasadas. Es algo parecido como cuando se nos pregunta a los que estudiamos Antropología ¿qué es Antropología? es tantas cosas al mismo tiempo, y tal vez suene muy romántico, pero para cada quien es lo que para él o ella se ha enfocado esta holística disciplina y formas de ver el mundo en su vida. En un sentido clásico y a grandes rasgos, la etnografía es: la metodología de preferencia por el antropólogo, herramienta de análisis que se caracteriza por ser más cualitativa que cuantitativa y estar basada en lo que se denomina observación participante.

Tribu PosmodernaMi primera observación participante: cuando por primera vez hice un ejercicio descriptivo en segundo semestre, me veía enfrentado a preguntas como: ¿cómo sería mejor escribir, en primera o tercera persona? ¿Qué tipo de detalles deberían estar descritos, todos y cada uno de los que había observado, o solo los que a mi parecer serian útiles? Pues, a pesar del conocimiento que había recibido sobre la etnografía en las aulas, enfrentarse a ella me resultaba desafiante. La poca experiencia, o tal vez la poca pericia de mi parte en el asunto, me hacia cuestionar mis modos de abordaje. Además, debía ponerme de acuerdo con mi compañero con el que estaba haciendo la descripción. Jugar con el medio, tal vez hacerme de espía y camuflarme con la gente mientras anotó las observaciones, como las novelas de espionaje. Ese tipo de ideas pasaron por mi cabeza pero no, tenía que darle un sentido más estricto y maduro a este primer abordaje; estaba a punto de enfrentarme a la herramienta de trabajo más importante como estudiante de antropología y futuro antropólogo.

Mi compañero y yo habíamos consensuado escoger el parque del Perro como un lugar de encuentro y de referencia nocturno con ciertas peculiaridades, en donde se evidencian varias dinámicas sociales que se mezclan: la música y sus diversos géneros, la comida y sus diferentes tipos y sabores, el cigarrillo, el licor, la marihuana. En sí, la tesis era cómo este lugar se tornaba tan propicio para ser un centro de encuentro por la misma gente que lo frecuentaba y, por su localización, en donde convergían diversos grupos de personas, practicando diversas actividades en un mismo espacio.

De igual manera, nos resultaba llamativo abordar un espacio que, conocido y frecuentado por muchos como un lugar recreativo, se transformará en un objeto de estudio de la antropología para unos pocos como nosotros. De forma que, cuando llegamos al parque, un sitio que yo frecuentaba muy seguido, el hecho de haberlo escogido y observado como un objeto de estudio me parecía algo inquietante, porque era una manera de interactuar con el medio y comprender la forma como nos comportamos y funcionamos en ciertos espacios públicos desde una perspectiva diferente a la que normalmente estamos condicionados.

Sin embargo, cuando acudimos al método etnográfico, generalmente, como lo hemos estudiado en los textos clásicos antropológicos: “Sexo y temperamento en tres sociedades primitivas” (1935) de Margaret Mead o en “Los argonautas del Pacífico Occidental” (1922) de Bronislaw Malinowski, entre otros. El etnógrafo se ha enfrentado solo al campo, es un ser único dentro de una comunidad distante y diferente a él, la otredad. Él se piensa y piensa a los demás, con su único compañero no ajeno a él, el cuadernillo de campo.

Seguramente estas ideas y experiencias sobre la etnografía se alejan mucho de lo que podría ser una respuesta corta, rápida y concreta. Pero, de alguna manera, la forma en que he desarrollado un discurso sobre lo qué para mí ha sido la etnografía, pone en evidencia la complejidad de esta disciplina y el tipo de experiencias que producen sus métodos de análisis que compenetran las emociones y personalidades de sus investigadores con el entorno y con lo que significa la disciplina. Fue así, como mi desafío frente a mi primera observación participante fue motivada por una reflexión de este tipo. Mi afán por no ser una oveja más del rebaño, me motivaba a independizarme de una sola forma de ver, sentir y entender el mundo para tratar de comprenderlo en su diversidad, a partir de la herramienta por excelencia del antropólogo, la etnografía.

viernes, 25 de noviembre de 2011

¿Vivimos en una Democracia o en una dictadura internacional?

Columnista Carlos Herrera Rozo.

La globalización, la aldea global o como quieran llamarla, es un hecho que padecemos diariamente, no tanto por la trascendencia misma de su expansión como por lo limitado de su alcance, habida cuenta de que solo se ha hecho patente en el sector económico y financiero. Hoy sabemos que no hay islas económicas ni fronteras para las compañías multinacionales. Que las islas se reducen al sector social, al hombre que está cada vez más desprotegido, al vaivén de espurios intereses económicos. Los ejemplos, los tenemos por doquier y son incapaces de sacudir las conciencias, basta un ejemplo: Las multinacionales de la salud se hacen multimillonarias vendiendo vacunas contra la gripe A. Y hoy sabemos que han engañado a todo el mundo y, sin lugar a dudas, comprado a muchos funcionarios de la OMS. Perdónenme pero las cosas hay que llamarlas por su nombre y, aquí, como en muchos otros asuntos públicos, ha habido funcionarios venales.

Dictadura internacional, cubrimiento mediáticoHoy, más que nunca sabemos, gracias a las nuevas tecnologías de la información que, cualquier hecho, por anodino que parezca, que suceda en cualquier lugar del mundo, tiene repercusiones en todo el globo terrestre. No existe hoy un solo dolor aislado en el mundo, guerra, expolio, sometimiento, esclavitud o tortura de la que no tengamos conocimiento y que no repercuta en nuestras vidas, por ello, no entiendo el silencio cómplice de las multitudes, solo me llegan las volutas de sus sueños truncados, el miedo y su terror… ¿A qué? ¿A seguir marginados? ¿A negarle a sus hijos y a sus nietos el futuro? ¿O, simplemente a negarse a vivir para que otros vivan de su sudor y dolor, mientras viven ellos permanentemente esclavizados?

Hoy, son muchos los países que quisieran seguir viviendo encerrados en su propia realidad, arraigados en sus costumbres vernáculas, porque las encuentran buenas o porque están habituados a ellas. Ya no pueden hacerlo ni lo podrán a volver a hacer jamás. Hoy ningún país podrá resolver sus problemas fuera del concierto de las naciones tanto más si ellos son de índole económica: los mas fútiles alimentos de la vida diaria hay que buscarlos en diversas latitudes, la carne en Argentina, el café en Colombia, el cacao en África, cereales en Estados Unidos, Flores en Holanda etc. Etc. Es decir que cualquier error de apreciación política nos puede conducir, y nos ha conducido muchas veces, a una tragedia colectiva. El cambio climático puede servirnos de ejemplo irrecusable.

Entonces, ¿hacia dónde avanzamos? Debemos convencernos de que avanzamos hacia un nuevo orden internacional que no puede ser de bloques, como pretenden algunos, con el ánimo de mantener algunas canonjías o convertirse, por mor de la fuerza, en grupos de presión, o interponiendo razones ideológicas, sociales, raciales e inclusive diferencias culturales y tribales atribuidas a su cultura y civilización, ni oriente ni occidente, sino de rigurosa integración. Nada es válido ante la realidad que nos avasalla. El mundo de hoy ha dejado de ser internacional y nos encontramos ante una realidad universal. Las soluciones parciales ya no son posibles y las concesiones entre terceros imposibles. El hambre para hoy y el pan para mañana han dejado de existir. Hoy tenemos hambre y mañana también y los crímenes están a la orden del día, todo ello seguirá ocurriendo mientras no accedamos a decisiones globales justas y equilibradas. Es lamentable, por decir lo menos, que cuando se reúnen los líderes mundiales, el de los ocho, el de los veintiuno o el de los cuarenta, están más preocupados por los resultados de las guerras y los beneficios que de ellas se derivan, como simples criminales de guerra, para hablar de PAZ, e intercambiar diálogos intonsos, sin sentido y alejados de la realidad, el mundo que dicen proteger se desborona a sus pies sobre millones de cadáveres humanos, mientras crecen de manera exponencial las cuentas bancarias de unos cuantos desaprensivos que medran a su alrededor.

¿De qué medios nos podemos valer para lograr esa revolución internacional en la que los recursos humanos, las materias primas, el comercio y la industria y, en general, la riqueza de las naciones estén al servicio del hombre? No hay, a mi modo de ver, sino una sola salida: La Sociedad de Naciones. Este mundo mezquino e interesado solo puede ser unificado dentro de un organismo donde quepan todos los Estados en igualdad de condiciones y sin limitaciones de ninguna índole, sin dobleces, donde no exista el voto de exclusión que permita asaltar la buena fe de los demás como está ocurriendo hoy en la ONU. Si no somos capaces de aceptar la democracia en su sentido más prístino jamás conseguiremos un mundo en paz y globalizado. La democracia internacional para que exista y pueda ser aplicada ampliamente debe tener como premisa previa la Ley, que tiene que a su vez, estar por encima de los gobernantes, de los gobiernos y de los gobernados, sujetando su mandato al estricto cumplimiento de sus principios como voluntad inexcusable del constituyente primario e impidiendo que el miedo y el terrorismo de Estado se imponga sobre la conciencia universal. Hoy ,querámoslo o no, vivimos un mudo donde se impone la dictatocracia, es decir, la dictadura elevada al altar de la democracia gracias a la desinformación de la población, haciendo uso de los medios de comunicación, que orientan el voto hacia los intereses de aviesos grupos de presión. Por todo ello es necesario, fundamental diría yo, ampliar la participación ciudadana en las decisiones que afecten los intereses comunales, mediante la creación de asociaciones especificas o cabildos locales, cuyas decisiones tengan fuerza de obligatorio cumplimiento para el ejecutivo, despejando con ello cualquier interés foráneo y poniéndole, de contera, freno a la corrupción. Si este paso previo se consolida, si la conciencia política ciudadana se hace cargo de sus responsabilidades para con su futuro y el de las nuevas generaciones, el paso al mundo globalizado se dará sin traumatismos en el convencimiento de que la Ley estará, como debe ser, por encima de los gobiernos, los grupos de presión y los intereses financieros.

Dictadura internacionalEstá demostrado el fracaso de las políticas neo-liberales: la aberrante situación de los trabajadores de las maquilas, la explotación inmisericorde de los trabajadores agrarios, el expolio de los recursos naturales, los desplazamientos de millones de seres humanos, el cambio de la tenencia de tierras para ser explotadas por las multinacionales del agro y las mafias, el negocio de las semillas transgénicas , la desaparición de las semillas naturales, los movimientos de capitales financieros sin estar sujetos a ningún control, la deslocalización de las empresas con el consiguiente crecimiento del paro en los lugares donde se produce, la burbuja inmobiliaria, los asesinatos selectivos, las desapariciones forzadas, las persecuciones sindicales, la división del mundo entre buenos y malos dependiendo de las necesidades de quien lo decreta, la creciente pauperización de las clases medias y, a todo este maremágnum, sumar las excelentes cuentas de resultados de los bancos y las grandes empresas, en tanto que, millones de hombres ,mujeres y niños mueren de hambre, sed y desatención general. Algo anda mal, muy mal y requiere una pronta intervención antes de que el malestar social se desborde: La dictatocracia en la que vivimos, ajena a sus obligaciones, sirve de policía, de vigilante privado, de guarda espaldas, de perro faldero y de hazmerreir de circo a los intereses del poder económico. Está en las manos de los ciudadanos cambiar estos desaguisados, basta con el firme compromiso de hacer valer nuestro voto otorgándoselo a aquellos que nos ofrezcan soluciones a los problemas de las colectividades mediante programas bien estructurados y no mediante paraísos y nirvanas. Los partidos políticos tienen que comenzar a ser creíbles, a diferenciarse ideológicamente y a practicar dentro de su seno la democracia que dicen defender, la llamada disciplina de partido, nefasta para el libre disenso, no es otra cosa que la exaltación de la dictadura, el mesianismo y el autoritarismo frente a la dialéctica y al dialogo constructivo que permite crecer y corregir a tiempo la evolución ideológica de los partidos.

Como hemos visto son muchas las cosas que tenemos que cambiar para conseguir ensamblar un mundo verdaderamente globalizado. Todo está desestructurado. Tenemos que comenzar a corregir las cargas desde la base, es decir, desde los municipios para crear conciencia ciudadana, hasta llegar a los más altos estamentos del Estado. La pirámide debemos invertirla porque no podemos continuar cambiando para seguir en lo mismo. Está ampliamente demostrado que el pensamiento de nuestros políticos es superado por los acontecimientos cotidianos o, en su defecto, que obedecen a intereses particulares desoyendo el interés general. El cambio comenzará cuando seamos capaces de reestructurar los partidos políticos, teniendo como fundamento una democracia que pueda ser aplicada al concierto general de los ciudadanos, en condiciones de igualdad para todos y dentro de la más estricta justicia social.

Para terminar esta nota permítaseme incluir aquí, a modo de buen ejemplo, parafraseando algunas anotaciones que hiciera Alexander von Humboldt, en su viaje por América, y que aun son hoy de rabiosa actualidad, lo siguiente:

Sobre los esclavos: “En ningún lugar uno se avergüenza tanto de ser Ciudadano del primer mundo como en los países pobres. Discutir sobre cual nación trata mejor a los países del mal llamado tercer mundo, a los indios, a los mestizos, a los negros y a los pobres es como elegir entre ser acuchillado o desollado.

Sobre los indios y los pobres: “Entre todas las religiones, ninguna enmascara tanto la infelicidad humana como la religión cristiana. Quien visite a los desafortunados, sujetos al látigo de los frailes, no querrá volver a saber nada mas de la Cultura Europeos y su Teocracia.

Sobre la expansión de los Estados Unidos: Las conquistas de los Norte Americanos me disgustan mucho. Les deseo lo peor vayan donde vayan. Lo mejor sería que se quedaran en su casa, en lugar de difundir su loca esclavitud parapetada en la democracia.

Sobre las desigualdades sociales: En todo el mundo las desigualdades sociales saltan a la vista. Salta a la vista la desigualdad de los derechos y de las fortunas. Pero no es menos denigrante esa desigualdad que separa a los hombres por el color de su piel, su lengua, su creencia religiosa, su bandera o su ideología política.

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