En este periodo del año se ha venido agitando una cuestión de gran polémica en los últimos días. Claramente mantengo mi posición al respecto.
Se trata de la reforma a la ley 30. Que es un conjunto de puntos que, si bien podrían traer alguno que otro beneficio, ponen en peligro, en gran parte, la forma de financiación de las universidades públicas y su autonomía. Explicaré esto.
A pesar de que no se menciona directamente la privatización de universidades públicas, si hay un punto de la reforma que puede ser el eslabón para que desencadene la privatización de las universidades. Este hace referencia a las formas de financiación. Según este aspecto, los dineros que el Estado otorga a la universidad directamente, ahora serían entregados a fondos de cooperativas como del carácter de Colciencias. Éstos cederían los dineros a la universidad pero en forma de créditos, teniendo esta última que asumir el pago de ciertos intereses, además de no recibir directamente los fondos necesarios para su funcionamiento. Así podría avanzarse considerablemente la deuda hasta el punto de tener que cerrar la universidad pública o cederla al sector privado, que pudiera saldar su cuenta.
Por otro lado está la cuestión de la autonomía. Afirmo que se disminuye la autonomía porque al pasarse los dineros a estos fondos, se va a implementar una bolsa de competencias que consiste en otorgarle capital financiero a la institución que más se acomode a los intereses de la cooperativa. De este modo decisiones administrativas y académicas que debería tomar principalmente la comunidad educativa, quedan relegadas bajo la subordinación de estas cooperativas. Por ejemplo: la gama de posibilidades de las investigaciones se deberá ceñir al escenario que propongan las cooperativas, es decir a sus necesidades e intereses, para obtener su financiamiento.
Sin embargo veo que no todo está perdido. Después de haber erradicado el proyecto en el congreso, han pasado una serie de airosos acontecimientos que alivian la agitación sufrida por muchos estudiantes y personas en general del país. Hemos presenciado una consecución de marchas que a medida que se llevaban a cabo, mayor es la población que apiñan y más variados los estilos de protesta. Esto realmente me tiene sorprendida, confieso que nunca hubiese imaginado a los estudiantes que tanto queremos a los tombos, besándose con ellos como símbolo de una protesta pacífica. La besatón, la marcha nocturna, carnavalesca y el desnudo, fueron algunos de los aspectos más sobresalientes que identifico como atípicos de las marchas que en general he presenciado. Sobretodo estas nuevas características me parecen hasta conmovedoras, pues participando de ellas no se ve como un sufrimiento el reclamar derechos propios de todo ciudadano, sino como un incentivo para aclarar dudas, construir lazos sociales y, desde mi perspectiva sociológica, sobretodo, ver directamente el momento, así parezca efímero, en que la sociedad se une en torno a un objetivo y pone todos sus esfuerzos, creatividad y disposición para conseguirlo por los medios que cree adecuados, realmente esa experiencia me pareció muy enriquecedora.
De otro lado están todos los altibajos que esto puede tener. Por ejemplo darse cuenta de la situación en otros países como en Chile, en donde el paro se ha extendido un largo periodo y un problema principal es la no formación de las masas estudiantiles en lo referente a buscar salidas de su crisis. Los cándidos malentendidos conyugales al presentarse situaciones como la Besatón. El asombro de gran parte de la población al ver el desnudo como forma de protesta, y en la otra mano la perspectiva y conciencia global que tienen los que lo hacen, sabiendo que es ya una forma asimilada de protesta en varios países de Europa. Y no puede faltar el cuadro tan conmovedor que es ver un policía dejándose besar por una estudiante, que significa para mí visualizar esa figura fetichizada de monstruosa, insensible, violenta y opresora, como un simple ser humano con iguales posibilidades de sentir, añorar y aspirar y soñar cosas como nosotros. Y que puede también estar siendo afectado por las medidas del gobierno, así le toque asumir aquel trabajo ya estigmatizado.
Por último me alegra saber que felizmente la reforma se retiró del congreso el día 16 de noviembre, demostrando con esto la fuerza potencial que tiene la sociedad civil y sobretodo recordándonos que la tiene, siendo ésta como un suelo casi inagotablemente fértil en el que se pueden formular y construir organizadamente múltiples proyectos para mejorar las condiciones de vida de la misma. También nos recuerda que está en todo el poder y tiene todas las posibilidades de ser escuchada por su agente representante que se es el Estado.
lunes, 5 de diciembre de 2011
La reforma de la ley 30 nos recuerda cosas
Por Sofía Usman Salazar.
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1 comentario:
Sí, a mi también me gustó mucho, fue un honor poder compartir un poquito con hermanos caleños, hermanos colombianos, hermanos latinoamericanos; me parecen las palabras precisas para hablar acerca de la belleza que encierra la protesta y en ...torno a ella la unión de la sociedad civil, pues la protesta no es necesariamente el coraje, el mitote, también puede ser una expresión de amor en el llamado a unirse y dialogar sobre el bien común.
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