lunes, 21 de noviembre de 2016

La lectura desde dos perspectivas

Por Mary Dagua.
“La lectura, resurrección de Lázaro,
levantar la losa de las palabras”
Jorge Perros

El acto de leer es inmenso en todo el sentido de la palabra, nos permite conocer nuevas cosas, viajar en el tiempo, recordar, soñar, educarnos; en conclusión, nos lleva a vivir en la mejor medida posible. Pero más que ese romántico punto de vista de la lectura, esa que tenemos los soñadores y quienes amamos la lectura, hay dos puntos que resaltare y amplificaré con la ayuda de “Como una novela” del autor francés Daniel Pennac.

En primer lugar, hablare sobre “la lectura como comprensión”. El acto de leer algo, comprenderlo e incluso poder comentarlo, reseñarlo y compartirlo. La palabra clave en esta lectura es la deducción, pues bien, necesitamos para lograr deducir un texto de tres actos claves: comprender la relevancia del texto, recuperar lo más importante del texto y finalmente la inferencia utilizando nuestro horizonte hermenéutico.

El horizonte hermenéutico es ese diccionario que todos tenemos en la cabeza, una enciclopedia o incluso, para los más estudiosos o conocedores, una biblioteca llena de información relevante para comprender un texto. Con este podemos deducir actos y palabras así podremos tener una mejor comprensión lectora.

Nos cuenta Pennac que el comienzo de ese horizonte hermenéutico, de ese amor por la lectura se da cuando empezamos a preguntar, ¿cuáles serían ese tipo de preguntas?

“- ¿Cómo se escribe eso?
- ¿Cómo se escribe qué?
- prehistórico
- p.r.e.i.s…
- déjame ver”

Y está bien eso, preguntar nos abre muchas puertas, como dicen muchos docentes “es más bobo el que no pregunta porque continua ignorante en su pregunta”, así empezamos todos, comiendo tierra por la curiosidad de su sabor, tocando la candela para saber que se siente, mordiendo al perro ya que si el muerde ¿por qué yo no puedo?

Luego de ampliarlo, podemos continuar con la lectura ya desde un acto de deducción, ya sabemos que la princesa siempre termina con el príncipe y la bruja malvada en la ruina. Y después pasamos a querer ese pedacito de texto, ese párrafo que nos encanta, esa frase, esa página y luego ¿por qué no? Ese libro.

“El mismo párrafo, evidentemente – virtudes de la repetición –, después otro, su “pasaje predilecto, después textos completos. Textos que sabe casi de memoria, que reconoce más que lee, pero que lee de todas maneras por la alegría de reconocerlos”

Yo soy consciente del hecho que hay muchos más aspectos en cuanto a la comprensión de un texto, pero quise enfocarme en nuestros inicios como lectores y en como eso impulsa el resto de nuestra vida lectora.

El segundo punto es “la lectura como practica social y critica”. Ahora bien, son 4 los aspectos principales de este, según nuestra clase. El uso de la lectura en comunidad; la lectura como una práctica social; comprensión textual e ideológica; y finalmente la configuración semántica particular de las palabras.

Personalmente considero que la primera se puede perfectamente complementar la segunda, ya que cuando leemos en comunidad estamos dando mucho de nosotros, estamos haciendo una práctica social, enseñando y aprendiendo, lo llamare lectura social. Este será mi aspecto a tratar en este trabajo, al igual que en el primer punto lo ejemplificare con la obra, del autor de “la felicidad de los ogros” (1985) Daniel Pennac, “Como una novela”.

Se nos cuenta sobre Perros, un profesor, que leía a sus alumnos, les daba vida con esa lectura.

“Por su voz descubramos de repente que todo aquello había sido escrito para nosotros”

Anteriormente se nos cuenta que los jóvenes a los cuales le leía Perros, pensaban que no sabían nada, que no eran buenos para nada, que, si son buenos en algo, quizá, pero no mucho. Con la lectura aprendieron a conocerse, sus gustos, sus placeres, a saber, que si eran algo y en algo serian buenos. A causa de esa lectura esos jóvenes fueron transformados y eso no solo pasa en Francia, para no irnos a casos más remotos, hace cuatro años yo odiaba las letras, decía que no me entraban ni con sangre, gracias a una gran docente, a sus lecturas a su trabajo social mediante la literatura, hoy amo esas letras que algún dia odie.

“Este descubrimiento intervenía después de una interminable escolaridad en la que la enseñanza de la literatura nos había mantenido a una distancia respetuosa de los libros”

Y es eso lo que quiero recalcar más que cualquier cosa, como, aunque en la mayoría de las instituciones educativas nos ponen a comer letra sin saborearla, tan solo por decir estos jóvenes “leyeron” cuatro novelas en un semestre; sin ellos elegirlas, sin quererlas, sin entenderlas. Esto cambia cuando hay una lectura verdadera, con interés, teniendo a esa persona que nos lea o que nos impuse a hacerlo. Ahora bien, digo que no hay nada más hermoso que leerle a un amigo un pequeño párrafo de nuestro libro favorito y en un par de días nos diga que lo leyó completo. El trabajo social a partir de la lectura consiste en eso, dejar de lado eso negativo de los libros, que nos obligan a ver, y enseñar ese positivo, hermoso y dedicado lado de la lectura.

Terminare con mi parte favorita del libro.

“¡Que pedagogos éramos cuando no estábamos preocupados por la pedagogía!”

Bibliografía
PENNAC, D. (2004). Como una novela. Norma: Bogotá.

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