miércoles, 19 de diciembre de 2012

El final de los tiempos

Columnista Nibega.

Era el final de la vida en la tierra como la conocíamos. De siglos atrás sabíamos ya, basados en datos científicos, sobre la inminente catástrofe que se acercaba. Lejana pero velozmente una gigantesca estrella mantenía su trayectoria en dirección al sol, lo destrozaría, nos volvería una nada, la radiación nos mataría en cuestión de segundos si no huíamos. Hace doscientos años resultaba imposible darnos a la fuga, salvar lo más que se pudiera y partir de esta tierra.

El final de los tiemposTeníamos suficiente tiempo, un temeroso conteo preciso de doscientos treinta y cuatro años, nueve meses y dieciséis horas, más unos agotados minutos y segundos que contaban su historia, o el final de nuestra historia. A tumbos las mentes más brillantez se agolpaban en los laboratorios más avanzados en todas las ciencias, todas las ingenierías, dedicamos nuestras vidas, me incluyo en ese largo experimento, de miles de científicos involucrados a lo largo del tiempo, sorpresivo y abrazador que nos llevo a trabajar por nada, nada cuantificable monetariamente, trabajamos por salvaguardar la raza humana. Cien años bastaron para encontrar solución a los lugares para habitar, medios de transporte, entre otros.

En cien años la tecnología daba pasos agigantados y logramos, con una capacidad aproximada al noventa y dos porciento recuperar los datos terrestres, en las naves se podían ya transportar una gran cantidad de seres humanos. Cabe anotar que buena parte de quienes se quedaron en la tierra, lo hicieron bajo propia voluntad y un pequeño porcentaje no tuvo otra opción. El sistema fue sencillo, una rifa decidía la suerte de todos, incluso quienes colaboraron con la culminación de este proyecto tenían que someterse a la rifa con la posibilidad de quedarse. Ricos y pobres convivieron juntos, el desespero transforma pensamientos al punto de devolver la categoría de humanos a la humanidad, la muerte inminente, tal vez la sensación de esa inminencia borra estándares sociales y quienes accedían a quedarse, lo hacían para dar a paso a familias que iban a perder a sus hijos o ser separadas por el azar de una balota.

Faltando cuarenta años y seis meses, que importaban ya los días o minutos, ni qué hablar de los segundos, partían las naves a un planeta que se adecuaba desde hace treinta años atrás, no podríamos decir que todo era júbilo, puesto que no era lo mismo que mudarse de casa o cambiar de carro o qué sé yo, no existe un comparativo semejante a tal suceso.

Un grupo de científicos, entre esos me incluyo, nos quedamos en una nave auxiliar, queríamos documentar el acontecimiento. Conocíamos en teoría lo que sucede cuando dos grandes masas de energía colisionan, habíamos presentado ilustraciones digitales de lo que pensábamos ocurriría, pero presenciarlo a la distancia era algo distinto. Faltando una decena de años partimos, sintiendo el infernal caldero en que se tornaba la tierra, que en estos momentos tenía dos soles, lloramos las vidas de colegas y desconocidos que morirían en la tierra, seguramente mucho antes del accidente.

Desde una distancia prudente observamos la estrella acercarse, nuestro diminuto sol se fue tornando ovalado con una tendencia hacia el masivo astro. Velozmente los cuerpos celestes chocaron y ondas de radiación salían disparadas desde el centro del acontecimiento, los planetas habían comenzado arder cuando faltaban tan sólo un año aproximadamente, aquellas ondas terminaron por arrasar con lo que quedaba del sistema solar. Todo fue polvo entonces.

En ese momento supimos que debíamos movernos o moriríamos, a pesar de la distancia. Los cálculos siempre fallan y la fuerza del impacto podría dañarnos gravemente, así que nos resguardamos detrás de un colosal planeta, sabíamos que su magnetismo nos mantendría a salvo, todo eso en cálculos hechos sobre la marcha, cuando las ondas de la explosión pasaron, supimos que estábamos a salvo, pero también que algo nos había sucedido. Continuamos el viaje con una extraña sensación, nuestras partículas vibraban distinto, todo comenzó cuando se nos hizo innecesario hablar, en vez de eso tuvimos la capacidad de leer las vibraciones electromagnéticas de la mente, nos entendíamos perfectamente. Todo esto causó un poco de confusión dentro de todos los tripulantes pero nos hicimos a la idea de que el choque con las ondas era la causante y debíamos descubrir que más había causado.

Un colega y yo nos mantuvimos en silencio mientras seguíamos nuestro curso, entonces el me dijo, más bien pensó, que si era posible leer nuestras vibraciones energéticas, resultaba entonces sumamente normal lograr incidir en el estado de la materia con nuestro pensamiento. El experimento lo llevamos a cabo junto con un tercer científico que se nos unió, en un principio resultó extremadamente difícil concentrarnos en transformar un objeto hasta que los tres nos fuimos sintiendo más ligeros a medida que nos fuimos conectando, nuestros pensamientos eran una sola idea. Nos hicimos nada o al menos transparencia, no nos veíamos pero seguíamos ahí, como energía y pensamiento. Fue casi un juego lo que hacíamos hasta que logré salirme de la nave, continuando el rumbo de la misma, por lo tanto no sólo alterábamos la materia, la podíamos teletransportar.

Incluimos a todo el grupo de la nave y les mostramos lo acontecido, nos fuimos conectando entre todos, cada uno tenía un conocimiento distinto pero logramos comprender lo que el otro sabía, era como si nuestras mentes fuesen memorias de almacenamiento a las que accedemos por información, mientras más lográbamos conectarnos más fácil resultaba lograr hacer realidad el pensamiento. No había envidia, pues todos, en resumidas cuentas, éramos uno, manteniendo nuestras individualidades.

Pasaron los meses sin haber llegado a destino, pero manejábamos mejor ese estado, al punto de poder, o más bien, lograr teletransportar la nave, en tan sólo unos segundos, a ese lugar donde debíamos llegar y donde nos esperaban los demás exhabitantes de la tierra. Sorprendidos nos preguntaron por lo que había ocurrido, el porqué de el rápido y repentino titilar de nuestra nave a las afueras del planeta sustituto. Les contamos lo acontecido, la explosión de la que tuvimos que huir, buscar refugio y cómo habíamos cambiado a razón de aquel suceso. En principio no nos creyeron pero debieron hacerlo, pues no sólo llegamos antes, sino también aparecimos repentinamente. Con un destello estábamos visibles en sus radares. Mostramos parte de lo que sabíamos hacer e intentamos ir cambiándolos, al parecer funcionaba; al igual que en la nave, a medida que nos conectábamos, mayor conocimiento ganábamos y resultaba más fácil transformar a nuestros coterráneos.

Logramos alterar las partículas a cada ser humano, eran nuevos, nacidos de nuevo, cambiados, transformados, mejorados, llámese como se le venga en gana, cada habitante nacido supo que lo siguiente era lograr transformar al planeta, hacer una tierra nueva. Sabíamos qué necesitaba una tierra capaz de albergar vida, cuáles eran las condiciones en cuanto a su posición frente a un astro luminoso como el sol, un segundo sol, la proporción entre la nueva tierra y su estrella, la necesidad de planetas mayores que desvíen la atención de asteroides y meteoritos, actuando como escudo, su ubicación en una galaxia tranquila, entre muchas más cosas, como cantidad de agua, la necesidad de un núcleo sólido de hierro, la formación de placas tectónicas y así sucesivamente.

Ubicamos un planeta y reordenamos tanto el funcionamiento de la galaxia como el del sistema solar, un sol adecuado para el tamaño del planeta, finalmente comenzamos a ir agregando lo necesario a la nueva tierra; meteoritos colisionando, partículas que lo van calentando, la creación de una luna y la absorción de un núcleo de hierro que se debe cristalizar, logrando así solidificarse. Las altas temperaturas que experimentaba el centro de la tierra sumado a la rotación del núcleo da origen al campo electromagnético que en la tierra nos mantenía alejados de las corrientes plasmas solares, además de contribuir a la conformación de placas tectónicas de la nueva tierra, posibilitando la evolución de los microorganismos de vida simple a vida compleja, dentro de la cantidad de meteoritos logramos que un buen porcentaje fuesen rocas de hielo que aportaron el agua necesaria para que desarrollase vida.

Todos estos acontecimientos se fueron gestados de manera acelerada, el tiempo había dejado de ser lo mismo para nosotros, digamos que no existía, debido a la cantidad de energía que nuestras mentes conectadas podía proporcionar a un mismo fin, el agua fue dotado de nutrientes gracias a los procesos de producción de energía por parte de microorganismos que absorbían los gases tóxicos y liberaban oxigeno, entre otros, la marea generada por la rotación de la luna arrastraba esos nutrientes a las costas, dando inicio a la formación de musgos y posteriormente las plantas, en el mar la vida que se gestaba conformó corales con sus desperdicios, también cuando se ubicaban sobre el lecho y junto a más microorganismos se alimentaban, liberando oxigeno. Poco a poco este proceso de fotosíntesis hizo que la tierra ganara un color más verdoso, viviendo en el mar pequeños anélidos y posteriormente artrópodos, frágiles criaturas que poblaron la tierra, dando paso a criaturas más grandes como peces y mamíferos. Todo el proceso evolutivo duro tan sólo unos años.

Cuando la tierra era completamente habitable nos preguntamos qué sucedería si continuábamos el proceso evolutivo hasta el hombre, si efectivamente existiría el hombre y si este lograba conformar todo lo que nosotros habíamos logrado. En ese instante regresamos a nuestro propio proceso evolutivo, comprendiendo que quizá y ese quizá era un “muy seguramente” nosotros habíamos recibido ayuda para alcanzar ciertos logros, por ejemplo: de ingeniería como las grandes construcciones o de química como la practica de la alquimia, cosa que no resultaba tan sencillo de desarrollar. Quizá nos habían visitado realmente otro tipo de seres, como nosotros y las construcciones apuntaban al lugar de su procedencia como las antiguas civilizaciones efectivamente lo afirmaban con la mayor naturalidad posible.

Nos hicimos a la idea de ser dioses y ayudar a la pobre humanidad naciente con los trabajos más complejos, mostrándoles siempre el proceso, logrando de ello su aprendizaje, pero no alterándolos molecularmente para que fuesen como nosotros cuando vivíamos en la tierra.

Ellos debía aprender al igual que nosotros, todo por su cuenta, tanto lo malo como lo bueno, un empujón inicial era suficiente pero de resto era un acompañamiento a distancia y con ciertos enviados que nos informarían. No era un gusto a sentirnos superiores, no, simplemente entendimos que si nuestros creadores nos confiaron la tarea de trascender a este estado, ellos, nuestra creación, lo lograría así fuese a través de un cataclismo como en lo acontecido con nosotros, quizá la historia sí tienda a repetirse y aclaro nuevamente, ese quizá resulta ser un “muy seguramente”.

martes, 18 de diciembre de 2012

Reflexiones sobre el peligro de una sola historia

Columnas en colaboración con Trans-pasando fronterasPor José Castiblanco.
En colaboración con Trans-pasando fronteras.
En el presente escrito me propongo reflexionar acerca del “peligro de una sola historia” en los términos que los plantea Chimamanda Adiche y surge a partir del primer examen parcial del curso Antropología del Conocimiento Científico. Intentare relacionarlo con las propuestas de Chakrabarty sobre la “provincialización”, un poco con Trouillot y su “historia impensable”. Esto ira acompañado de una autorreflexión a partir de una experiencia que tuve el anterior junio.

Mi encuentro con suburbia

Mi primo me invitó a que fuera con él a una fogata con sus amigos. Acepté. Era una noche despejada de verano en Franklin Park, un suburbio (blanco) de Chicago. Cuando estaba en la fogata no me di cuenta muy bien, pero me pareció que faltaba algo. Los jóvenes amigos y amigas de mi primo me ofrecieron papas fritas, masmelos (marshmallow) gaseosas y agua. Yo esperaba una fiesta con música a alto volumen, cerveza y una que otra sustancia controlada, en otras palabras esperaba el estereotipo de las fiestas de teenagers gringos que he visto en películas.

Lo anterior fue un choque en su momento porque pensé que yo había actuado como seguramente actuaron ellos cuando al escuchar mi nombre –José- dijeron que “es un nombre muy mexicano”. Quizás su jardinero se llame José y por ser hispanoparlante sea “mexicano”. Luego un razonamiento a la inversa, errado por demás, para mi caso los haya hecho pensar que por ser hispanoparlante y llamarme José automáticamente sería mexicano.

Una visión retrospectiva

Pero más allá de mi anterior divagación me sentí avergonzado luego de ver la presentación de Chimamanda Adiche. Me había dejado llevar por los estereotipos. Como ella lo había hecho con su sirviente Fide y los pobres de Nigeria, o cuando ella había ido a México. Así como premeditadamente lo acabó de hacer con el ejemplo estereotipado de que los “jardineros son mexicanos”. Así, gracias a ese video pude racionalizar que en muchas ocasiones me dejo llevar peligrosamente por la única historia.

Ahora bien, si hilo más fino podría encontrar relación con Dipesh Chakrabarty en tanto que la historia eurocentrada ha jerarquizado las versiones, haciendo que las versiones de la India, del Caribe o de América Latina sean subsidiarias a la visión y sentido teleológico de Progreso que Europa (sus pensadores, su filosofía, su ideología) le ha dado a La Historia mundial y donde es ella la que guía el camino por el que nosotros después transitaremos. Así quizás yo mismo haya operado al reducir a los amigos de mi primo a una única historia. Una versión subsidiaria a mi propia versión en la que ellos aparecían como jóvenes blancos que necesariamente actuarían de acuerdo a lo que los estereotipos de Hollywood me habían vendido.

Por eso cuando escuché y vi a la señora Adiche sentí la necesidad de compartir el video y recordar las ocasiones en las que había “comprado” la única historia. Luego salieron automáticamente pensamientos y reflexiones que comparto ahora. Lo interesante es que le he encontrado resonancias con el curso, y especialmente con Chakrabarty. Por eso he intentado que este escrito deje en claro que mas que un examen es un ejercicio por provincializar ya no Europa, sino mis prejuicios y expectativas hacia la otredad.

¿Una historia impensable?

Michel Trouillot señala que la independencia de Haiti a finales del siglo XVIII era impensable. Cuando ocurrió se trató de maquillar, presentar en otros términos o de ignorar en la historia oficial. Aquella escrita en Europa, desde europeos por europeos para el mundo diverso que estaba bajo el influjo de su poder. Similar a esto, para Chimamanda Adiche era impensable que Fide y su familia fueran algo más que solo pobres. Igual para su compañera de cuarto era impensable que Chimamanda como nigeriana no tuviera una canción tribal o que hablara ingles.

Así las cosas, podría extenderme en ejemplos similares en donde fuese impensable otra versión, otra perspectiva de los otros, esta vez, desde los otros. Lo que quiero es reflexionar acerca del peligro de una sola historia, sobre la que he ido y vuelto constantemente.

El haber comprado la versión hollywoodense del esparcimiento de los jóvenes blancos de suburbios impidió un acercamiento más rápido hacia ellos. Iba predispuesto y a la defensiva. Pero la verdad es que así como en Nigeria no todos mueren de hambre, o en Colombia no todos somos narcotraficantes; en Estados Unidos no todos los jóvenes son agresivos y atravesados. La verdad sea dicha, el cuñado de mi primo me preguntaba por Cali y por Colombia, por mis gustos y por mi cotidianidad. La historia impensable de la que nos habla Trouillot puede llegar a ser pensada si tenemos interés en acercarnos al otro. Si reconocemos al otro como un interlocutor valido. Si “provincializamos” nuestras posturas para que estén al mismo nivel que las de los demás.

Bibliografía

ADICHIE, Chimamanda Ngozi, El peligro de una sola historia, en Youtube http://www.youtube.com/watch?v=4gH5oB1CMYM

CHAKRABARTY, Dipesh 2000. Provincializing Europe: Post colonial thought and historical difference. New Jersey: Princeton University Press

HARAWAY, Donna 1991. “Situated knowledges: The science question in feminism and the priviledge of partial perspectiva”, in Simians, cyborgs and women: The reinvention of Nature. New York: Routledge

TROUILLOT, Michel-Rolph 1995. An Unthinkable History: The Haitian Revolution as a Non-event. "Silencing the Past: Power and the Production of History". Boston: Beacon Press, 70-107.


lunes, 10 de diciembre de 2012

Regalo de Navidad del Coronel Amadeo Martínez Inglés

Columnista Carlos Herrera Rozo.

Ante las continuas peticiones que recibo de amigos, compañeros y ciudadanos en general sobre la forma en que podrían hacerse con mi último libro La Conspiración de Mayo. El alzamiento que preparó la derecha castrense española para el 2 de Mayo de 1981 y que frustró el 23-F y ante la censura encubierta que todavía a día de hoy, casi tres años después de su aparición, sufre este trabajo de investigación histórica, prácticamente inédito, que algunos de los pocos historiadores y estudiosos de la reciente historia de España, que han tenido acceso a él, no han dudado en considerar como "un excepcional documento que pone patas arriba todo el entramado político-militar de la transición"… he decidido, al igual que hice ya algunos meses con mi anterior trabajo "Juan Carlos I el último Borbón", regalárselo (en su formato original "La Conjura de Mayo") a mis lectores, amigos, compañeros, seguidores de Estudiantes de Doxa y a todos aquellos ciudadanos españoles y extranjeros que aspiren a estar puntualmente informados y a conocer la verdadera intrahistoria reciente de este país. Historia que, evidentemente, no tiene nada que ver con la que los poderes fácticos del sistema juancarlista/franquista de la transición y de la modélica Constitución del 78 todavía vigente, les han venido contando todos estos años pasados.

Libro: La Conspiración de MayoExcepcional libro histórico (no lo digo yo, repito, sino algunos profesionales independientes de la historia no vinculados con el corrupto régimen vigente en España), claro, prolijo, exhaustivo, testimonio vivo de la investigación político/castrense sobre una etapa convulsa de nuestro reciente devenir histórico y que saca a la luz y desentraña para el gran público documentos supersecretos de la cúpula militar del momento, tanto de la que preparaba el asalto al régimen monárquico heredero del franquismo para el 2 de Mayo de 1981 como de la formada por los altos mandos militares cortesanos que, enfrentados con la anterior y autorizados y alentados por el rey Juan Carlos I, montaron el “teatrillo político/militar/institucional” del 23-F. Y que, después, serían traicionados por su señor y enviados a prisión militar por nada menos que treinta años.

Libro, pues, como digo, casi inédito y que, dejando de lado todos los derechos de autor que me corresponden en la actualidad y pudieran corresponderme en el futuro y en aras de que el pueblo español pueda estar debidamente informado de su historia reciente y también, para torcer el brazo a la implacable censura del teóricamente régimen democrático que “disfrutamos” en este país, podrán descargarse libre y gratuitamente a través de los medios de información de la red que publican mis trabajos todos los ciudadanos que así lo deseen. Como regalo de Navidad de este historiador e investigador militar que en estos momentos, como viene haciendo desde hace casi treinta años, sigue en la brecha permanente, en la barricada, en la lucha sin cuartel contra el régimen postfranquista de corrupción, latrocinio, mentiras, pelotazos, tráfico de influencias, nepotismo, dictadura encubierta, prepotencia, abuso de poder y explotación de los más débiles, asentado en España desde noviembre de 1975 y que en los últimos años ha llevado a este país a un paso de su desintegración, a la ruina económica más absoluta y a la degradación ética y moral de sus ciudadanos.

¡Felices fiestas, amigos, compañeros, demócratas, republicanos! A pesar de esta banda de ineptos y presuntos delincuentes (sí, sí, los políticos que se saltan las leyes que se ha dado el pueblo cometen un delito contra ese pueblo, son unos prevaricadores) que nos gobiernan desde la prepotencia y la mentira. Aprovechad estos días de asueto, que no de alegría (los pocos que no estéis en el descanso forzoso y permanente), para leer y conocer, a través de las inéditas páginas de historia que os regalo, las andanzas del todavía rey de España, Juan Carlos I, allá por el otoño de 1980 y primeros meses de 1981, conspirando con los generales franquistas y organizando en la sombra, para salvar su corona (no la democracia), la chapucera maniobra (el borboneo, más bien) que luego sus cortesanos desde el poder calificarían como “intentona involucionista del 23-F”.

Y descansad lo que podáis pues el próximo año quizá nos exija a los españoles que todos pidamos algo más que el “panem e futbolensis” moderno de los pueblos en decadencia acelerada en el que estamos suicidamente inmersos para, entre gol y gol, intentar reescribir la triste historia de este país.

Y querría terminar esta felicitación navideña sui generis planteando dos sutiles preguntas. Una al presidente Rajoy, y otra al conjunto de los ciudadanos de este paciente país:

1ª.- ¿Por qué no deja, señor Rajoy, de tomarnos el pelo a los españoles, con sus mentiras y su media lengua de inepto gobernante, y se lo toma a partir de ahora a su señora madre, una respetabilísima señora sin ninguna duda y a la que, si vive en estos momentos (es lo que yo deseo), seguro que no le importará mucho que lo haga?

2ª.- ¿Por qué los españoles, todos al alimón y visto lo que estamos viendo estos días que hasta insultan a los pobres parados, no mandamos a la puñetera “M” (con perdón) a la OCDE, al FMI, al BM, al BCE, a la UE, al Euro, a la Comisión, al Consejo, al Parlamento (Europeo, se entiende, donde se duermen las mejores siestas continentales), al MEDE, al rescate financiero (que va a dejar a los pocos bancos españoles que sobrevivan y a los miles de empleados que tengan que echar a la calle, con una anorexia de caballo), al rescate no financiero (o sea, a la totalidad del Estado que pasará automáticamente a la categoría de “vasallo de la nueva Europa pan germánica”), a los ajustes impuestos, a los recortes recomendados, al déficit financiero que nos han puesto al cuello… y volvemos la mirada a la pobre y denostada peseta de nuestros padres, que asiste estupefacta a la rápida conversión de todos (o casi todos) los españoles en mendigos comunitarios?

¡Que os sea leve, amigos! Nos vemos el año que viene, si Dios (y Europa) quiere.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Del tamagotchi al facebook

Columnas en colaboración con Trans-pasando fronterasPor Nicolas Obando Borja.
En colaboración con Trans-pasando fronteras.

“El proceso de creación no significa crear por crear sino orientar este caudal humano hacia la recuperación de los aspectos éticos y estéticos para transformar la propia vida en una obra de arte”. Patricia Stokoe

La anterior frase de Stoke me gustó y me pareció pertinente colocarla en la medida de que nos hace reflexionar sobre la manera como los seres humanos nos llenamos la boca pregonando un “don” o un conocimiento, sin aplicar esto en nuestra vida, sin adaptar nuestros saberes para convertir nuestra existencia en algo que nunca muere, que siempre será recordado, que tiene vida propia y que trasmite emociones como una obra de arte.

No es común en nuestra ciudad ver un asiático bailando en una Pump it (maquinas de baile) o una pelirroja siamesa. No estamos acostumbrados a la diversidad cultural, nos acostumbramos a buses arriados por bestias, bestias de traje de pingüino, tetas sin materia gris, plástico pensante, etc. Nos acostumbramos a un establo llamado ciudad en medio de la nada, sin ningún otro establo cerca. La gestión cultural se encarga de focalizar las expresiones culturales de un lugar para potenciarlas, por medio de un potencial humano preparado.

Desde que existe la civilización a existido el manager, el anfitrión, el gestor, etc. Personas que ponen su conocimiento a disposición del otro, de la comunidad. Entonces la pregunta es, ¿si ellos existen, es porque la obra del artista es tan mala que necesita de un intermediario que le haga propaganda? o ¿no se supone que cuando la obra de arte habla por sí sola y es tan buena, su difusión es inmediata? o ¿puede suceder lo contrario, que la gestión puede ser tan buena que el gestor quede como protagonista? a todo esto es preciso preguntar ¿el éxito de una obra radica en el virtuosismo del artistas o en las habilidades del difusor? Para responder la pregunta tenemos que dar un paso por cuatro momentos de la historia. En la antigua Grecia el rol del artista no era considerado como tal, el artista de la época quien era denominado así por tener la techne (técnica) era uno más de los ciudadanos comprometidos con la polis que tenía el plus de poseer una técnica manual. El papel del gestor de la época era en beneficio de la polis, como lo fue el gran Pericles, promotor de la cultura en Atenas y creador de varios proyectos de infraestructura de la ciudad como el Partenón y la acrópolis de Atenas, pero además era su dirigente.

Después en el renacimiento el hombre visto como centro y medida de todas las cosas, y con la cosmovisión del artista como ser independiente y subjetivo, la gestión se vio encaminada por los dirigentes políticos, la iglesia, los coleccionistas de obras y los nobles. El artista todavía no tenía la necesidad de gestionar su obra, pues su majestuosidad lo hacía por ellos en la mayoría de los casos, además del voz a voz de quienes las obtenían. Llegando a los sesenta y setenta donde la tecnología no estaba muy avanzada, no existía el internet y las telecomunicaciones no estaban muy avanzadas, el gestor comenzó a notarse en su ámbito disciplinar pero limitado con respecto a las posibilidades de la actualidad. Ya entrada nuestra época del nuevo siglo hasta el 2012, las comunicaciones hicieron que con solo un click pueda estar en Canadá, Ámsterdam o Madagascar, así mismo la labor del gestor. Los ámbitos disciplinares se mezclaron y las barreras culturales se destruyeron.

Un abogado o un odontólogo, un economista o un contador, un artista visual o un bailarín, pueden ser gestores, gracias a que tenemos una facilidad en acceso a la tecnología. Con el simple hecho de subir una fotografía de nuestro trabajo a una red social ya estamos haciendo una labor de gestión, nos estamos promocionando, estamos haciendo un papel distinto del de ser magnifice de nuestra obra. Por lo tanto, “la concepción junguiana de la sombra es uno de los arquetipos clave y simboliza “nuestra otra parte” todos aquellos aspectos que uno desconoce de uno mismo” (Santillán 2004:201). En este orden de ideas la gestión es casi tan importante como la realización de la obra misma, quien no se preocupa por exponer su pensamiento, es como quien hace una pintura y la esconde debajo de la cama. Del tamagotchi al facebookTenemos un abanico de posibilidades que no teníamos 10 años atrás, parece poco pero el frenesí de nuestra sociedad envuelta en la tecnología a obligado a transformarnos, a tal punto que puedas preguntarle a tu abuelo si tiene facebook y muy ciertamente te dirá que sí.

Ya no tenemos el tamagotchi que solo servía para ver como un muñequito pixelado ladrando si era un perro o maullando si era un gato, iba al baño, comía y hacia cualquier otro sonidito, y todo esto en una pantalla de 6cm por 6cm y otros 6 de grueso, era como ver una piedra con luz y sonido, ahora podemos contemplar la posibilidad de que nuestro trabajo aquí y ahora se vea en todo el mundo, pero hasta para eso que se ve tan fácil se necesita una forma creativa, una forma que la gestión estudia directamente y de la que nosotros desde nuestro ámbito disciplinar no podemos obviar, por mas renacentistas que nos creamos, el hecho de que “la creatividad no es un conocimiento más, es una manera de usar el conocimiento y aplicarlo para obtener un resultado” (Santillán 2004:7).

Bibliografía

SANTILLÁN GÜEMES, Ricardo y Héctor Ariel Olmos (2004). El gestor cultural: ideas y experiencias para su capacitación. Buenos Aires, Argentina: editorial fundación CICCUS.

viernes, 30 de noviembre de 2012

Regalo de Navidad para mis lectores y amigos, especialmente para aquellos que se dedican al Mundo de la Política

Columnista Carlos Herrera Rozo.

He tropezado por arte de birlí-birloque, en una librería de viejo, aquí en Palma de Mallorca, con un libro que lleva sobre su lomo el curioso titulo: “El Libro del Señor de Shang”. En un principio pensé que se trataba de un cuento oriental y pase de largo buscando en los anaqueles de la librería aún no sé qué. Pero me quede con la copla, en mi cabeza resonaba ese curioso título de -El Libro del Señor de Shang- por lo que volví sobre mis pasos, lo saque del anaquel para echarle una ojeada y matar de una vez por todas mi curiosidad sobre aquel libro de paginas amarillentas, de olor a papel viejo, y que, por lo que se desprendía de su estado, no había sido abierto hacia mucho tiempo o quizás nunca. Mi sorpresa fue mayúscula, tenía entre mis manos un tratado de teoría política escrito entre los siglos III o IV antes de Cristo, cuando China no era todavía un imperio. Lo compré y lo llevé a casa para leerlo, reposadamente, con plena conciencia para compararlo con otros pensadores políticos.

Sí, me sorprendió. Me sorprendió en un principio encontrar aquel tratado de política de la china antigua. Mi sorpresa fue aun mayor en la medida en que avanzaba en su lectura. Entendí rápidamente que me encontraba ante el primer tratado de “real política” de que se tenga noticia, pero y fundamentalmente entendí que rivalizaba con “EL Príncipe” de Nicolás Maquiavelo y los tratados políticos de Lenin y otros pensadores, donde se trazan, sin parangón, los lineamientos de una política absoluta donde la Ley y la Fuerza priman sobre los sentimientos y los intereses de participación ciudadana en la cosa pública. Sus autores, en los tres casos, muestran unas cualidades psicológicas especiales para realizar este trabajo: mentes lógicas a toda prueba; conocimiento profundo de la ambición humana; Voluntad política de hacer que no se detiene ante ningún obstáculo; desprecio absoluto por sus congéneres; Y, rechazo numantino a cualquier tipo de compromiso. No es, sin embargo, un caso aislado, ¡no!, con inusitada frecuencia aparecen teóricos del estado que pretenden por “Razones de Estado” transformar la política en una proposición demostrable, lógicamente, en un teorema.

Como muchos políticos y teóricos de la política, el Señor de Shang, pensaba, pienso yo estando ahora aquí en mi cocina, que vivía en una época de decadencia, de furiosas turbulencias sociales, de crisis económica incluida, que ameritaban decisiones rápidas y efectivas, de leyes severas que impidieran el deterioro del Estado y la disolución de las costumbres mediante la destrucción previa de las tradiciones ancestrales y poder así formular un Estado Nuevo, fuerte y obediente. El Señor de Shang pretendía crear una sociedad compacta, unida, orientada hacia un solo objetivo: La guerra y la conquista, el sometimiento de más pueblos y más hombres, y la imposición de la nueva Ley del Estado. Para el Señor de Shang la ley tenía que destruir y reconstruir la variedad del pueblo Chino hasta convertirlos en campesinos y guerreros. No había sitio para otras clases. El Poder del Estado, la guerra y la conquista eran las metas. El Hombre, el ciudadano, eran simples fichas en su particular ajedrez.

Pero, ¿Quién era Shang? Shang sirvió como alto funcionario en el estado de Qin 359 a 338 antes de Cristo. Introdujo leyes y decretos que permitieron a sus gobernantes someter a toda China y fundar un imperio en el año 221 a. C. Sin embargo, es poco probable que Shang escribiera el texto asociado a su nombre pues tuvo que huir para salvar su vida después de la muerte de su patrón; pasó muy poco tiempo para que fuera ejecutado también. Vale la pena para todo estudioso de la política empezar comparando Shang con el pensamiento político de Nicolás Maquiavelo (1469-1527) fundador de la moderna doctrina de la razón de Estado y, posiblemente, su pensador más original; para luego continuar con los textos políticos comoFilósofos y teóricos políticos "La República" de Platón, "El Leviatán" de Thomas Hobbes, el "Ensayo sobre el Gobierno Civil" de Locke, "El Espíritu de las Leyes" de Montesquieu, "El Contrato Social" de Rousseau, "Discurso a la Nación alemana" de Fichte, "La democracia en América" de Alexis de Tocqueville, "El Manifiesto Comunista" de Marx y Engels, "El pacto del Mayflower", "Mein Kamp" de Hitler y muchos otros textos que al compararlos nos dan una idea clara del mundo de la política, vínculo que los une a todos ellos a pesar de los diversos matices.

La historia de la humanidad está jalonada no sólo por los grandes acontecimientos, sino también por la creación de ciertas obras literarias y políticas que aparecen de tarde en tarde y que contribuyen o empujan nuevos acontecimientos. En las obras citadas se encontraran muchas imperfecciones, desigualdades, apaños, sinuosidades y vicios propiciados por la pasión partidista y, algunas, verdaderamente odiosas. Hay que hacer notar también que a pesar de las taras señaladas, algunas de esas obras obtubieron resonancia histórica, porque lo que predicaban respondía particularmente a las preocupaciones, a la pasión política del momento. Por todo ello debemos cuidar de las palabras, de la forma como las usamos, de la transcripción de nuestro pensamiento. Dice el adagio popular que, “Quien dice lo que piensa, no piensa lo que dice”, no de otra manera se puede explicar la manida definición de política en auge: “La política es el arte de lo posible”. ¿Cómo debemos traducirla? Como definición no está mal, como principio es un fiasco: Se dice, ni más ni menos, que no se puede hacer nada, que la política es el arte de engañar a los incautos. Olvidan, algunos, que la política es hacer todo aquello que este orientado al bien común, a mejorar las sociedades en que nos ha tocado vivir.

Un ejemplo de ese tipo de totalitarismo que denuncio es el llevado a efecto por algunos gobernantes Colombianos para quienes el libre disenso es sinónimo de pertenecer al enemigo, al genio del malsín comprender siquiera que es el particular derecho a la libre expresión el que hace posible la democracia, que la constitución política, las leyes y los tratados están para cumplirlos y no solamente para pasar de puntillas sobre ellos haciendo como que se cumplen para engañar a propios y extraños.

Como quiera que no haya encontrado “El Libro del Señor de Shang” en la red, me permito agregarles el archivo de “El Arte de la Guerra” de Tzun Tzu considerado como uno de los mejores libros sobre estrategia de todos los tiempos, para que se regocijen en su lectura y tengan a mano enseñanzas que jamás sobran en el transcurso de la vida…

FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO 2012-2013

jueves, 29 de noviembre de 2012

Carta al presidente

Columnista José Jairo Jaramillo.

Doctor
JUAN MANUEL SANTOS CALDERÓN
Presidente de la República de Colombia
Casa de Nariño
Bogotá D.C.

Estimado Señor Presidente:

Soy Jose Jairo Jaramillo Giraldo, estudiante de octavo semestre de Derecho y sexto semestre de Ciencia Política de la Universidad Icesi de Cali.

Señor Presidente, quiero expresarle la gran preocupación que me embarga: la venta de tierras a gobiernos y multinacionales, y su impacto en la seguridad alimentaria de los colombianos. Los colombianos vemos cómo este tema no se discute abiertamente en los espacios participativos que deciden sobre el futuro de la nación.

En los últimos días, los colombianos nos hemos dado cuenta que en el Congreso cursa un proyecto para limitar el acceso a la propiedad privada por parte personas naturales extranjeras y jurídicas con capital extranjero que permitiría que máximo el 10% de la tierra pueda ser vendida a estos, tal es el caso de dos de las mayores potencias de Suramérica: argentina (ver) que el presente año estableció como límite de titularidad extranjera el 15% sobre el territorio nacional, al igual que en Brasil (ver) donde se restringe a máximos de entre 250 y 5000 hectáreas -dependiendo de la zona del país- la cantidad de tierras que puede adquirir una empresa extranjera.

En Colombia, el proyecto de acto legislativo a través del cual se pretende reformar el artículo 64 de la Constitución fue aprobado en el primer debate por la Comisión Primera del Senado. Ante esto, la reacción del oficialismo, representado en el partido de la U (ver), fue no respaldar la propuesta. Estos argumentan que no se pueden enviar señales equivocadas a los inversionistas, en momentos en que la economía colombiana va bien. Por su parte, el Ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, calificó de "chapucera" y “xenófoba” la iniciativa parlamentaria.

La reacción del Gobierno y del Partido de la U me parece desafortunada. Estas instituciones se limitan a descalificar el proyecto de acto legislativo y no sustentan su posición como la mejor opción para el país. Parecen temer enviar malas señales a la inversión extranjera, y tal vez con la negativa a discutir este tema, le están enviando malas señales al pueblo colombiano.

Esta situación me lleva a plantear las siguientes inquietudes:

En la ley 1450 de 2011, Plan Nacional de Desarrollo, no hay ninguna mención al tema de la seguridad alimentaria de nuestros connacionales. Si se entrega parte del territorio nacional a extranjeros ¿no se está poniendo en peligro la seguridad alimentaria del país?. Unos 8 millones de colombianos sufren de hambre, según la FAO (ver), y aproximadamente el 50% de las causas de mortalidad en niños tienen que ver con una mala nutrición (Encuesta Nacional de la Situación Nutricional Ensin 2010). Entonces, ¿por qué el Gobierno vende tierra colombiana a extranjeros, para que ellos cubran su déficit de alimentos, a sabiendas de que aproximadamente el 17% de los colombianos sufre de hambre? ¿Es razonable entregar tierra, seguramente la más fértil, a gobiernos y multinacionales extranjeras?

Según el Índice de Precios de los Alimentos, de la FAO*, desde el año 2000, estos han subido un 150%, y sigue la tendencia al alza. Qué pasaría si en algunos años hay desabastecimiento de alimentos ¿no vamos a poder disponer de esos recursos que crecen en tierra colombiana, porque vendimos la tierra que los producen? ¿Pueden los extranjeros comprar tierras donde haya nacimientos de agua? ¿Pueden comprar tierras ambientalmente estratégicas, como, por ejemplo, la Amazonía?

La realidad es inquietante. Y no vemos en nuestros congresistas del partido de la U ni en nuestro Jefe de Estado, el ánimo de dar un debate de cara a la nación sobre un tema tan trascendental. Se trata no solo de la seguridad inversionista, Señor Presidente, sino, además, de la supervivencia de mis hijos o mis nietos, y lo digo hoy teniendo 22 años y estudiando en la universidad sin ser padre aun. ¡No se hipoteca el futuro del país y el de sus generaciones, enajenando el territorio nacional!

Ya lo dijo Ex contralor Julio Cesar Turbay Quintero 2009 "La escasez de recursos naturales ha lanzado a multinacionales y gobiernos ricos a la caza de campos y tierras cultivables. Compran campos en países que tienen las condiciones que ellos no tienen, cultivan y se llevan los alimentos".

Si usted quiere pasar a la historia señor Presidente, piense como un estadista y no como un político que piensa sólo en los próximos 4 años. Ya lo dijo Winston Churchill: “El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones”

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*El Índice de Precios de los Alimentos de la FAO, consiste en el promedio de cinco índices de precios de los grupos de productos mencionados en el gráfico superior y ponderados por las cuotas medias de exportación de cada uno de los grupos para un período determinado: se trata de un total de los 55 productos considerados básicos por los especialistas de la FAO. A través de estos productos se realiza el cálculo de la evolución de los precios internacionales de los alimentos (ver).

Nota: esta carta fue enviada a la Presidencia de la República y al Ministerio de Agricultura. Si recibo respuesta, esta será publicada en una próxima columna.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Facebook: un campo de batalla online

Columnista Victoria Berta.

Incentivado por las repercusiones que produjo mi primer artículo (leer), intentaré por medio de los siguientes párrafos continuar con el análisis de la “Cuestión Malvinas” a través de fuentes no convencionales. Esta vez puntualizo mi mirada en Facebook.

Si hiciéramos un recorrido por los grandes inventos del siglo XX, notaríamos que la industria de la guerra ha sido su principal promotor. Pero como no es nuestro objetivo explayarnos sobre cada uno de éstos, sólo nos limitaremos a hablar del vehículo que ha revolucionado las formas de comunicación: estamos hablando de Internet.

Falkland-FacebookTan solo 45 años han pasado de la creación de Internet a manos del Departamento de Defensa estadounidense, y sin embargo se ha transformado en la vía de comunicación más importante -hasta el momento- del siglo XXI. Dentro de esta comunidad online que se ha gestado, la empresa estadounidense Facebook cual ha logrado, junto con Twitter y Youtube, convertirse en uno de los principales sitios que la sociedad global utiliza como medio de comunicación, pues más de 1.000 millones de personas -alrededor de uno de cada siete habitantes de la Tierra- tienen una cuenta en este sitio.

Como era de esperar, argentinos e ingleses se han apropiado de estos medios para expresarle al mundo su versión sobre los hechos que los han enfrentado, lógicamente, haciendo hincapié en la guerra de 1982; y, como existe un gran número de grupos y páginas, nos limitaremos a analizar los más importantes, teniendo en cuenta que en reiteradas ocasiones se produce el intercambio de comentarios entre unos y otros. Por ello es que, del lado argentino, hemos seleccionado los grupos “Las Malvinas son argentinas” y “Argentinos Patriotas y soberanos (misión Malvinas)”, mientras que por el lado británico el grupo “Falkland Islands Desire The Right”, el cual utiliza como fuente de muchas de sus publicaciones Sean Penn you are a Twonk, the Falkland are British.

Rechazo y condena“Las Malvinas son argentinas” (ver) es un grupo que, como bien lo refleja su descripción, tiene por objetivo “mantener viva la memoria de los caídos en la guerra de Malvinas” y “sostener la soberanía -argentina- sobre las islas”, pues entiende que lo ocurrido es un caso más de “ocupación colonizadora ilegal”. A lo largo de sus publicaciones, este grupo se reduce a resaltar el heroísmo de cada uno de los jóvenes soldados argentinos que se expusieron a enfrentar un aparato militar profesional, con gran tradición bélica, y a reclamar una solución pacífica al conflicto aún vigente y por ello es que podemos encontrar frases como: “Las Malvinas no son una base militar británica, son argentinas y los argentinos queremos paz, soberanía y democracia”. En concordancia con sus objetivos, incentiva a sus seguidores a difundir la página para demostrar a los usuarios de Facebook que son muchos los que coinciden con esta línea de pensamiento, de ahí que encontremos constantemente publicaciones como la del 28 de abril de 2010: “Vamos, inviten gente para que se una a esta página, así somos más y podemos seguir peleando por lo que nos pertenece”. Cabe destacar que esta propuesta de comunicar al mundo sus ideales se refuerza con la presentación de la información básica de la página en dos idiomas: castellano e inglés.

Totalmente distinta es la página “Argentinos Patriotas y soberanos (misión Malvinas)” (ver). Con 567 seguidores, la comunidad de Argentinos patriotas -así se autodenomina- busca “debatir nuestra soberanía, el estado de nuestras Fuerzas Armadas y la gestión del Ministro de Defensa de turno” a través de la presentación de artículos periodísticos, fotos y publicaciones de blogs. Claramente, sus publicaciones apuntan principalmente a aspectos militares del conflicto y es por ello que, si bien en algunos casos remarcan el heroísmo de los soldados argentinos -por medio de relatos de vida de personas concretas que fueron a la guerra-, no dotan el recuerdo con tintes nostálgicos, como sí lo hace en el Facebook “Las Malvinas son argentinas”. Constantemente reclaman un desarrollo militar para Argentina (y por ello encontramos entre sus publicaciones notas del blog Desarrollo y defensa, el cual considera que “sin desarrollo no hay defensa”, o información detallada sobre los aviones y armas que posee el Ejército argentino) porque entienden que la única solución es por esa vía.

Entre los grupos que se encuentran posicionados a favor de Gran Bretaña y de la independencia de las islas, encontramos el ya mencionado “Falkland Islands Desire The Right” (Ver). Al igual que la comunidad de Argentinos patriotas, este grupo resalta constantemente aspectos militares; en este caso se hace hincapié en el poderío que la marina británica posee y en cómo podría este factor condicionar las relaciones entre isleños y argentinos. Un ejemplo de este posicionamiento es la publicación del día 18 de agosto de 2012: “Argentina. Try to be a NICE NEIGHBOR!” (acompañada de la imagen de un buque de guerra), reforzado por el comentario de uno de sus seguidores, “can Argentina come out to play?”. Sin embargo existe un rasgo particular en esta página, un recurso ofensivo que no hemos encontrado en ninguno de los Facebook de argentinos: la crítica a las decisiones políticas y económicas que el gobierno argentino aplica en el ámbito interno y las bromas hacia los referentes políticos del momento. Ejemplos de ello son las críticas que esta página realiza a la inflación, los casos de corrupción e inestabilidad económica que este país afronta, pero también la comparación del gobierno actual con el régimen nazi. Las contestaciones de argentinos respecto a dicha acusación son pocas pero generalmente consisten en resaltar la agresividad y la incoherencia de las acusaciones -textualmente: “totalmente ofensivo. No fomenta el diálogo y el respeto, y no soy seguidor de este gobierno pero llamo a la concordia y al humor SANO. Construyamos puentes de paz, sin una retórica ofensiva”.

Notoriamente encontrarnos una diferenciación en la concepción de guerra que poseen argentinos y británicos, e incluso entre argentinos. Por el lado argentino, si bien notamos que -lógicamente- ambos grupos razonan desde el lugar del “derrotado en el campo de batalla”, existen dos posturas totalmente distintas entre si. “Las Malvinas son argentinas” plasma en su discurso la nostalgia de haber perdido a una generación de jóvenes por una guerra planeada por el gobierno militar de turno para legitimar su poder y por ello es que sólo entiende como viables las soluciones democráticas y diplomáticas interestatales; mientras que “Argentinos Patriotas y soberanos” legitima la guerra pero esta adopta un carácter netamente revanchista, una suerte de “darle su merecido a los ingleses”. Cabe resaltar que, en la Argentina del siglo XXI, esta forma de pensamiento sólo se reduce al círculo militar.

El pensamiento que presentan las páginas de Facebook inglesas es consecuencia directa de una sociedad que posee basta experiencia en guerras (muchas de ellas producto de su expansión imperial) y que además Inglaterra es considerado uno de los países que mejor equipada está para este tipo de enfrentamientos. Cuando un país invierte un alto porcentaje de su PIB en sus Fuerzas Armadas significa que el camino belicista siempre es una posibilidad para dar solución a este tipo de problemas, pero no debemos olvidar que la sociedad -implícita o explícitamente- acepta que grandes cantidades de dinero sean destinadas a ello.

El ser humano se adapta fácilmente a los cambios que los avances tecnológicos proponen, y Facebook es una muestra clara de ello. Claro está que son muchas las ventajas que esta vía de comunicación posee, pero debemos ser conscientes que también produce efectos negativos los cuales podemos identificar fácilmente en los grupos analizados anteriormente: es una forma de comunicación totalmente indirecta e impersonal, excluye del mundo cibernético a quienes no poseen internet, todo tipo de cuenta puede ser hackeable, entre otras.

El elemento sobre el cual nos explayaremos es la impersonalidad. Si bien cada usuario posee un perfil, el tipo de comunicación indirecta que internet propone favorece a que nos animemos a decir cosas que de otra forma no diríamos; y más aún en el caso de las páginas o grupos de Facebook en los que, por ser anónimas, podemos encontrar posiciones e ideas totalmente extremistas. Esto es lo que ocurre tanto en grupos argentinos como británicos, donde las soluciones militaristas y la imposición de condicionamientos violentos a las relaciones entre ambos Estados son ideales y mencionados en reiteradas ocasiones (el más claro ejemplo es el de “Falkland Islands Desire The Right” y su publicación: “Argentina. Try to be a NICE NEIGHBOR!”).

Hace tan sólo 20 años, un investigador de las ciencias humanas se dirigía a periódicos, cartas y todo tipo de documentos escritos en hojas de papel, y los complementaba con testimonios orales para poder realizar un análisis de su sociedad contemporánea. Hoy en día, este análisis sería incompleto si sólo se utilizaran este tipo de fuentes. Internet ha producido un gran cambio en las formas de comunicación de los seres humanos, y más aún, ha alcanzado un grado de desarrollo y madurez tal que ha permitido entramar una red capaz de construir una “polis virtual” en la que se pueden reflejar, entre otras cosas, luchas sociales, económicas y políticas. Por ello es que, desde mi punto de vista, resulta indispensable un perfeccionamiento metodológico para el abordaje de fuentes como Facebook o Twitter, algo que aún no se ha logrado.

sábado, 24 de noviembre de 2012

Violaciones de derechos humanos en el contexto de la explotación de las materias primas

Columnista Carlos Herrera Rozo.

La biodiversidad terrenal es un obsequio de la naturaleza, no para unos cuantos Individuos o grupos privilegiados, sino para la humanidad entera. El impedir que individuos, comunidades, poblaciones, Estados o naciones gocen de estas riquezas equivale a perjudicar a toda la humanidad; se estaría violando la dignidad humana, los derechos humanos, los principios básicos de los derechos de los pueblos y con ello destruyendo el medio ambiente.

Violaciones de derechos humanosLa Declaración Universal de Derechos Humanos tiene como objetivo que todos los seres humanos puedan vivir con dignidad, es decir, “exentos del temor y de la miseria”. Así aparece en el Preámbulo de la Declaración. Sin embargo, sin protección de su salud ,sin derecho a una educación integral, sin derecho a la integridad física y mental para desarrollarse plenamente en la sociedad, sin una base apropiada para su propia subsistencia, sin seguridad ni libertad, ninguna persona está en condiciones de llevar una vida digna y autónoma.

Los derechos humanos civiles y políticos deben ponerse en práctica del mismo modo que los derechos económicos, sociales y culturales. Los derechos humanos políticos y sociales son indivisibles, se condicionan mutuamente y son inalienables. Para asegurar su subsistencia y llevar una vida digna, cada persona necesita aire limpio, agua limpia, una atención básica de su salud, educación, alimentación, vestimenta y vivienda, así como participación social efectiva en las decisiones que afecten al conglomerado social en el que le ha tocado vivir. Para los habitantes de los países en desarrollo, especialmente dentro de los grupos vernáculos, los espacios naturales intactos representan a menudo la única posibilidad de garantizar su supervivencia. Muchas veces, la destrucción de estos hábitats naturales implica para ellos una amenaza directa a su existencia: desplazamientos forzosos y no pocas veces desapariciones forzosas de sus líderes.

Juan Pablo II ha calificado la Declaración Universal de Derechos Humanos como “uno de los documentos más valiosos y significativos de la historia del derecho” y como “una de las más altas formas de expresión de la conciencia humana en nuestro tiempo”. Los esfuerzos por hacer realidad los derechos humanos deben estar presentes en la labor de todo estado democrático como un hilo conductor de su desarrollo económico y social. Es obligación del estado de derecho evitar por todos los medios a su alcance el que las grandes multinacionales que explotan los recursos mineros de los países en desarrollo no violen en el ejercicio de la explotación de los recursos los derechos humanos ni las normas internas que rigen los principios laborales, en el entendimiento que ningún contrato internacional, ni ningún tratado bilateral puede violar la carta magna de ningún país en favor de mezquinos intereses como viene ocurriendo en la mayoría de los países en vías de desarrollo.

Los derechos humanos son de alcance universal y carácter inalienable. Los Estado tiene la obligación de respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de sus ciudadanas y ciudadanos. Si bien en primera instancia es el Estado quien debe cumplir con este mandato, el Preámbulo de la Declaración Universal de Derechos Humanos señala también que “todos y cada uno de los órganos de la sociedad” está llamado a promover el respeto de los derechos y las libertades y a garantizar su cumplimiento.” El libre disenso de los ciudadanos no hace mas que reafirmar el ejercicio de dichos derechos y de la democracia. Esto incluye tanto a los actores del sector estatal como a los actores del sector privado, las empresas, los bancos y las compañías multinacionales. Todos, en su conjunto, tienen la obligación de velar para que sus actividades no contribuyan ni directas ni indirectamente a dar lugar a violaciones de los derechos humanos luchando por el bienestar común de la humanidad. Todas las entidades implicadas en el desarrollo de los pueblos deben comprender que, “La interdependencia, cada vez más estrecha, la globalización económica y su progresiva universalización hacen que el bien común ¿…? se universalice cada vez más, así como los derechos políticos, e implique por ello mismo derechos y obligaciones que miren a toda la humanidad. Las organizaciones de la sociedad civil exigen a las empresas privadas, a las corporaciones multinacionales, un comportamiento responsable, sujeto a derecho, tanto social como ambientalmente y están dispuestas a acusar judicialmente a quienes cometan cualquier infracción. Las Naciones Unidas buscan nuevos mecanismos para mejorar la protección de los derechos humanos a nivel internacional e involucran en ello a los gobiernos, las empresas, los académicos independientes y los actores de la sociedad civil y política.

A pesar de todo, siguen existiendo muchos vacíos en la normativa internacional. Las corporaciones transnacionales, con un poder financiero y político que en muchos casos supera el ingreso nacional bruto de los países desarrollados y supera a los países pobres en varios múltiplos, pone de cabeza la relación de poder entre los gobiernos y el mundo empresarial, mas por la corrupción de los actores políticos y administrativos que les permiten abusar de su posición para determinar las reglas de juego y dominar de facto todos los ámbitos vitales de las poblaciones donde operan sus intereses. Como consecuencia, esta acumulación de poder a menudo conduce a la violación de los derechos económicos, sociales y culturales, así como de los derechos civiles y políticos: Los estados corruptos ponen al servicio de las trasnacionales sus cuerpos de seguridad del estado o les permiten la creación de ejércitos paramilitares para doblegar a las poblaciones indígenas. En las últimas décadas, muchos casos de violaciones de derechos humanos fueron objeto de una condena pública y de procedimientos judiciales. También en la minería, este tipo de problemas siguen estando al orden del día.

Algunas de las violaciones de derechos humanos con frecuencia aparecen vinculadas a los proyectos mineros, en especial a las minas a cielo abierto de gran extensión, y resultan sintomáticas. Entre los derechos vulnerados se pueden mencionar los siguientes: El derecho a un nivel de vida adecuado, incluyendo una alimentación suficiente (derecho a la alimentación), derecho a una vivienda digna (derecho a la vivienda) y derecho a la educación .Estos derechos se hallan consagrados en el Art. 11 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (llamado también Pacto Social de la ONU).

El “derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental” (derecho a la salud), definido en el Art. 12 del Pacto Social de la ONU. También este derecho es lesionado a menudo, por ejemplo a causa de los múltiples daños ambientales relacionados con los proyectos mineros. El derecho al agua potable limpia es asimismo violado con frecuencia. Este derecho es reconocido mundialmente como parte del derecho a la alimentación y del derecho a la salud (Art. 11 y 12 del Pacto Social de la ONU). Debe aclararse que en la explotación de las minas de oro se consumen para la extracción de un gramo de oro 6000 litros de agua que son a su vez contaminadas con cianuro y mercurio para lo cual se procesa una tonelada de tierra para extraer 10 gramos de oro.

La actividad minera destruye todo el ecosistema de su influencia , la tala de arboles y matorral es generalizada, es decir, todo vestigio vegetal desaparece para luego empezar a escarbar y a sacar la roca que contiene el oro. Se necesita una tonelada y media o más de roca para poder sacar diez gramo de oro. Para sacar un kilo tienen que moler y licuar grandes cantidades de material con millones de litros agua cianurada , toda vez que el cianuro aglomera las microscópicas partículas de oro. Una mina que extrae oro y otros metales mediante este procedimiento que se llama de lixiviación, requiere una cantidad de agua tal, que el agua que gasta la mina en una hora es el agua que consume una familia campesina en 20 años. Con el objeto de reunir las cantidades de agua necesaria las empresa comprar las tierras circundantes a la mina para que nadie pueda acusarlos por el desvió de los manantiales y recursos hídricos necesarios en la explotación minera. Este proceder esta prohibido por la ley pero no existen controles suficientes por parte de los estados para impedirlo y castigar a los infractores. Y el agua contaminada con residuos de cianuro y mercurio, que ya no se necesita, va a las lagunas, ríos y posos subterráneos donde sigue envenenando a cuanto animalito tome de esa agua. La empresa lo que hacen a veces, es poner letreros de advertencia sobre la peligrosidad de las aguas contaminadas pero como ni los pájaros ni los animales saben leer, la muerte y la destrucción continúan.

Los proyectos mineros –y sobre todo la criminalización de la protesta social que se relaciona repetidamente con los mismos– conducen en muchos casos a la vulneración de los derechos civiles y políticos, consagrados en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de las Naciones Unidas (PIDCP), así como a la carta magna de las naciones donde estos delitos se cometen. Entre estos derechos están los siguientes:

- derecho a participar en los procesos políticos (Art. 25 y 26 del PIDCP)
- derecho a la libertad de expresión (Art. 19 del PIDCP)
- derecho a la reunión y libertad de asociación (Art. 21 y 22 del PIDCP)
- derecho a no ser detenido ni encarcelado arbitrariamente (Art. 9 del PIDCP)
- derecho a no ser sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes (Art. 7 del PIDCP).

En los casos más flagrantes, se viola también la prohibición de la pena capital (“asesinato por parte del Estado”, Art. 6 del PIDCP) o asesinatos cometidos por grupos paramilitares pagados por las mismas compañías transnacionales. Igualmente es vulnerada la prohibición de la desaparición forzada, consagrada en la Convención Internacional de las Naciones Unidas para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas de 2006. Una y otra vez se vulneran los derechos de los trabajadores, entre ellos el derecho de fundar sindicatos y de afiliarse al de su elección (Art. 8 del Pacto Social de la ONU). El derecho de los pueblos indígenas al consentimiento libre, previo e informado - CLPI(en inglés: free, prior and informed consent – FPIC) tampoco se tiene en cuenta ni por parte de los estados firmantes de estos pactos ni por parte de las compañías multinacionales firmantes de los mismos.

Ha sido instituido por el Convenio 169 de la OIT (Art. 6, 7 y 16) y por la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Sería posible continuar con esta lista de violaciones de derechos humanos, que tienen lugar en las circunstancias más variadas. A continuación analizamos algunas de ellas, que resaltan por su importancia.

Expulsiones y falta de acceso a la tierra

Muchos campesinos y campesinas de los países en desarrollo carecen de un título de propiedad legal sobre sus tierras a pesar de que en reiteradas ocasiones lo hayan solicitado a los organismos competentes, por lo cual a menudo son víctimas de expulsiones o desalojos. Debemos mencionar aquí que los derechos de quienes han sido desposeídos de sus tierras han sido “adquiridos legalmente” por aquellos que utilizando la fuerza y la violencia los desposeyeron. Aunque el acceso a la tierra no ha sido consagrado en sí como un derecho humano, es indudable que constituye una base directa para el goce de otros derechos humanos. De hecho, la pérdida de sus tierras implica para los afectados la simultánea pérdida de la opción de ganarse el sustento propio y el de sus familias, al igual que la privación del acceso a agua potable limpia, a una vivienda segura y digna, a la educación y posiblemente también del derecho a un trabajo en condiciones dignas. A menudo, la expulsión perjudica a poblaciones indígenas enteras. Se viola su derecho a la autodeterminación y a la identidad cultural. En otros casos, los afectados sí cuentan con títulos válidos y legales de propiedad sobre sus tierras, pero es frecuente que se les convenza o coaccione – incluso haciendo recurso a métodos violentos o invocando información falsa o incompleta a vender sus tierras, sin obtener una compensación adecuada por la pérdida de las mismas. Muchas veces, los perjudicados no tienen más remedio que migrar a las ciudades, donde tienen que competir, en condiciones infrahumanas, con numerosas personas para conseguir el sustento de sus familias. Muchos de ellos se ven obligados entonces a “refugiarse” en los extramuros de las grandes ciudades en asentamientos de hambre, miseria y violencia.

Transnacionalismo o americanismoEl Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales es un órgano de las Naciones Unidas constituido para supervisar la aplicación del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Este Comité ha emitido dos Directrices Generales que interpretan el “derecho a la vivienda”, la primera de ellas en 1991 sobre el derecho a una vivienda digna, en términos generales (Observación General No. 4), y la segunda en 1997 (Observación General No. 7). Esta última se centra explícitamente en los desalojos forzosos y en las recomendaciones a los Estados firmantes entre los que se incluye Colombia, y contiene interpretaciones sobre qué medidas deben emprenderse para proteger a los afectados en caso de producirse la amenaza de una reubicación involuntaria. “El ex Relator Especial sobre el derecho a una vivienda adecuada, Miloon Kothari, consideró tan grave el problema de las expulsiones forzosas en combinación con presuntos “proyectos de desarrollo” (tanto en áreas rurales como urbanas), que en 2007 formuló un conjunto de directrices en las cuales no se prohíben los desalojos por completo, pero sí se fijan por lo menos algunos criterios para que éstos – en caso de ser inevitables – puedan tener lugar y se lleven a cabo en condiciones de amplio respeto de los intereses y los derechos humanos básicos de los afectados.

Estas directrices deberían servir de pauta a los Gobiernos y a las empresas en relación con las reubicaciones vinculadas a proyectos mineros, pero en la práctica es muy extraño que se tomen en cuenta. La elevada demanda de agua por parte de las industrias mineras, los daños al medio ambiente socavan el derecho a la alimentación y al agua limpia. Este derecho no sólo se ve afectado o vulnerado por los desalojos y desplazamientos sino y fundamentalmente por las materias químicas utilizadas en estas explotaciones. En las áreas rurales de los países en desarrollo, la existencia de agua para el riego de los campos y de bebida para los animales domésticos y a las personas es una condición indispensable para asegurar el sustento y desarrollo. Allí donde las empresas mineras explotan sus yacimientos, el tema del agua suele convertirse rápidamente en un punto conflictivo: la minería insume grandes cantidades de agua y disminuye drásticamente la disponibilidad de la misma. Se destruyen los manantiales, se contaminan los ríos, baja el nivel freático. Suele incluso suceder que los canales de riego para el cultivo se deriven hacia las minas. La población local no tiene cómo defenderse de esta situación y se viola su derecho de acceso al agua limpia. En su Observación General No. 15 del año 2002, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales volvió a subrayar explícitamente la importancia del derecho al agua y la agudización de la pobreza por causa del agotamiento de las existencias de agua, su contaminación persistente y su distribución inequitativa. La contaminación del agua, la presencia dañina de maquinaria pesada, el uso de explosivos y productos químicos altamente tóxicos, y el incremento notorio del tráfico vial – son todos factores que dañan el medio ambiente y se generan inevitablemente en el entorno de las grandes explotaciones mineras. La comunión de todos estos efectos dañinos causan enfermedades y accidentes graves, y deterioro de la saluid física y mental de sus habitantes.

El libre derecho a la participación política, la libertad de expresión y el libre disenso se encuentran entre los derechos fundamentales de toda persona, de igual manera está el derecho de participar en los procesos de decisión políticos, económicos y culturales de la sociedad. Precisamente los grupos marginados de los países en desarrollo se ven a menudo privados, de facto, de estos derechos. Debido a su identidad cultural y al significado muchas veces religioso que tiene la tierra para los pueblos indígenas, éstos se ven especialmente perjudicados. Se les impide el acceso a informaciones importantes y se pasa por alto su derecho a tomar parte en las decisiones. Se les niega el derecho a la participación a nivel social, económico y político.

La presión ejercida sobre los Gobiernos por el Fondo Monetario Internacional, por la banca local, por las compañías multinacionales, por la nueva ideología NEOLIBERAL sumada a la corrupción generalizada o al propio deseo de los gobernantes por atraer a inversores extranjeros a los países en desarrollo, parecen llevar a muchos gobiernos a la conclusión de que los derechos de los inversores merecen prioridad frente a los derechos de su población nativa. Son muchos los países en vías de desarrollo que incumplen las directrices de las Naciones Unidasm : -Véase: Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACDH)-: El derecho a una vivienda adecuada (Art. 11.1). Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (CESCR), Observación General No. 7, “Los desalojos forzosos”, del 20/05/97. Véase: Naciones Unidas, Consejo de Derechos Humanos, Cuarta Sesión, “Informe del Relator Especial sobre una vivienda adecuada, como parte del derecho a un nivel de vida adecuado”, Miloon Kothari, A/HRC/4/18, 5 de febrero de 2007, Anexo I: “Principios básicos y directrices sobre los desalojos y el desplazamiento generados por el desarrollo”.

Los grandes consorcios que se dedican a la explotación de materias primas asumen una posición muy dura contra los opositores de la minería y los defensores del medio ambiente y de los derechos humanos. En América Latina, por ejemplo, se observa una tendencia de los gobiernos a radicalizar sus leyes para la criminalización de las protestas, a fin de reforzar el efecto disuasivo. La criminalización de las protestas sociales atenta contra el derecho de libertad de expresión y, en consecuencia, también contra otros derechos como el derecho de libre asociación, la prohibición de detención arbitraria, la convención contra la tortura o la violación de los derechos laborales. Muchas de las grandes empresas mineras impiden la formación de sindicatos y discriminan a aquellos trabajadores que se afilian a un sindicato para la defensa de sus intereses económicos o sociales. De este modo atentan contra el derecho de fundar sindicatos o de afiliarse a los mismos, que aparece consagrado en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Además, con frecuencia se ignoran las disposiciones para la protección de la salud y la seguridad en el entorno laboral, fijadas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Derecho al consentimiento libre, previo e informado (CLPI)

El Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo tiene como objetivo proteger a los pueblos indígenas y les concede el derecho a ejercer un control lo más amplio posible sobre su desarrollo económico, social y cultural. Antes de poner en marcha o autorizar proyectos de exploración y explotación de materias primas en tierras indígenas, el Convenio de la OIT exige a los gobiernos establecer procedimientos para consultar a los respectivos pueblos indígenas y así determinar en qué medida los intereses de los mismos se verían afectados por dichos proyectos. Cada vez que sea posible, los pueblos correspondientes deben participar en los beneficios de dichas actividades y deben recibir una indemnización apropiada por todos los perjuicios que éstas les pudieran causar. En casos en que se considere necesaria la reubicación de los pueblos indígenas, ésta sólo puede tener lugar con el consentimiento voluntario y totalmente informado de dichos pueblos.

El Convenio 169 de la OIT del año 1989 consagra el derecho de los pueblos indígenas y tribales al “consentimiento libre, previo e informado” en caso de proyectos mineros. No obstante, hasta ahora sólo unos cuantos de los 17 Estados que ratificaron este Convenio han procedido también a hacerlo parte de su legislación nacional. Y prácticamente ninguno de los países emergentes y en desarrollo concernidos ha establecido mecanismos apropiados para informar plenamente a la población indígena sobre los proyectos mineros planificados e involucrarla de manera adecuada en los procesos de decisión. Incluso en aquellos países en los que el derecho al “consentimiento libre, previo e informado” ha sido consagrado en las leyes. La implementación en la práctica deja mucho que desear, o se procede a dar prioridad a otras leyes en parte contradictorias. En el año 2007, la Asamblea General de la ONU aprobó con una amplísima mayoría la “Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas”, que también instituye el derecho a un consentimiento libre, previo e informado. Si bien una Declaración de la ONU – a diferencia de un Convenio jurídicamente vinculante – “únicamente” constituye un pronunciamiento voluntario sobre una obligación de carácter moral, esta Declaración reconoce la fundamental importancia del CLPI para los pueblos indígenas. Incluso el estudio comisionado por el Banco Mundial en el año 2000 y publicado en 2004, titulado “Revisión de las Industrias Extractivas”, recomienda dar cumplimiento al principio del CLPI. Sin embargo, el propio Banco Mundial ha tomado distancia frente a esta recomendación y hasta la fecha apenas la ha puesto en práctica. Sería posible continuar con la lista de los derechos humanos frecuentemente vulnerados en el contexto de los grandes proyectos mineros en los países en desarrollo. Los gobiernos no cumplen suficientemente su obligación de proteger a la población, y – a pesar de la creciente conciencia de su responsabilidad social y ecológica - las empresas no se sienten conminadas a integrar el respeto a los derechos humanos en su política empresarial y menos aún a cumplirlo en la práctica. A menudo, las subsidiarias u operadoras in situ no conocen lo suficiente sobre la política de responsabilidad social corporativa de su propia empresa matriz, o no conceden al código de conducta de la misma la importancia concreta que se merece. Mientras que, por un lado, las empresas transnacionales violan o participan en la violación de derechos humanos en los países en desarrollo para su propio beneficio, los gobiernos de sus países de procedencia intentan librarse de toda responsabilidad, para lo cual alegan que sus obligaciones de derechos humanos sólo se aplican a las personas que viven en el interior de sus fronteras y niegan la existencia de las obligaciones extraterritoriales del Estado. Sin embargo, para hacer realidad el cumplimiento de los derechos humanos, tal como aparecen consagrados en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en los distintos convenios internacionales que norman su aplicación concreta, se requiere instituir un respeto universal y establecer una cooperación internacional para su protección y promoción en todos los países del mundo.

Un lamentable caso ejemplar de este fenómeno lo constituyen las gigantes suizas Xstrata Plc. y Glencore, ambas con una amplia cartera de inversiones a escala mundial ligadas a la explotación y el comercio de minerales y de materias primas. Recientemente fusionadas, conforman una mega-corporación con operaciones en 50 países en conjunto, un volumen de ingresos globales por más de 175,000 millones de dólares anuales y utilidades superiores a los 13,000 millones de dólares anuales. En el caso de Xstrata, se trata de una empresa con fuerte presencia en Sudamérica, donde tiene radicado más del 30 % de sus inversiones y de donde proviene una proporción similar de sus ingresos globales.

Su mapa de negocios ha diseñado también una cartografía minada de conflictos, denuncias, casos comprobados y hasta condenas y procesos judiciales abiertos por contaminación, incumplimiento de la legislación ambiental, y violación a derechos humanos en general. Hacer un informe exhaustivo de los atropellos y violaciones de derechos provocados por estas grandes corporaciones demandaría cientos de páginas. Acá sólo podemos hacer una sucinta reseña sobre el Cerrejon dado que nos toca directamente...

Minería a cielo abiertoEl Cerrejón (Guajira, Colombia) es una mega-explotación de carbón, con participación accionaria de Xstrata Coal. Ha sido epicentro de innumerables casos de delitos ambientales, fiscales y de violaciones a los derechos humanos, que ha valido incluso la presentación de una denuncia formal ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en el año 2007. La explotación de los yacimientos de carbón por parte de Xstrata ha provocado un grave deterioro de la calidad y cantidad del agua, afectando la estructura y el caudal del río Ranchería, principal curso de agua de la zona. La continua expansión del proyecto ha implicado el desplazamiento forzado de comunidades indígenas y afrodescendientes, con numerosos episodios de violencia protagonizados por fuerzas de seguridad privadas y paramilitares ligadas a la empresa. La gran cantidad de emisiones contaminantes (carbón, sílice, metales pesados, etc.) por agua y aire ha provocado el anegamiento de suelos productivos, el fuerte incremento de casos de plumbemia, silicosis y manifestaciones cancerígenas en trabajadores y población aledaña, entre otros daños constatados por la Procuraduría General de la Nación en un proceso judicial abierto por estas violaciones a fines de 2010. Es hoy una de las regiones de mayor emigración de Colombia, con más de 60.000 personas desplazadas entre 2002 y 2010.

Perspectivas para un manejo sostenible de las materias primas

La explotación de materias primas trae aparejados numerosos problemas y graves violaciones de los derechos humanos en los países productores. También a nivel global el planeta tierra sufre los efectos del consumo de recursos naturales cada vez más desmedido. Todo esto muestra que: nuestro manejo de las materias primas no es sostenible. La necesidad de que entendamos de otra forma lo que significa progreso, crecimiento, bienestar y desarrollo se vuelve cada vez más evidente y urgente. Tanto a nivel regional como global la prioridad de los intereses económicos frente a los aspectos sociales y ecológicos conduce a un callejón sin salida. De momento estamos muy lejos de una sociedad (global) sostenible. Pero deben incrementarse las iniciativas de solución escuchando el clamor ciudadano y científico sobre la sostenibilidad del medio ambiente y su desarrollo. Todas las medidas orientadas en este sentido deberían ser retomadas y ampliadas consecuentemente. Para encontrar soluciones a los desafíos ecológicos, sociales, políticos y económicos de nuestro tiempo, todos los actores involucrados -gobiernos, empresas, instituciones financieras internacionales, y otras organizaciones de la sociedad civil, así como consumidores críticos- debemos asumir responsabilidades. Para ello son necesarias instituciones y estructuras internacionales fuertes y el abandono de un sistema económico basado en la explotación de los recursos naturales sin tener en cuenta las poblaciones humanas y lugares geográficos de donde se extraen dichos recursos. . Su lugar debería ser ocupado por una economía de mercado social, que en lugar del capital coloque al hombre en el centro de su acción.

El presidente de COLOMBIA, Juan Manuel Santos, declaró 17,6 millones de hectáreas del país como "reserva estratégica minera" a tan solo horas que anunciara en la cumbre de Río+20 su compromiso con el medio ambiente y el desarrollo sostenible. En la rueda de prensa se detallo que los 17,6 millones de hectáreas se encuentran en los departamentos del Chocó, Amazonas, Guaviare, Guainía, Vaupés, y Vichada ofrecían grandes posibilidades para la extracción de minerales estratégicos apetecidos como el uranio, el coltán, el oro, el hierro y el platino.

Algunos ambientalistas y expertos han solicitado al Gobierno considerar la moratoria para desarrollar la minería, ya que algunos de los departamentos afectados no sólo son estratégicos ambientalmente sino también porque hay presencia de grupos armados fuera de la ley. Estudios de seguridad realizados en otros países con características similares han demostrado que, cuando se han descubierto importantes yacimientos mineros y petroleros, el conflicto armado se agudiza. El experto del Banco Mundial, Robert Goodland, quien estuvo de visita en Colombia, recomendó la moratoria de la minería en zonas claves por su biodiversidad, fuentes de agua, patrimonio étnico y arqueológico, y también en lugares donde haya conflictos armados y el estado no pueda garantizar la seguridad ni cumplir a satisfacción con los convenios y tratados internacionales sobre la materia en cuestión.

Con este anuncio que el presidente Santos hace ante la comunidad internacional, Colombia queda lista para sentencia ante los ojos del mundo. Lograr el desarrollo de la minería en zonas ambientalmente sensibles y con un mínimo impacto es un enorme reto que hasta la fecha no lo ha logrado ningún país en ningún lugar del mundo. Conseguirlo además en un país donde el conflicto armado dura mas de cincuenta años, con presencia de grupos paramilitares financiados por las corporaciones multinacionales, los terratenientes y comerciantes con el apoyo directo de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado es una misión, por decir lo menos, imposible.

El Gobierno Nacional en uso de las facultades legales que le concede la ley, y en cumplimiento de los convenios internacionales firmados, al respecto, con la ONU, la OIT y otros organismos internacionales, tiene la obligación de detener la ejecución de las explotaciones mineras en ejecución que no estén cumpliendo con lo pactado en los convenios y tratados internacionales y con las normativas de protección medioambientales así como con todos los proyectos mineros futuros hasta cuando los grupos sociales que se afecten y las áreas protegidas, debido a la diversidad biológica se salvaguarden, con el objeto de que queden debidamente protegidas y solucionados todos los problemas sociales a tenor de los acuerdos y de los convenios internacionales firmados.

Áreas Afectadas por la decisión Presidencial:

Espejos por oro

500 años atrás
Con cruces y espejos nos vencieron.
Ahora el futuro trae más sangre que siempre
Y nos disfrazan su maldad con nuevas calles, puentes, escuelas
Y otras “bondades”;
Y el empleado público es contratado como mercenario gubernamental
Y su buena cara…de “lobo con piel de cordero”
Trata de conquistar al campesino, y sus ternuras,
Su sonrisa de oro fácil se ondea como pancarta
Aduciendo el desarrollo.
Hace tanto que caímos bajo la misma trampa
Espejos por oro,
Oro por almas.
Las cruces siguen,
Castigarán al caer tu cara
Y la falsedad de tus palabras
Serán tus hijos
Señalándote el futuro,
Te recordarán a diario que los cambiaste como espejos
Con un nudo en su garganta.

(Poema de César Augusto Angulo Navarro, costarricense)

lunes, 19 de noviembre de 2012

El derecho a un mundo justo

Columnista Carlos Herrera Rozo.

Un mundo justo requiere un mundo legalmente bien ordenado, un orden legal mundial que derive sus poderes legítimos del consentimiento de las personas y que tenga como único objeto garantizar sus derechos personalísimos dentro de las comunidades donde les ha tocado vivir, sus derechos básicos, es decir, los derechos humanos.

El orden legal mundial

El primer problema de la teoría de la justicia doméstica, vernácula, es el de definir el ámbito de una comunidad política determinada, quiénes forman parte de ella y quiénes son extranjeros. No se puede eludir arbitrariamente «el problema de la definición de la comunidad» y dando por supuesto que los Estados actuales son «las unidades dentro de las cuales operan los principios de justicia”. Para una teoría de la justicia global, en un mundo globalizado, desde el puno de vista de la justicia y no de la economía como hoy sucede, radica en el problema de establecer los criterios de delimitación de la comunidad política, ya que desaparece, por definición, toda vez que, la comunidad política a estos efectos es la humanidad misma en su totalidad. Las objeciones que se han formulado a una delimitación de la comunidad tan sencilla pero tan extensa apelan tanto a su posibilidad como a su conveniencia dado que el desarrollo de las naciones tanto en lo cultural, como en lo político azas en la economía, difieren sensiblemente unas de otras.

El orden legal mundialRespecto a su posibilidad se aducen las evidentes diferencias entre la sociedad internacional y las sociedades nacionales amen de todas aquellas que dentro de un mismo conglomerado social discrepan y explotan sentimientos nacionalistas diversos por razones de lengua, origen e inclusive por razones puramente ideológicas como ocurre en varios países europeos. Principalmente se alega que en el ámbito internacional concurren un defecto institucional, la ausencia de un aparato coercitivo, y un defecto volitivo emocional, la ausencia de sentimiento comunitarios compartidos. Pero, debemos subrayar que, estos defectos son meramente contingentes y lo cierto es que argumentar la imposibilidad de configurar un demos universal porque no hay un previo ethnos (grupo étnico, nación) universal supone, por un lado, ignorar que «las naciones han sido con frecuencia el resultado de procesos de construcción nacional exitosos o no llevados a cabo por los Estados, voluntaria e impositivamente, sobre poblaciones carentes del deseado nivel de homogeneidad e identidad común y, de otro lado, incurrir en la falacia de olvidar las alternativas ya que si el cosmopolitismo defiende la promoción de un sentimiento étnico común -el humanismo- para fundar sobre él un orden legal universal es, obviamente, porque ni aquel sentimiento ni este orden existen actualmente. Lo que el cosmopolitismo pretende es, precisamente, ofrecer una alternativa.

Respecto a su conveniencia se aducen los riesgos de un estado mundial dotado de los poderes coercitivos -el monopolio institucional de la fuerza- que son propios de los Estados modernos o ejercido de facto por los países imperiales. Para responder a esta objeción hay que distanciarse de la idea de que un orden legal tiene necesariamente que revestir la misma forma de un Estado-nación soberano. Como se ha apuntado repetidamente, desde perspectivas en gran parte diferentes, hay que liberarse de la idea de un Estado mundial o de una república mundial para concebir un tipo de orden legal universal más complejo. Jurgen Habermas propone, en este sentido, un modelo de sociedad política mundial basado en una división de la soberanía en el que la presencia de un sólo actor, el Estado nación, que actúa en dos escenarios, el de la política interior y el de la política exterior, queda sustituida por la presencia de tres actores, la organización mundial, los Estados y los individuos, que actúan en tres escenarios, el supranacional, el transnacional y el estatal.
Algo muy parecido al modelo que bajo la discutible calificación de neo-medievalismo propuso H. Bull: «Si los Estados modernos llegaran a compartir la autoridad sobre sus ciudadanos y la lealtad de los mismos, con las autoridades regionales y mundiales, por un lado, y con las autoridades subestatales y subnacionales, por el otro, hasta el punto de que el concepto de soberanía dejase de ser aplicable, podríamos hablar del surgimiento de un orden político universal de tipo neomedieval».

Un orden legal mundial democrático

Un problema bastante más complejo, es el de qué forma debería adoptar ese orden legal universal para ser un orden justo. Son varios los estudiosos que se han manifestado sobre las particularidades de este tema, entre ellos Hans Kelsen que defiende las instituciones jurídicas globales pero rechaza como indeseable la idea de un gobierno global. Otros pensadores creen que «Realizar nuestro interés prudencial y moral por un futuro en paz y económicamente viable exigirá instituciones y organizaciones supranacionales que limiten los derechos de soberanía de los Estados de una manera más rigurosa de lo que hoy es habitual». Hans kelsen ya había señalado la incompatibilidad entre soberanía y orden normativo supraestatal.

No es extraño añadir a estas consideraciones la idea de un progreso paulatino e invocar, como referente, la experiencia de la Unión Europea, aun que vistos los desajustes que se han presentado en los últimos tres años bien vale la pena dedicar más tiempo al estudio de su integración política, bastante renqueante frente a la integración económica.

Como se ha indicado, bajo el punto de vista de la teoría de los derechos humanos, este problema tiene contestación pues la legitimidad de la autoridad esta en función del consentimiento de los gobernados. La configuración de un orden democrático universal parece, sin embargo, haber suscitado numerosas objeciones que cuestionan la posibilidad de institucionalizar la democracia en una comunidad tan amplia y heterogénea cultural, ideológica y políticamente
.
El punto de partida es el denominado dilema de Robert DaHl, pues fue él quien por primera vez planteó el posible dilema entre la calidad y la extensión de la democracia: «Este es el dilema entre participación ciudadana frente a la eficacia del sistema. Cuanto menor sea una unidad democrática, tanto mayor será el potencial de la participación ciudadana y tanto menor la necesidad de que los ciudadanos deleguen las decisiones políticas en representantes. Cuanto mayor sea la unidad, tanto mayor será la capacidad de éstos para lidiar con los problemas importantes de sus ciudadanos y tanto mayor será la necesidad de que los ciudadanos deleguen decisiones en sus representantes»

Este dilema, sin embargo, ofrece ciertas características paradójicas. Mientras que parece casi trivialmente obvio que la calidad intensiva de una democracia se alcanzaría con mayor efectividad en una comunidad humana pequeña y homogénea y resultaría cada vez más difícil de conseguirse en la medida en que la comunidad es más extensa y más heterogénea, lo que no resulta nada asequible es en qué momento cuantitativo y en qué grado de pluralismo la democracia resultaría inalcanzable o de tan mala calidad como para no merecer tal nombre, sin perder la perspectiva de que la “Geo Política Mundial” nos ofrece con mucha frecuencia ejemplos de democracias fracasadas. A este problema de vaguedad que nos sitúa ante un típico sorites – (El sorites es un recurso estilístico usado habitualmente en la retórica. Se trata de un razonamiento resultado de la concatenación de varios enunciados verdaderos, siendo el sujeto de cada uno el predicado del anterior. Partiendo de unas premisas verdaderas se puede ir introduciendo retórica, fácil y gradualmente una falsedad, en cuanto se falte a alguna regla silogística de forma capciosa)- hay que añadir un ingrediente empírico también paradójico y es que no siempre las comunidades pequeñas son homogéneas y las grandes heterogéneas. Puede resultar fácil convenir en que la calidad democrática en los cantones suizos es elevada aunque, paradójicamente, Suiza resulta ser un Estado pequeño pero multilingüístico.

Los Estados Unidos de América, que hace mucho despertaron la admiración democrática de Alexis de Tocqueville, son una comunidad política amplia en número de miembros y en extensión territorial, multicultural en origen y, hasta tiempos muy recientes, prácticamente monolingüística. La India, por su parte, constituye una comunidad territorialmente extensa, inmensamente mayor en número de miembros y bastante compleja culturalmente. Todo ello no obstante, aceptamos que Suiza, Estados Unidos y la India constituyen ejemplos distintos de comunidades políticas soberanas democráticas ¿…?.

Obvio es decir que en el sistema de moralidad de los Estados una característica sobresaliente es la afirmación de la democracia en los Estados-nación y las relaciones no democráticas entre los Estados; el arraigo de la responsabilidad y de la legitimidad democrática dentro de las fronteras del Estado y la búsqueda del interés nacional (y de una ventaja política máxima) fuera de esas fronteras... Característica esta que aplican en mayor o menor grado todos los países del mundo. Para establecer los términos de esta comparación cabe recordar que, en estos momentos, Suiza, la Confederación Helvética, es un Estado integrado por unos siete millones y medio de personas, que reconoce oficialmente tres idiomas distintos y se organiza en veintitrés cantones; los Estados Unidos forman un Estado integrado por unos trescientos cincuenta millones de habitantes, que no reconoce una lengua única oficial aunque prácticamente ha funcionado como exclusivamente anglófona hasta la reciente expansión del español como segunda lengua más hablada, y que se organiza en cincuenta Estados más el distrito federal; la India, finalmente, es un Estado integrado por unos mil doscientos millones de habitantes, que hablan unas cuatrocientas lenguas distintas, y se organiza en veintiocho Estados. Sobre la ausencia de correlación entre población y diversidad cultural.

Por otra parte, hay formas despóticas de gobierno asociadas a comunidades políticas mucho más pequeñas y/o mucho más homogéneas, Robert Dahl al explorar sobre el tamaño de la democracia, habían abierto paso a la necesidad de imaginar unidades políticas más amplias y complejas en las que proyectar las exigencias de la democracia. Quince años después Robert Dahl todavía citaba a la Comunidad Europea como ejemplo de un crecimiento supranacional remarcando que «la mayor escala de las decisiones no tiene por qué conducir necesariamente a un sentimiento de mayor impotencia, siempre y cuando los ciudadanos estén en condiciones de ejercer un control significativo sobre las decisiones en todos los asuntos que corresponden a una escala menor pero trascendente para su vida diaria...»

Dahl, consecuentemente, concluía que «de esta manera —y los ciudadanos de una sociedad democrática podrían encontrar otras— sería factible adaptar una y otra vez el proceso democrático a un mundo que se parece muy poco a aquel en el cual nacieron las ideas y las prácticas democráticas». No resulta, por tanto, conceptualmente imposible un mundo en el que exista un orden legal universal democrático. Habrá de ser, con toda probabilidad, un orden legal poliárquico mucho más parecido a los grandes Estados federales que a los estados-nación centralizados pero nada hay que impida que, en un diseño de ese tipo, se satisfagan las seis condiciones que daHl requería: (1) cargos públicos electos, (2) elecciones libres, imparciales y frecuentes, (3) libertad de expresión, (4) fuentes alternativas de información, (5) autonomía de las asociaciones y (6) ciudadanía inclusiva.

Robert Dahl citaba como ejemplos las dos Coreas, Yemen y Yemen del Sur, Alemania Oriental, Polonia, la República Árabe Unida y Haití. Actualizando estos ejemplos todavía podrían tener vigencia los de Yemen (que, tras la unificación de 1990, cuenta con algo más de veinte millones de habitantes con casi un 100 por 100 de población árabe y musulmana y que, en la práctica, sigue gobernado por un partido único) o Haití (con una población cercana a los nueve millones de habitantes, notablemente homogénea étnica y lingüísticamente, y que hasta las elecciones de 2006, tuteladas por la ONU, ha sido gobernada despóticamente).

En efecto, en 1998 publica On Democracy, en la que si bien afirma que su dilema puede afrontarse y que «el desafío no consiste en detener el despliegue de la internacionalización —algo que resulta imposible—, sino en democratizar las organizaciones internacionales» y que, para conseguirlo, «probablemente habría de desarrollarse algún tipo de identidad común, equivalente a la que existe en los países democráticos», al mismo tiempo califica la primera afirmación de «excesivamente optimista» y la segunda de «altamente improbable». Entre nosotros y en referencia al dilema de Dahl, tenemos que hacer hincapié en la relación necesaria entre democracia y soberanía y nos mostramos bastante escépticos respecto a la posibilidad de mantener esa relación en un nivel global.

Otros autores afirman, por el contrario, la posibilidad de democratizar las instituciones internacionales, incluso como un marco más apto para alcanzar la libertad, autores como J. Bohman, David Held es, entre todos, el que con mayor definición ha diseñado un orden democrático cosmopolita y ha defendido la posibilidad de transitar desde el actual orden internacional, definido por la Carta de las Naciones Unidas, hacia ese orden ideal. Debemos sostener a pesar de todo y quizás en contra de algunos sesudos pensadores, con mayor rotundidad todavía si cave, que «la democracia global es posible y quizás deseable y, además, que acabará siendo una realidad, no a la vuelta de unos lustros, sino mas bien a la vuelta de varios siglos. Por ahora debemos ocuparnos de la Democracia real ya, de la que nos compete como ciudadanos del mundo y observando y respetando los tratados internacionales que no vulneren las democracias y menos aun los Derechos Humanos.

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