sábado, 27 de agosto de 2011

Se trata sólo de una cosa: decisión

Columnista Iris.

Memoria¿Qué podria introducir para este escrito?... intencion: no identificada; objetivo: ninguno; justificación: ausencia de una razon! ¡espero les guste! ¡Toma lo que te doy, antes de que me lo arrebates!

Cada línea escrita en adelante, le antecede una lágrima ¡cuánta dificultad me ha dado hacerlo!... y no lograré entonces transmitirte lo que en este mismo instante siento devorándome en llanto y desolación... pero no pienses en que me duele... no es fácil, no, para nadie es fácil resignarse, eso sí que lastima... ¡yo ya lo he hecho! Ese tiempo tan inoportuno, el cual necesitas y te doy hoy, te servirá para esculcar hasta el último rincón de tu alma y darte cuenta al fin, que se trata sólo de una cosa: decisión, que te permitirá continuar por este mundo desconocido que nos depara, o rendirte ante el egoísmo de tu alma y resignarte a tu soledad, tan bella como desoladora, desesperante mujer que hoy nos separa... ¿con quién peleo entonces? ¿Con la sombra de tu yo?, con tu miedo, eso es, peleo con tu absurdo miedo que en vez de acercarte, te aleja... que te hace refugiarte en tu soledad, porque es ella, la que te entiende, la que nunca te abandona, la que no te roba el tiempo contigo mismo, la que se sacrifica por ti, la que vive contigo, te alienta en cada despertar y lo mejor permite un viaje hacia ti mismo... es con ella con quien lucho... Nuestros alegatos son tan frecuentes… y ella me grita que me rinda, no soy competencia para ella, lo sé... Soy una simple mujer que te quiere, y anhela llenar los vacios que ella deja, pero eso no es, ni será suficiente...

Te doy entonces hoy el tiempo que necesites con ella, para que después no me lo arrebates alimentando tu egoísmo y dejándome consumida en la tristeza, tómalo ahora y decide entonces… déjame, déjame con mi soledad, déjame en silencio y no preguntes nada, no repitas que me quieres, no supliques por los dos, solo déjame... y llévate lo que de mi necesites, lo que de los dos necesites, para darte fuerza en ese viaje, para ello entonces, ignora cualquier sentimiento que te pueda producir esta mujer que hoy te habla, que hoy te adora, entrégate a ella por completo y déjame, no vuelvas para hacerme lo mismo en nuestro “porvenir”, en nuestra mejor primavera... vete ahora que yo te doy nuestro tiempo… hazlo y no vuelvas, quédate contigo y déjame conmigo... no haré nada, nada para tenerte en mí, no hare nada con el tiempo que te dí, y con el que me queda y ¿sabes por qué?... porque si lo hago quizás sea yo la que decida emprender un viaje hacia mi misma sin regreso... y tú no estarás esperándome, porque así lo he decidido, ahora decide tú… vete... aquí permanecerás, pero no te garantizo nada, no me garantices tú... solo vete ahora... no repitas una historia anterior que te lastimo, pero no pretendas que me sacrifique, por eso te doy, como el regalo más preciado, el tiempo de los dos, valóralo, consérvalo, aprovecha cada segundo de él y si decides regresar que no sea para repetir tu historia dentro de otra primavera juntos, si decides quedarte… llévate los recuerdos de nuestro tiempo juntos y léelos con ella, sin tristeza, sin dolor alguno por tu perdida y la mía, solo consérvalos como mi mejor regalo...

2 comentarios:

Adolfo A. Abadía dijo...

En la medida que iba leyendo, al mismo tiempo, iba sentido cada una de tus palabras. Es increíble lo vulnerables que somos a las acciones y palabras de los demás. Por muy justificadas y razonables que sean, existe una parte de nosotros que parce interpretar todo de otra manera. Tratar de conciliar esas dos partes muchas veces es imposible y siempre nos quedamos con la preguntar ¿qué hacer? Yo creo que las mejores decisiones que he tomada en este campo han sido las menos guiadas han estado guiadas por la razón. A la larga, son las que más felicidad, bienestar y paz interior me han brindado. Relax que “al igual que tenéis ojos para ver la luz, oídos para oír los sonidos, tenéis un corazón para percibir, con él, el tiempo. Y todo el tiempo que no se percibe con el corazón está tan perdido como los colores del arco iris para un ciego o el canto de un pájaro para un sordo. […] el verdadero tiempo no se puede medir por el reloj o el calendario” [Michael Ende, Momo]

iris dijo...

tienes razon!... las palabras tienen tanto poder que pueden ser bendiciones para tu corazon o puñales para tu alma!... quiza todo se vea mejor en perspectiva, !no hay nada que el tiempo no cure! esperare entonces. una desicion no es nunca la mejor o peor, solo se ve que tan correcta fue con el pasar del tiempo y este se percibe segun cada subjetividad eso lo hace mas corto o largo, más efectivo o más inutil...

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