De antemano aclaro que lo que leerán a continuación fue el resultado de un proceso de cavilación resultado de varias lecturas sobre desigualdad y pobreza, sobre globalización, la expansión del capitalismo y básicamente los procesos económicos y sociales de los últimos dos siglos, pido disculpas si no hay fuentes de citas o cosas por el estilo pues no conozco sobre el tema (la crítica al sistema monetario) para tener algún tipo de texto al cual citar, con excepción de un video y una noticia que conocí precisamente el día de hoy que me disponía a montar el texto, si alguien conoce más del tema me escriben. No siendo más un saludo y disfruten de esta columna.
Sobra decir que en el estudio de las ciencias sociales la desigualdad y la pobreza es un tema que se ha trabajado repetidas veces, del cual se deduce que éstos tienen no una sino varias razones que constituyen el primer inconveniente en el proceso de formular salidas que logren mayor incidencia en la solución de la problemática. Pero creo afirmar, y quizá sea un error, que estos dos tiene un solo problema, además creo, aunque apresuradamente, que es el mismo problema que atañe a toda la sociedad y se encuentra en el centro mismo de ella. El problema que tiene la sociedad nace con ella, es degenerativo y gira entorno al tema económico como es de esperarse.
Una sociedad necesita de una organización económica para que esta logre sobrevivir, la economía de la sociedad gira en torno a la distribución de lo que se logra producir. Tomemos la sociedad como una ciudad, todo lo que la ciudad produzca se distribuye dentro de la misma y así se sostiene, el exceso se lleva a otras ciudades que quizá no tengan eso que nuestra ciudad produce y nosotros necesitemos aquello que la otra ciudad produce, que no tenemos la oportunidad de generar a causa del medio ambiente en el que nos desenvolvamos.
El medio por el cual se logra llevar este intercambio de manera “eficiente” es el intercambio monetario, de tal manera que todos quedaban satisfechos, pero entonces dónde reside el germen degenerativo de la sociedad, que no sólo lleva a que se genere una desigual distribución del producido sino a que la desigualdad sea tan grande que se hable de pobreza y que esto lleve a problemas de inseguridad, salud entre otros. Como vengo diciendo es entonces en la economía de la sociedad, la administración, distribución y redistribución del producto donde se genera EL PROBLEMA que motiva a escribir sobre los temas arriba mencionados.
Es en el proceso de intercambio, donde confluyen todos los factores que hace que la sociedad tienda a actuar de una manera para la cual no se concibió y sobre el cual ya se ha trabajado, el tema que ya no es económico, se enfocan en el ser humano y su esencia, para Hobbes en el leviatán el ser humano es de naturaleza malo debido a que los recursos son escasos, como es el caso actual y para Rousseau el hombre en su naturaleza es bueno pero la sociedad lo corrompe, que tiende a ser un poco mi postura aunque adiriendole claramente que son los escasos recursos los causantes de esa degeneración.
Creo yo que la incapacidad de descubrir qué es lo que yace dentro del individuo o la sociedad, que hace que estos o esta actué de manera interesada en términos individualistas es lo que nos ha llevado a los errores en las investigaciones sobre la desigualdad y la pobreza. A pesar de que la conformación de una sociedad se da con la idea de que el individuo sobreviva ya que no es capaz de valerse por si mismo en todos los aspectos de la vida y que, como afirma Aristóteles, pueda llegar al fin ultimo de todo individuo y de la sociedad el cual es la felicidad.
Todos conocemos que el sistema económico de nuestras sociedades gira en torno al intercambio monetario, donde yo habiendo teniendo un producido lo cambio por dinero lo cual me permite comprar algo que no poseo, en este sistema por cuestiones medioambientales o de oportunidades hay quienes logran acumular mayor capital, posterior a esto el sistema se hace más grande por lo cual, quienes logran mayor capital acceden a cantidades mayores de producción, lo que hace que yo deje de trabajar de manera independiente y comience a trabajar para una empresa que produce lo que antes yo y varios producíamos de manera individual, lo que da inicio a la búsqueda de acumulación de capital, que se desencadena en una sociedad cuyos valores giran en la acumulación y la visión del trabajo para ese fin y no la felicidad.
Creo que ya se va entendiendo por donde va la cuestión pero hay que ser conscientes que no crítico al capitalismo solamente, hago una crítica a la raíz del sistema en sí, sea comunista o capitalista, ya que estos giran en torno a esa misma idea. Para unos el “profit” o el sobrante de ese proceso de intercambio se distribuye en la clase alta “dueños de los medios de producción” y en el otro se redistribuye en las clases bajas u obreras “dueños de la única e innegable mano de obra”.
Siendo la moneda un recurso material, es escaso y es reemplazado en lo que ahora llamamos el dinero digital, lo que cambia la idea de acumular “porque es que se va a acabar”, a la de acumular “porque es que no importa, hay más”. La sociedad gira en torno a esta idea de la acumulación y no como había dicho anteriormente para la búsqueda de la felicidad del ser humano. el individuo no comprende el problema del exceso, es más, no comprende dónde es que el exceso se convierte en un problema, lo que lleva a que en un sistema, el capitalismo, el exceso y el despilfarro sea una cualidad admirable del individuo y significa que se ha "esforzado" por conseguirlo, mientras que en el otro sistema, el comunismo, se controle cuanto recibe cada cual para evitar los excesos. En los dos casos se llegan a extremos pretendiendo la tan anhelada felicidad, logrando simplemente la desdicha, la desigualdad y la pobreza.
Entendamos que somos el resultado del proceso de socialización, que nuestra forma de ver el mundo, nuestro actuar está determinado por nuestras experiencias pasadas, cómo estas se han almacenado, qué recordamos qué olvidamos, en qué creemos, con qué nos identificamos y a qué le otorgamos la idea del otro. Nuestra ideología, nuestras representaciones sociales y nuestros imaginarios son el producto de las relaciones sociales con el ambiente, en este caso la sociedad gira en torno a un sistema económico monetario que afecta nuestras percepciones sobre lo que es adecuado y lo que no lo es, todas nuestras decisiones se basan en creer que la acumulación de capital es lo único por lo que hemos venido a este mundo y es el medio para la felicidad.
Ya nos hemos dado cuenta que los excesos llevan siempre a problemas, sea cual sea el tema. Conocemos o al menos tenemos idea del efecto que tienen las grandes compañías en el medio ambiente por la búsqueda de reducir sus gastos, una cuestión de “rational choise” que para algunos es innato al ser humano, hay quienes creen que el análisis de costo beneficio es algo que “el ser humano hace todo el tiempo”, en muchos casos las decisiones se toman sopesando los costos y beneficios pero nunca resulta ser un análisis real de costos, sino meramente subjetivo, por lo tanto la comprensión sobre el “rational choise” resulta innecesaria cuando intentan describirlo como el medio objetivo sobre el cual la sociedad se desarrolla.
Es entonces en este punto donde se vislumbran los problemas que comienzan a desarrollarse a causa de tener en el centro de nuestra sociedad un objeto material y no uno inmaterial, uno que no cargue consigo un significado y una simbología como lo hace el dinero. Este PROBLEMA es el que debe interesarnos estudiar a fondo para lograr darle respuesta a las preguntas: ¿ qué podemos hacer? ¿qué otro objeto usar? ¿Cómo estructurar un sistema con el cual la sociedad logre mantener una economía coordinada que no tienda a la acumulación y lógicamente tampoco a los excesos de la misma?
El siguiente texto deja más preguntas que respuestas como en todos los trabajos desarrollados en las ciencias sociales, pero al menos aclara que el principal problema es el dinero, no como el problema de la mala distribución del dinero o de las tierras por las cuales producir el capital, sino de la carga simbólica del dinero como el centro del engranaje de nuestro sistema económico y sostén de nuestra sociedad.
lunes, 18 de marzo de 2013
Crítica a los estudios sobre la desigualdad y la pobreza
Columnista Nibega.
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