Antes cuando la represa Sara Brut no había llegado a Bolivar, habían varias casitas, arboles y plantas en su lugar.
Entre esas pocas viviendas se encontraba la escuelita de la vereda Guacas, la cual tuvieron que ahogar en agua para hacer la represa.
Al principio hubo mucha conmoción, la gente como siempre espero perderlo todo, pues podría pasar que no se cumpliera el trato, o se demoraran siglos en cumplirlo.
Sin embargo, lo cumplieron, además le aumentaron, enfermerías, canchas de microfútbol y basquetbol aparte del color y calor humano.
lunes, 22 de abril de 2013
Su nuevo lugar
Por Camila Azcárate.
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