Por Olga Arroyave.
Mariana Díaz Tiene una niña de 9 años y desde el primer momento en que vio y
escucho el corazón de su hija latir “Yo la ame
en ese mismo instante”.
La forma de enterarse no fue la más
apropiada ya que un día decidió ir a realizarse una ecografía en compañía de
una amiga, ella no estaba tan segura de estar embarazada ya que su periodo era
bastante irregular, después del procedimiento supo de sus 8 semanas de
embarazo, y aunque al principio fue duro
porque no estaba casada y además pesaba 150 kilos, tenía una relación con
su pareja una año y 6 meses, este al
enterarse de la noticia brindo su apoyo incondicional, ella tenía 26 años y el
22.
En un comienzo decidieron no contar
con la familia, pero a medida que pasaba el tiempo cuenta ella, con tres meses
de embarazo su abuela comenzó a sospechar, fue ahí cuando decidieron contar, su abuela no
estaba muy feliz en ese momento pero ahora asegura que es lo mejor que les ha
pasado a todos, su madre al enterarse exigió que se casaran su pareja acepto pero
ella no quería, no le agradaba la idea de casarse hasta que reflexiono sobre el hogar que merecía su hija,
y para ella la conformación de la familia unida era ideal accedió al matrimonio y con 7 meses de embarazo se
casaron por lo Civil en un día soleado de Diciembre.
El embarazo cuenta Mariana no fue fácil,
ya que con un peso tan elevado, tenía que seguir una rigurosa dieta, para no subir de peso y que sus mellizos no se
vinieran antes de tiempo o nacieran enfermitos, en el mes **** uno de ellos murió
y solo quedo la niña, contaba con médicos especialistas en embarazos de alto
riesgo, su pareja y ella tenían sus miedos ya que en el 2009 habían perdido
unos gemelos y también había pasado por un embarazo ectópico.
Después de 9 meses de embarazo y de
cuidados nació su niña un amoroso día de Febrero, Mariana quedo con un peso de
120 Kilos, de una manera jocosa reitera que los recupero fácilmente, ella
recuerda muy feliz todas estas fechas y sobretodo el día del bautizo, momento de celebración para todos, a
lo largo de estos años su hija ha sido un
motivo de alegría y de orgullo para ella y su familia, es una niña
excelente en todo lo que hace, cariñosa y jamás avergonzada de su madre con un
amor profundo la una por la otra comparten el día día con la felicidad de estar
vivas.
Está en la imagen del día del bautizo de su hija, acompañada de su esposo.
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