Las recientes liberaciones del concejal Marcos Baquero Piñeros y otros cuatro secuestrados abren la discusión. El gobierno estará dando pasos para un posible diálogo con las FARC.
La administración Santos se ha caracterizado por combatir a las FARC frontalmente, con duros golpes que han debilitado su estructura. La caída del “Mono Jojoy” es un ejemplo del accionar militar del gobierno Santos. Sin embargo, el ejecutivo ha dicho que las puertas del dialogo están abiertas, y además, ha propuesto condiciones para comenzar con las conversaciones, condiciones como la liberación de todos los secuestrados sin excepción. Impulsando así, un clima favorable para que el proceso de una salida negociada al conflicto sea posible.
A través de la historia hemos asistido a duros enfrentamientos del ejército colombiano contra la insurgencia del Estado, que han mantenido la gobernabilidad del país y han disminuido el accionar terrorista. Sin embargo, a pesar del gran despliegue de recursos económicos y logísticos, el gobierno no ha conseguido acabar con las FARC y mucho menos ha logrado la paz. Seguramente, ésta imposibilidad de acabar con la violencia se debe a la resistencia y adaptabilidad de las FARC cuando enfrentan las ofensivas del Estado. A esa situación, podemos añadirle otra, en la que los integrantes de los grupos terroristas son refugiados en países vecinos.
La posibilidad de que el gobierno dialogue con las FARC no implica que una situación como la del Caguán vuelva a repetirse, aunque tampoco excluye que pueda volver a repetirse. A pesar de esto, la iniciativa del gobierno por llegar a acuerdos de paz parece la única solución definitiva al conflicto armado, pues, somos testigos del fracasado intento de acabar con las FARC mediante la ofensiva militar. Ahora bien, que las puertas del dialogo estén abiertas implica que la administración Santos tendrá que asumir un precio si quiere una salida negociada al conflicto, pero, sin duda, es un avance que el gobierno esté considerando una salida política.
No sé si el debilitamiento de las FARC genere condiciones para que el conflicto se acabe, o, si por el contrario, el que carezcan de líderes que puedan proponer soluciones políticas sea contraproducente para unos diálogos de paz. Dado el panorama nacional podemos pensar en conversaciones políticas con las FARC, por supuesto, sin ser tan optimistas; sin embargo, estamos frente a una administración que, por lo visto, sí quiere generar unas condiciones para una salida negociada al conflicto. Y su responsabilidad, si de verdad quiere una salida negociada, sin retorno a la violencia, es una desmovilización que garantice una verdadera reinserción de los combatientes en la sociedad colombiana.
2 comentarios:
Claro que la liberación de secuestrados es un hecho positivo para la sociedad colombiana, especialmente, para los familiares y amigos de los liberados; además, estos actos endulzan de cierto modo la imagen internacional del país. De hecho, es un logro positivo que se atribuye cualquier gobierno a su favor, sería irracional pensar lo contrario, pero habría que ser uno muy ingenuo para pensar que la naturaleza de la liberación sea la liberación de los secuestrados per se. Creo que las Farc, con este tipo de acciones, están buscando ganar tiempo para fortalecerse y reorganizarse, por eso están creando este tipo de espacio donde el tema reluce el tema de la negociación.
Ya tuvieron la oportunidad de mostrar, públicamente, su indiferencia frente a un proyecto de paz sostenido durante el gobierno de Andrés Pastrana con el Caguán. Pienso que las Farc tienen que mostrar mucho más que buenas intenciones de diálogo y negociación para que el pueblo y el gobierno colombiano vuelvan a creer en su palabra.
A diferencia tuya pienso que las FARC utilizan los medios de comunicación, más que para reorganizarse, porque obviamente la ofensiva militar del Estado no se detiene y la tarea así se hace difícil, es para crear una imagen más aceptable y favorable en diferentes partes del mundo; es bien sabido que las liberaciones son un gran “show” mediático en el que los titulares dicen: las FARC liberan unilateralmente a secuestrados, sin duda esto crea opiniones favorables en quienes no conocen la esencia del conflicto en Colombia. Y por último, ojala el pueblo colombiano no vuelva a creer en la palabra de estos grupos, juzgue a partir de hechos; así, la probabilidad de que el Estado y el pueblo colombiano resulten engañados, seria reducida drásticamente.
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