domingo, 6 de marzo de 2011

El tiempo fluye diferente

Columnista richi.

Hola gente, esta columna es escrita por un alemán: un alemán en Colombia, en Cali y en la Universidad Icesi. Escribiré sobre mis experiencias y observaciones de cómo vivo la cultura colombiana y cuáles son sus diferencias con mi estilo de ver la cultura alemana. Les invito a explorar, reflexionar, a debatir y por qué no tal vez hasta a conocer de nuevo su país, su cultura y su ciudad. ---RICHI

Claro que tenía que escribir sobre este tema. Creo que es de los temas más conocidos y discutidos, sin embargo voy a contarles un poquito de mis experiencias al respecto.

Obvio que el tiempo corre diferente en Alemania y en Colombia. Dos diferentes países, dos diferente culturas, dos diferentes conceptos del tiempo. Pero el tiempo de los relojes es el mismo. En Colombia también hay 24 horas como en Alemania, pero acá se siente que el tiempo corre diferente. Aquí la gente siempre tiene tiempo para hablar un rato. En Alemania esto es muy diferente, la gente se saluda, pero muchas veces cuando se saluda la gente sigue caminando. Parece mucho más frio, pero solamente es diferente. Para mí, el tiempo colombiano corre, sencillamente, más lento. En Alemania la gente está corriendo por todo lado, siempre avanzando, siempre tiene algo para hacer y una hora exacta para llegar. A diferencia de aquí, la gente camina mucho más lento. Pero esto me parece muy interesante también, la velocidad con cual la gente camina en los dos países. La gente colombiana camina de verdad mucho más lento.

Ahora, la gente en Alemania es realmente muy puntual. Si dos amigos se van a encontrar y fijan una hora, por ejemplo las 3 pm, entonces ambos estarán a las 3 pm en punto, tal vez hasta 5 minutos antes las 3 en el lugar del encuentro. Aquí la gente quizás sale a las 3 pm de la casa y necesitan por lo menos media hora hasta el lugar del encuentro. Por eso inventé la “hora colombiana”. ¿Nos encontramos…hora colombiana o hora alemana? Un detalle pequeño muy importante de saber.

Esto me parece también muy interesante. El manejo del tiempo parece ser un concepto cultural, de ahí que podamos encontrar una gran en su manejo en Colombia y Alemania. Pero ¿qué dice eso sobre las culturas? Mi opinión es que en Alemania la gente se encuentra puntual, termina puntual y siempre va mucho más recto al destino. La gente alemana camina más rápido, pero al mismo tiempo no ve lo que pasa a su alrededor. La gente aquí puede que sea más relajada, pero como acá todos saben que media horita más tarde no es algo tan grave, entonces la gente se encuentra básicamente 30 minutes más tarde y cero problemas. También los colombianos son mucho más amables, caminan más lento pero sí se fijan en su alrededor. La gente tiene más mayor conexión con su barrio, su familia, su casa y sus amigos. La cultura alemana es mucho más individualista y su conexión es solamente con la gente más cercana, su familia y en algunos caso hasta con los “amigos”. Claro, amigos en el sentido alemán.

Para terminar, otro hecho muy interesante. Por ejemplo aquí la gente dice: “entre 8 o 15 días”. En Alemania existe una frase con el mismo sentido pero es: “entre 7 o 14 días”. No sé cómo pero aquí en Colombia parece que la gente tiene tanto tiempo que hasta tienen un día más en la semana.

1 comentario:

Jens V. dijo...

Buenas,

No me queda mas opción que de afirmar y coincidir con sus observaciones comparatistas entre ambas culturas, las cuales ambos encarnamos y hemos llegado a conocer. En efecto, la percepción del tiempo es algo que define el ritmo y el modo de vida, añadiendo además características claves que quizás adyecen en estereotipos.

Sin embargo, teniendo en cuenta su distinción entre el concepto del tiempo, quisiera añadir una observación concerniente al orígen de aquella discrepancia, con sus respectivas repercusiones sobre lo cotidiano.
En Alemania, lo que he notado es que el ritmo de vida depende de las estaciones, creando de este modo una presión para aprovechar el momento lo mejor posible. La anticipación que se siente ante la primavera solo es superada por la impaciencia de que llegue el verano. Por ende, cuando llega este se espera poder aprovechar cada momento lo mejor posible. Esto genera una planificación obsesiva que se manifiesta en estrés excesivo, dejando poco tiempo para disfrutar ya que el presente se concentra en ordenar y planificar actividades futuras. En colombia, por el otro lado no se siente esa presión ya que a pesar de las temporadas de lluvia, no hay estaciones que se deben considerar.

En mi opinión, este aspecto es clave para mejor entender la actitud ‘relajada’ en colombia vs. la ‘compulsividad’ alemana. Queda sin embargo resaltar que no se debe menospreciar ni deacreditar ningun modo de ser, ya que sabemos que ambos modos de vida traen sus ventajas tanto como desventajas.

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