PARA REFLEXIONAR
“La destrucción del pasado, o más bien, de los mecanismos sociales que vinculan la experiencia contemporánea del individuo con las generaciones anteriores, es uno de los fenómenos más característicos y extraños de las postrimerías del siglo XX. En su mayor parte, los jóvenes, hombres y mujeres, de este final de siglo, crecen en una suerte de presente permanente sin relación orgánica alguna con el pasado del tiempo en el que viven”.
Eric Hobsbawm / “Historia del siglo XX”
“El verdadero tesoro del hombre es el tesoro de sus errores, apilados piedra sobre piedra durante miles de años.(…) Romper las continuidad con el pasado, querer empezar de nuevo, denigrar al hombre y plagiar al orangután. Fue un francés, Duppont White, quien alrededor de 1860 se atrevió a exclamar:”La continuidad es un derecho del hombre; es un homenaje a todo aquello que lo distingue de la bestia”.
José Ortega y Gasset / “La Historia Como Sistema”
La democracia ateniense, los pioneros
Escuchamos con frecuencia que la democracia nació en la Grecia clásica entre los siglos VI y V antes de nuestra era. No es menos cierto que, frente a dicha realidad, aparece una postura rival que afirma que aquello no tenia de democracia más que el nombre. Debemos anotar además que, las últimas investigaciones históricas señalan un origen fenicio y egipcio de ciertas instituciones que fueron desarrolladas posteriormente en Atenas.
La realidad sobre la democracia Ateniense, frente a lo que el mundo occidental entiende por democracia nos conduce a vacilar sobre su efectividad por cuanto, en efecto, ni las mujeres, ni los Metecos*, ni los esclavos accedían a la condición de ciudadanos o tenían derecho político alguno. La exclusión de un número tan alto de personas de la actividad política es, para nuestro entendimiento, difícilmente compatible con la democracia y se acerca más al de aristocracia.
La realidad es apabullante, si desde nuestra perspectiva histórica la Atenas del siglo V está lejos de nuestro ideal democrático, vistos nosotros con ojos Griegos, los sistemas con los que nos gobernamos en la mayor parte del mundo actual y sus democracias liberales y neo-liberales, seria para ellos, cualquier cosa menos una democracia. Ningún ateniense entendería como democracia un sistema político en el que la mayor implicación del ciudadano en los destinos de la sociedad se produce cada cuatro años en elecciones y, en muchos lugares del mundo, ni siquiera se cuenta con dicha realidad, a pesar de que se habla de estados democráticos. Seguramente identificarían nuestra realidad democrática más con la Oligarquía** o la Poliarquía***.
La historia que nos ocupa se inicia con Solón. Por el 590 A.E. el legislador Solón comenzó una reforma crucial. Su objetivo se enderezo en buscar la estabilidad para Atenas y evitar con ello la tiranía. Algunas de sus reformas se encuentran en el origen de la Isonómia****: Quebró el monopolio aristocrático de la elegibilidad para cargos públicos, dividió el cuerpo de ciudadanos en cuatro clases de acuerdo con criterios puramente económicos y uso esa distinción como fundamento de la elegibilidad, protegió a los Atenienses de la esclavitud por deudas, promovió el derecho de apelación ante el pueblo contra las decisiones de los Arcontes*****, etc. etc.
Las reformas de Solón atisban una noción de constitución y auto identidad de la polis consiguiendo un orden apropiado para la misma. La reforma de Solón hizo posible un equilibrio de deberes y derechos ciudadanos entre las distintas capas de la población y un compromiso aceptado de las diferentes clases respecto de dicha distribución. Aunque las reformas fueron duras, severas y en parte conservadoras, su actividad puso en marcha la creencia en la justicia, en la capacidad del hombre para la reflexión y la puesta en práctica de la acción política.
Encontramos luego, en el desarrollo hacia la igualdad ciudadana, las reformas de Clístenes, 508 A.E, Esta reforma hizo posible la separación entre el orden social y el orden político haciendo a este último autónomo respecto del primero. Herodoto cuenta que Clístenes “estableció las tribus y la democracia en Atenas”. Sus reformas administrativas procuraron el asentamiento de la Isonómia y de la democracia: Clístenes dividió a los ciudadanos Griegos en nuevas circunscripciones y las doto de nuevas funciones político-administrativas.
Clístenes dividió a los ciudadanos en tribus, y a éstas, a su vez, en triadas que agrupaban distintos demos. Los demos así reunidos no tenían en común otro rasgo que su pertenencia a la triada administrativa. La importancia de esta reforma residía en que los habitantes de las triadas y, en particular, cada tribu no tenían entre si nada en común excepto la ciudadanía, convertida en la única fuente de identidad y solidaridad cívica. La vieja estructura social se debilito y supuso, como contraparte, un aumento del poder de los ciudadanos en la cosa pública.
El termino Igualdad (Isonómia) empezó a utilizarse por amplios sectores populares como reivindicación para ampliar su participación en la gestión de los asuntos públicos. Los ciudadanos al sentirse como iguales reclamaron una porción más igualitaria en la gestión de la polis. Desde entonces, los esfuerzos ciudadanos, se orientan en buscar una mayor igualdad entre si mismos y frente a la participación en la gobernabilidad del estado.
**.-Oligarquía: Forma de gobierno en la cual el poder supremo es ejercido por un reducido grupo de personas pertenecientes a la misma clase social.
***.-Poliarquía: Gobierno de muchos.
****.-Isonómia: Igualdad Política.
*****.-Arcontes: Magistrados a los que se les confiaba el gobierno de Grecia.
Para reflexionar:
“A ninguna persona hambrienta que esté también sobria se la podrá convencer de que se gaste su último centavo en algo que no sea comida. Pero a un individuo bien alimentado, bien vestido, con una buena vivienda y en general bien cuidado se le puede convencer de que escoja entre una maquinilla de afeitar eléctrica y un cepillo dental eléctrico. Junto con los precios y los costes, la demanda pasa a estar sujeta a la planificación del estado”.
J.K.Galbraith / “El nuevo estado Industrial”
HECHOS HISTORICOS: FUNDACIÓN DE LA INSEGURIDAD CIUDADANA
"La democracia griega amaba la libertad, pero vivía de sus prisioneros. Los esclavos y las esclavas labraban las tierras, abrían caminos, excavaban montañas en busca de plata y de piedras, alzaban casas, tejían ropas, cosían calzados. Cocinaban, lavaban, barrían, forjaban lanzas y corazas, azadas y martillos, daban placer en las fiestas y en los burdeles y criaban a los hijos de sus amos.
Un esclavo era más barato que una mula. La esclavitud, tema despreciable, rara vez aparecía en la poesía, en el teatro o en las pinturas que decoraban las vasijas y los muros. Los Filósofos la ignoraban como no fuera para confirmar que ése era el destino natural de los seres inferiores, y para encender la alarma. Cuidado Con ellos, advertía Platón. Los esclavos, decía, tienen una inevitable tendencia a odiar a sus amos y sólo una constante vigilancia podrá evitar que nos asesinen a todos".
LA ESCLAVITUD SEGÚN ARISTÓTELES
"El ser humano que pertenece a otro es por naturaleza un esclavo. El que siendo humano pertenece a otro es un artículo de propiedad, un instrumento. Un esclavo en un instrumento viviente, así como un instrumento de trabajo es un esclavo inanimado.
Hay por naturaleza diferentes clases de jefes y subordinados. Los libres mandan a los esclavos, los hombres a las mujeres y los adultos a los niños.
El arte de la guerra incluye la cacería contra las bestias salvajes y contra los hombres que habiendo nacido para ser mandados, no se someten; y esta guerra es naturalmente justa.
El servicio físico a las necesidades de la vida proviene de los esclavos y de los animales domesticados. Por eso ha sido intención de la naturaleza modelar cuerpos diferentes para el hombre libre y para el esclavo."
Eduardo Galeano / “Espejos”
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