Minutos después de que el presidente de la República, Juan Manuel Santos, anunciara oficialmente el proceso de paz con la guerrilla de las Farc se pronunció el ex presidente Álvaro Uribe, quien manifestó su desacuerdo con el diálogo y lo calificó como "muy grave" para el país y lo ha descrito como "bofetada a la democracia". No sé todavía CÓMO CALIFICAR las "sesudas" intervenciones del Señor Uribe toda vez que, como mandatario, dejo mucho que desear. Fuera de favorecer la creación de los paramilitares, de enfrentar a la población civil para ocultar sus verdaderos propósitos, de rodearse de lo más corrupto de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, bien conocidas hoy por la opinión publica nacional, de gastar miles de millones de pesos en una guerra inútil que seguramente engordo los bolsillos de muchos de sus amigos con la compraventa de armas, de regalarle el país a las multinacionales y de arrodillarse ante el Poder Norte Americano para que no siguieran adelante con el prontuario levantado en su contra por la CIA:
Documento del Archivo Federal de Seguridad de EEUU de 1991 donde Álvaro Uribe aparece en el número 82 (ver) referenciado como hombre del cartel de Medellín y amigo de Pablo Escobar, quien aparece en el número 79. Publicado hasta el 2004 por la Universidad George Washington (ver documento completo).
En el libro Los Jinetes de la Cocaína escrito en 1987 se explica el origen del narcotráfico en Colombia y las familias que le dieron origen. En esta obra pueden ver que Álvaro Uribe Sierra, padre de Alvaro Uribe Vélez era un reconocido NARCOTRAFICANTE PEDIDO EN EXTRADICION POR LOS EE.UU y asociado al Clan Ochoa (vea el capitulo 3) además de los nexos con Pablo Escobar Gaviria quien construyo unas casitas y dono unos arbolitos cuando era alcalde de Medellín el ex presidente Alvaro Uribe Vélez (descargar el libro completo) Todo ello nos lleva a preguntarnos ¿A qué compromisos llego Alvaro Uribe Vélez con el Gobierno Norte Americano para que le dejaran en paz y no seguir con ello los pasos de el ex presidente Panameño Manuel Antonio Noriega?
Las actitudes del Ex presidente son, por decir lo menos, absurdas, anti-democráticas, faltas de ética y de toda lógica política. Es la rocambolesca actitud del titiritero para llamar la atención publica. Bien decía Miguel de Cervantes que, eso que a ti Sancho, te parece bacía de barbero me parece a mí el yelmo de Mambrino, y a otro le parecerá otra cosa. En esta confusión Uribe confundió las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado con los paramilitares y así continua….
La vida del señor Uribe es comparable a la del Koala. El koalambiano, el señor Uribe, parece feliz. Quizá lo es. Mírenlo: una monada. Y, sin embargo, podemos catalogarlo como el mamífero más lamentable del planeta. En ciertos aspectos, muestra rasgos que sugieren un alto nivel evolutivo: sus huellas digitales (un elemento raro en la naturaleza) son casi indistinguibles de las humanas, eso piensa él, pero, y eso también es raro, está en regresión. Evoluciona al revés. Cada generación es un poquito más imbécil que la anterior.
¿Han probado una hoja de eucalipto? es como las ideologías toxicas. No lo hagan. Es como Uribe y sus seguidores, correosa, tóxica y apenas proporciona alimento pero con la expresa función de embrutecer a quien la ingiera.
Hace unos veinte millones de años, el Colombiano, vivía en las selvas, alimentándose de hojas, plantas y animales muy diversos. Cuando el clima empezó a enfriarse, las selvas fueron reemplazadas por bosques de eucaliptos. Y aparecieron los Koalambianos. Con una ideología cada vez mas retrograda, como muchas ideologías hoy en boga. Muchísimas especies se extinguieron con la llegada del eucalipto y su nueva especie de mamífero. Otras buscaron nuevos lugares para establecerse o emigraron para salvar la vida. Escritores, Periodistas, Sindicalistas, campesinos y todo aquel ciudadano que no quisiera participar del nuevo orden.mOtros prefirieron adaptarse y conformarse con lo que se daba. Desde entonces, su vida ha ido convirtiéndose en una auténtica porquería.
Para arreglárselas con la nueva dieta neoliberalista impuesta por Uribe y digerir las hojas de eucalipto, el koalambiano desarrolló una especie de microbio mental que lo hizo propicio a la violencia. Pero eso lo hizo entonces, cuando poseía la inteligencia que puede esperarse de un mamífero. Ahora, el microbio se transmite por la vía más fácil, El Uribismo, y, a partir de los seis meses, y hasta que cumple con su existencia, el koalambiano pasa gran parte de su tiempo amorrado al lado de su padre, Alvaro Uribe, sorbiendo un tipo de excremento rico en microbios dañinos. En este caso, como en otros, la infancia define la vida.
Una vez adulto, el koalambiano puede dedicarse ya a masticar hojas de eucalipto. Dedica a ello unas cinco horas diarias. Luego necesita un trabajo de unas 18 horas para que actúe el microbio mental. El animalito es altamente irritable mientras come: ni se le ocurra tocarlo. También es irritable mientras digiere. Por ello, ni lo mire, se vuelve excesivamente violento. En eso se le va prácticamente toda la jornada: come, digiere y se cabrea. No hay tiempo para más, o si, para mandar eliminar a sus semejantes.
La dieta de eucalipto, léase Uribismo, muy pobre en proteína y en cualquier otro elemento nutritivo, ha provocado un progresivo empequeñecimiento del cerebro. Los fósiles demuestran que, antes, en la época selvática, el cráneo del Colombiano estaba lleno de masa cerebral. Ahora, el cerebro del Koalambiano es como una nuez pequeña, con dos lóbulos desconectados entre sí, flotando en fluido. El koalambiano viene a pesar entre 50 y 90 kilos. Su cerebro supone el 0,2% de esa masa corpórea. Si el humano hubiera seguido la tendencia regresiva del koalambiano, ahora, en lugar de poseer un cerebro de 1,4 kilos, tendría uno de 100 gramos. Aún hay tiempo para conseguirlo. Sólo es cuestión de perseverar.
No creo que haga falta comer todos los días medio kilo de hojas de ideología toxica, como el koalambiano, para convertirse en un imbécil. Quizá sea posible conseguir el mismo efecto con unas cuantas ideas, masticadas durante años y años. Se podría empezar con un par de conceptos básicos, patria y nación, tan correosos, tóxicos y carentes de proteína como el eucalipto. Al cabo de un cierto tiempo, más o menos largo, según los casos, el aspirante a koalambiano nota los efectos iniciales: una sensación de pertenencia intensa a un grupo, y de diferencia respecto a otros grupos. El siguiente paso será una inefable sensación de superioridad respecto a otros grupos. Lo principal ya está hecho.
Pero no hay que conformarse con eso. Es necesario encontrar un equivalente al microbio que el koalambiano chupa: las malsanas secreciones de su padre ideológico. Ahí nos valdría, quizá, algo más tenue que un concepto. Como, por ejemplo, lo que algunos llaman "fidelidad ideológica". Recuerden, sobre todo, que no hablamos de principios, ética, o moral: si se tuviera de eso, resultaría casi imposible convertirse en koalambiano. No, aquí nos referimos a esos prejuicios sectarios que nos llevan a votar a un partido, o a comprar un periódico, o a ver una cadena de televisión, con un único fin: que refuercen nuestros prejuicios; es decir, que nos mantengan firmes en el punto de partida y no intenten inocularnos la funesta manía de pensar.
Cuando, para nosotros, los buenos sean siempre los mismos y lo hagan siempre bien, y los malos sean siempre los mismos y lo hagan siempre mal; cuando nos moleste la duda; cuando seamos incapaces de percibir nuestra propia ignorancia; cuando nuestro mecanismo mental se limite a conjugar el "yo", el "nosotros" y el "ellos", lo habremos conseguido. Basta ponerse a ello. Vocación no nos falta.
Desde aquí apoyo al Presidente Santos para seguir adelante en la pacificación del país, mediante el diálogo constructivo, oyendo al legítimo contradictor y llegando a acuerdos que hagan posible una verdadera convivencia entre Colombianos. A veces es mejor que califiquen tu prudencia de timidez, tu sabiduría de pereza, tu estrategia de debilidad; es preferible que un enemigo sabio te tema por tu sabiduría y rigor a que los “amigos necios” te elogien o te vilipendien. Es este el concepto que tenía Tito Livio sobre la opinión de algunos “patriotas”; para él un cuerpo enfermo es más sensible al dolor que uno sano; un país desesperado elegirá una solución extrema ante un trastorno menor: De eso se aprovecho Uribe Vélez para llevar al país a la violencia inimaginable que se padeció bajo su gobierno.
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