Martes 5 Octubre 2010
LAS PRIMERAS PÁGINAS DE LOS PEriódicos locales nos obligan a ver una escena horripilante: el cadáver ensangrentado, hinchado, lívido, del Mono Jojoy, quizá la más colombiana de las personificaciones del diablo, el Belcebú supremo de nuestro infierno selvático.
La inclusión de los honorarios de Sergio Fajardo dentro de los gastos de campaña del Partido Verde ha generado polémica. Para el Consejo Nacional Electoral es una falta a las “buenas costumbres”, mientras que que para los defensores del ex alcalde de Medellín esa es una acusación malintencionada.
El Partido Verde, dentro de sus gastos, incluyó un contrato por 48 millones de pesos por concepto de los honorarios de Fajardo como candidato a la vicepresidencia de la organización, entre el 12 de abril y el 28 de mayo. También incluyó la venta de unos servicios de Fajardo (entre los que se cuentan documentos de la elaboración del programa) por concepto de un poco más de 100 millones de pesos.
El lunes la noticia fue presentada como si el Partido Verde hubiera pagado a Fajardo por ser el candidato a la vicepresidencia. Algunos medios incluso dijeron que el CNE había “denunciado esa irregularidad”, lo cual fue interpretado por algunos sectores como un acto de corrupción.
Este martes el CNE le salió al paso a la interpretación y el presidente del tribunal electoral, Óscar Giraldo, advirtió que el organismo nunca denunció un acto de corrupción. Aunque no lo dijo, sin embargo, el tribunal sí lo sugirió.
El ex alcalde de Medellín escribió en su cuenta de Twitter que “todas las acciones de la campaña tienen una revisión jurídica previa... El Partido Verde la entregó: nada está oculto. No tienen que ir a esculcar".
“Con seguridad vendrán más ataques. Llevamos años respondiendo por nuestros actos. Han intentado e intentarán destruirnos. No podrán”, agregó.
La noticia se desprendió de una ponencia del magistrado José Joaquín Vives, quien pidió al CNE no considerar como gastos de campaña los pagos a Fajardo.
Sin embargo, como el magistrado aclaró en Semana.com, “no es que se hubiera configurado un ilícito, sino que se pidió no tener en cuenta ese rubro como parte de los gastos”.
La ponencia de Vives fue aprobada por unanimidad en el CNE, el pasado miércoles, es decir, por los nueve magistrados que lo integran. El fallo también consideró que la venta de “servicios” de Fajardo a los verdes, durante la campaña, suma que según Vives es un poco más de 100 millones de pesos, tampoco se puede considerar un gasto de campaña.
Se refería al hecho de que el Partido Verde reconoció el trabajo previo que había hecho Fajardo en la campaña, la elaboración de documentos de su programa de gobierno, entre otros, dentro de su contabilidad.
Según explicó Vives, los gastos de campaña son los que corresponden a divulgación, publicidad, asesores, transporte, entre otros, pero no a los honorarios. Además, los “documentos pueden ser parte previa de la campaña, pero no hacen parte de la campaña propiamente”.
La ponencia, sin embargo, calificó la actitud de Fajardo como “una reprochable práctica política en la que se incuban el clientelismo y la corrupción”.
La interpretación del CNE es que Fajardo fue candidato a la vicepresidencia a cambio de dinero, lo cual, en palabras de Vives, “es contra las buenas costumbres y aunque no es clientelismo, sí puede dar lugar a él”.
Para el politólogo Fernando Giraldo, quien hizo parte de la lista de Compromiso Ciudadano, movimiento que lideró Fajardo y que está a punto de fundirse en el Partido Verde, “hubo una mala interpretación, con mala intención, de lo ocurrido”.
“¿A qué buenas costumbres se refieren los magistrados?”, preguntó. “El sistema electoral colombiano es disfuncional y las costumbres electorales son perversas en un sistema ‘colador’ al que llegan dineros ilícitos a las campañas”, agregó.
Giraldo explicó que en la campaña de Compromiso Ciudadano para llegar al Congreso, el movimiento quedó endeudado. Sin embargo, aunque los gastos fueron cerca de 2.700 millones de pesos en las campañas de los 10 candidatos, la suma excede en muy poco lo que gasta un solo candidato al Senado, que cuenta con un partido y una infraestructura y donaciones económicas.
En contraprestación por el trabajo hecho hasta ese momento, explicó el politólogo, uno de los compromisos del Partido Verde fue incluir un rubro para solventar los gastos del entonces candidato Fajardo.
“En ninguna parte la ley dice que un partido no le puede reconocer gastos a los candidatos”, dijo.
“¿Por qué dedujo Vives que se compró a un candidato?”, se preguntó Giraldo. “A Fajardo nadie le pagó por entrar a la campaña del Partido Verde. Me parece que la interpretación es de un moralismo exagerado”, agregó.
El CNE es un tribunal que representa a los partidos políticos del oficialismo, en el que no hay representación de la oposición, es decir, ni del Polo ni del Partido Verde. La autoridad electoral, tras la Reforma Política del 2009, tiene mayores facultades de control y vigilancia sobre las campañas políticas.
Sin embargo, muchas de sus decisiones se basan en resoluciones que él mismo profiere e interpretaciones que él mismo hace de ellas. Por esta razón, debido a que su composición es política, y con una mayoría oficialista aplastante, decisiones como esta no están exentas de polémica. Además, a las puertas de las campañas regionales.
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