Estudiante de Relaciones Internacionales y Ciencia Política
Universidad Jorge Tadeo Lozano, Bogotá D.C.
Columnista del periódico "El Campesino"
(Ver otras publicaciones del autor)
A lo largo de la historia el modelo tradicionalista weberiano o la APP, se ha mantenido de manera indirecta y sutil en la transición que se realizó de Administración Pública Progresiva a Nueva Gestión Pública, debido a que desarraigar un modelo paternalista, por lo menos en países como Colombia ha sido y seguirá siendo un tema de gran debate público y de movilizaciones sociales.
Así mismo, dependiendo de que tanto se logré apartar o no el modelo tradicionalista de la gestión pública se podrá encasillar en un estilo de crítica de la nueva gestión pública, como es el caso de la crítica fatalista, jerárquica, individualista o igualitarista. Los cuales abordarán este trabajo, teniendo como estudio de caso la ciudad de Medellín, debido a que esta ciudad ha tenido una implementación exitosa del modelo de la nueva gestión pública.
En ese orden de ideas, después de realizar el análisis tanto de las diferencias existentes dentro de la APP y NGP en Medellín se generarán unas conclusiones y unas recomendaciones que pretenden contribuir a la construcción de pensamiento teórico en torno al mejoramiento de la NGP.
Antecedentes Históricos
Desde los años 80 se viene trabajando el concepto de privatización, como una solución alternativa al Estado weberiano, debido a que; por un lado, este modelo entró en decadencia por las diferentes crisis económicas que se presentaron en dicho periodo de tiempo. Por otro lado, en los años 80’s empezó a tomar fuerza diferentes actores internacionales, como lo son las trasnacionales, conectando al mundo en un sistema más interdependiente, difundiendo así el modelo neoliberal de la privatización, que referencia Brouchoud.
[…] a partir de los años ochenta del siglo XX, un nuevo modelo de Administración pública, que emerge con pretensiones de universalidad, empujado por la propaganda difusora de algunas entidades internacionales, comunidades epistémicas y sectores privados interesados en su implementación (Ramírez Brouchoud, 2012, pág. 83)
Dicho modelo no estuvo exento dentro del territorio colombiano. Así lo comprobó la ciudad de Medellín, que durante varios periodos ha implementado el modelo de la NGP, con visibles y diferentes actividades contempladas dentro de los planes de desarrollo que contrastan con el modelo Weberiano.
A partir de la última década se registra un conjunto de cambios administrativos que buscan la modernización de la Alcaldía, con un mejoramiento de los procesos gubernamentales, en el marco de las reformas nacionales. Esta modernización acompaña, con los matices propios de cada gobierno, las administraciones de Luis Pérez Gutiérrez (2001-2003), Sergio Fajardo Valderrama (2004-2007), y Alonso Salazar Jaramillo (2008-2011), donde se destacan unos ejes de transformación administrativa que dan cuenta de principios y postulados del modelo de NGP (Ramírez Brouchoud, 2012, pág. 87)
Entre dichas reformas en los planes de desarrollo que hacen parte del modelo de la Nueva Gestión Pública, se pueden identificar las siguientes: Participación Ciudadana, Rendición de Cuentas, Visibilidad y Transparencia, Gestión por Resultados y, Talento Humano, alejándose considerablemente del modelo weberiano que se venía manejando con anterioridad, tal y como lo podemos apreciar en el cuadro número 1.
Nueva Gestión Pública | Administración Pública Progresiva |
---|---|
Características. 1-Participación Ciudadana 2-Rendición de Cuentas 3-Visibilidad y transparencia 4-Gestión por resultados 5-Talento Humano | Características. 1-Hace falta seguir cadena de mando para ser escuchado. 2-Mediante una cadena de mando se identifican fallos, (no hay rendición de cuentas) 3-No hay socialización de las actividades que se realizan. 4- al no haber fines de lucro, no hay incentivos para cumplir resultados. 5-No se presta el servicio como prestándolo a un cliente. |
La inclusión dentro de los planes de desarrollo desde el 2001, características propias del modelo de la Nueva Gestión Pública, permitió que este modelo tomará más fuerza, hasta el punto de que en la actualidad se esté hablando de la recosolidación y reafirmación de esté modelo a lo largo y ancho de muchos países del mundo, tal y como lo explica Flecman a continuación:
Si los años 80 y 90 fueron décadas caracterizadas por el diseño e instalación del Estado mínimo, parecería ser que hoy día estamos asistiendo a la consolidación de una corriente refundadora, profundamente crítica del Estado prescindente, pero al mismo tiempo consciente que no es conveniente volver el péndulo a su origen (el tradicional Estado burocrático-weberiano), sino que resulta necesario el diseño de un nuevo modelo, diferente y equidistante de ambos extremos (Felcman, 2009, pág. 20)
Sin embargo, este modelo económico neoliberal en algunas ocasiones tiende a llegar a extremos que para países en vía de desarrollo pueden llegar a ser perjudiciales, de ahí que se pueda incluir el modelo de la Gestión Pública dentro de los siguientes estilos.
Group | |||
Bajo | Alto | ||
Grid | Alto | Estilo Fatalista Baja cooperación sociale, gestión por normas, baja vinculación sociedad-Estado. Imprevisibilidad. |
Estilo Jerárquico Gestión por normas; modelo burocrático; alta cohesión social; legitimidad normativa. |
Bajo | Estilo Individualista Enfoques relacionados con el rational choice, el emprendimiento individual, el rol preponderante del mercado |
Estilo Igualitario Alta participación, estructuras sociales en donde cada problema a resolverse requiere consulta y decisión colectiva. |
Ahora bien, después de tener explicado los diferentes estilos dentro de los cuales el Modelo de la Gestión Pública se puede identificar, analizaremos en qué estilo está ubicado Medellín, teniendo en cuenta que este modelo –el de la NGP- al igual que todos, necesita una legitimidad política en los miembros de la sociedad, lo cual se facilita debido a que para ganar legitimidad se necesita tener resonancia en la cultura que se adquiere mediante el contacto con las personas y el trato que se les da en la NGP (Chang, 2006).
Sin embargo, para saber en qué estilo encaja Medellín es indispensable tener en cuenta los aspectos socioculturales, propios de la región que hacen que los habitantes de esta región tengan una visión empresarial lo que los encajaría en el modelo individualista, sin embargo, también debemos tener en cuenta que con el proceso que se viene adelantando desde el año 2001, la sociedad civil ha participado de manera activa, solucionando problemas de manera consensuada lo que la pone en medio del estilo individualista y el estilo igualitario.
Conclusiones
En primer lugar podemos apreciar que el giro que se llevó a cabo en países desarrollados en los años 80’s y 90’s, en países en vía de desarrollo tardo casi una o dos décadas en implementarse en países en vías de desarrollo, por lo menos en el caso aplicado de Colombia, aun así, este modelo ha tenido altos índices de éxito en el territorio, si lo analizamos desde el punto de vista de la deslocalización, debido a que se debe tener en cuenta factores socioculturales y políticos que limitan el accionar de la Nueva Gestión Pública.
Así mismo el caso de Medellín es en sí un buen caso de estudio, para quienes quieren entender la Nueva Gestión Pública, aplicada desde los Planes de Desarrollo Departamentales, además de estar clasificada dentro de un Estilo intermedio del igualitarismo y el individualismo quizás uno de los mejores escenarios para la implementación de la política pública.
Recomendaciones
Si por un lado es cierto que se ha evidenciado desde la experiencia, cambios positivos con la implementación de la Nueva Gestión Publica en un periodo de tiempo de siete años, no se puede llegar a los extremos de volver al gobierno asistencialista Weberiano, ni mucho menos llegar al extremo de la Nueva Gestión Pública de privatizar y delegar a entidades con ánimo de lucro, funciones del gobierno, ya que se debe tener muy en cuenta que se puede tecnificar y delegar ciertas funciones que no son de ánimo de lucro y que pueden prestar un mejor servicio tanto en cobertura como en calidad, como puede llegar a ser el caso de la atención a los infantes.
[…] la atención a los infantes requiere un personal motivado por altos niveles de compasión y no por el afán de ganancia. Las organizaciones sin ánimo de lucro tienen experiencia en reclutar tales individuos e infundirles un fuerte sentido de misión. Por último, mediante la competencia, las organizaciones con ánimo de lucro desempeñan mejor las funciones de manufactura y ciertas funciones de apoyo y servicio. No se debe tener una sensibilidad particular, como la libertad individual o la necesidad de compasión, en estos procesos de producción (Cohen, 2001, pág. 8)
Finalmente, el mantener justos medios es lo más prudente en términos de gestión administrativa, si por un lado está bien que se trate al ciudadano como un cliente, para mejorarle la atención, por otro no lado no está bien que se le nieguen servicios básicos por no tener como buen cliente dinero para cubrir sus gastos, es ahí donde el Gobierno para mantener dicho justo medio, deberá entrar a regular, sancionar y subsidiar, a terceros que se les haya delegado servicios.
Bibliografía
Chang, H.-J. (2006). Las relaciones entre las instituciones y el desarrollo ecónomico. Problemas teóricos claves. Revista de económia institucional, 125-136.
Cohen, S. (2001). Marco conceptual para delegar la responsabilidad y las funciones del gobierno al sector privado. Revista de económia internacional, 15-31.
Felcman, I. (2009). La Importancia de la Cultura y el Liderazgo Después del Big Bang Paradigmático. Buenos Aires, Argentina.: Centro de investigación en administración pública (CIAP).
Ramírez Brouchoud, M. F. (2012). Changes of the State in the local level:The New Public Management in Medellín. Reflexión Política, 82-95.
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